“Las armas que menos me preocupan son las nucleares”

Vicente Garrido, director del Instituto de Cuestiones Internacionales y Política Exterior (INCIPE), impartió la conferencia “La agenda actual en materia de desarme y control de armamento de destrucción masiva”, el miércoles, 12 de marzo, en el Campus de La Berzosa.

Adela Alija, coordinadora del Área de Relaciones Internacionales y Gracia Abad, profesora de la Escuela de Derecho y Relaciones Internacionales, presentaron esta jornada, en la que el director de INCIPE hizo un recorrido por el desarrollo de las potencias nucleares, los acuerdos mantenidos entre las diferentes potencias y los procedimientos de desarme llevados a cabo.

El experto describió un mundo dividido entre estados nucleares y estados no nucleares. Dentro de los estados nucleares se distinguen los llamados “estados nucleares de iure o de derecho”, que desarrollaron este tipo de armamento antes de la firma del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP) en 1967 y son Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China. Por otro lado, existen estados con armas nucleares pero que no han firmado dicho tratado: India, Pakistán, Irán, Israel y Corea del Norte. Además, Garrido explicó brevemente el proceso de enriquecimiento de uranio y la normativa que exige el TNP sobre los niveles de pureza de dicho mineral.

Otro de los aspectos destacados de la conferencia fue el hermetismo con el que los estados mantienen el desarrollo armamentístico. Como ejemplo de este hecho, el director de INCIPE explicó cómo la comunidad internacional se hizo eco del programa nuclear de Israel, gracias a las declaraciones de Mordejái Vanunu, ex técnico nuclear israelí que en 1986 reveló al diario británico The Sunday Times que Israel poseía un programa de armas nucleares.

Además de la nuclear, Garrido también habló de otros tipos de armamento de destrucción masiva como los misiles, las armas químicas o las biológicas. Según explicó, en muchos casos, deshacerse de las armas químicas mediante procesos como la hidrólisis genera una gran cantidad de residuos, incluso mayor al producto procesado, con las consiguientes repercusiones para el medio ambiente.

Respecto a las biológicas, el director de INCIPE las definió como “armas de preocupación masiva”, ya que la regulación es más débil y solo se establecen “declaraciones de confianza” entre los estados. Esto supone el desconocimiento de la situación en la que se encuentra un país con respecto a la generación de este tipo de armas, ya que no se puede saber con seguridad si se trata de investigación con objetivos civiles o con fines armamentísticos. En ese sentido, Garrido afirmó: “Las armas que menos me preocupan son las nucleares”.

 

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