Sonia Nebreda Martín, antigua alumna del Grado en Ingeniería de Edificación, es la fundadora, junto con el arquitecto Marcelo Ruiz Pardo, del estudio Ruiz Pardo – Nebreda. Este estudio ha ganado tres premios en American Architecture Prize 2016 y el premio Luis M. Mansilla 2016, que concede el COAM a obras realizadas fuera de la Comunidad de Madrid.
El estudio Ruiz Pardo-Nebreda ha obtenido tres premios en el American Architecture Prize 2016: Premio de Bronce en edificios de diseño arquitectónico / industriales para la construcción de Operaciones Zm en Lusaka, Zambia; Mención de honor en el diseño arquitectónico / Architecture Comercial de la Dirección General Puma Energy Paraguay, en Asunción; y Mención de Honor en Arquitectura / recreativa para el Frontón Bizkaia. Basque Handball Courts. ¿Se esperaban este resultado?
Durante los últimos años nos hemos embarcado en la aventura de hacer varios edificios en el extranjero, lo que ha supuesto un gran reto que sólo podíamos acometer con mucha dedicación y esfuerzo. Estamos disfrutando mucho de esta etapa, pero también es muy sacrificado pasarse casi más tiempo en viajes que en casa. En ese sentido, estos reconocimientos, suponen una gran alegría que refrenda un trabajo colectivo bien hecho.
¿En qué consisten los proyectos galardonados?
Son edificios corporativos de oficinas o de operaciones industriales en los que siempre se busca, además de resolver un requerimiento programático, atender a otras cuestiones que consideramos importantes, como la inclusión de lo público dentro del programa privado o el estudio de diferentes entornos de trabajo.
El edificio de Operaciones ZM, se encuentra en la esquina suroeste de una terminal de tanques de combustible en el distrito industrial de Lusaka, inmerso en un intenso y caótico tráfico de camiones, furgonetas y bicicletas, que discurre por la calle sin asfaltar que da acceso a la parcela. Planteamos una pieza abstracta de planta cuadrada que alterna frentes de fachadas opacas y transparentes. Aunque la pieza es aparentemente similar en sus distintas caras, cada apertura da acceso a un entorno distinto y abre vistas hacia áreas diferentes.
Por otra parte, la Sede Corporativa Puma Energy Paraguay, tiene una clara vocación pública. Está ubicado en una parcela de esquina, lo que le da mucha visibilidad en la ciudad. Se separa de las medianeras y se eleva del suelo sobre cuatro pilares, dejando una planta baja diáfana sin programa fijo y el bloque de oficinas elevado y aislado del tráfico queda envuelto en una celosía de perfiles de aluminio que se perciben de manera dinámica desde la calle.
Además, recientemente el estudio ha recibido el premio Luis M. Mansilla 2016 que concede el COAM a obras realizadas fuera de la Comunidad de Madrid. Parece que el esfuerzo tiene recompensa… ¿Qué se siente al recibir un premio en casa?
En este caso, el premio ha sido para la Sede Corporativa de Puma Energy en El Salvador, que ha sido una obra en la que hemos aprendido mucho de los profesionales locales. Es una alegría y un honor recibir un reconocimiento como éste de los compañeros más cercanos a los que, además, admiramos. En este caso en particular, la alegría es doble por el carácter emotivo que tiene para nosotros este premio.
¿Qué característica tienen los proyectos de Ruiz Pardo-Nebreda?
En los últimos años hemos tenido la oportunidad de trabajar programas privados en entornos privados. Quizá como reacción, en casi todos los proyectos hay una voluntad de insertar el concepto de espacio público dentro de estos programas privados. Por otra parte, el cliente requería reducir la presencia de la estructura vertical en las áreas de trabajo lo que nos ha llevado a una exploración sobre configuraciones estructurales que permitieran, no sólo resolver ese requerimiento como una cuestión puramente utilitaria, sino como una oportunidad de generar espacios fluidos, abiertos y acogedores, capaces de mejorar nuestra relación con el entorno y con los demás. Esa diafanidad, le da a los proyectos un carácter abierto y una escala interior mayor de lo habitual en este tipo de edificios, lo cual remite a lo que entendemos deben ser los espacios públicos, aunque estemos trabajando en entornos privados.
¿Qué arquitectos admira a nivel nacional y a nivel internacional y por qué?
Lo que nos interesa a nosotros, más que las personas concretas, son actitudes proyectuales en proyectos concretos. Es decir, modos de actuar más que firmas o formas. En general, nos interesan aquellos proyectos que apuestan por lo público, así como aquellos que recuperan el ingenio constructivo y la austeridad formal y material.
¿Cómo ve la situación de la arquitectura en España?
Creemos que la arquitectura en España ha sido siempre de una altísima calidad y ha sabido aportar reflexiones críticas. Otra cosa es el contexto económico y comercial. En cualquier caso, aún en los años más duros para la profesión, ésta ha sabido responder brillantemente. Prueba de ello es el reciente galardón que ha recibido el Pabellón de España en la Bienal de Venecia, que explora precisamente cómo la arquitectura en España ha sabido adaptarse a un contexto en principio tan adverso.
Una buena formación es fundamental para avanzar en este sentido. ¿Cómo fue su etapa en la Universidad Nebrija?
Fue una experiencia realmente enriquecedora. Después de esta etapa me sentí capaz de afrontar los retos y la complejidad del mundo profesional actual. Tener una buena preparación muy vinculada a la experiencia profesional real ha sido clave para poder desarrollar nuestra actividad en contextos internacionales tan dispares.
Volviendo al presente, ¿qué proyectos tiene ahora?
Actualmente estamos finalizando una sede corporativa en Puerto Rico y estamos a punto de comenzar otra en Nicaragua. Además, estamos realizando dos reformas de viviendas en Madrid. Nos parece una etapa muy interesante porque hay una gran diferencia de escalas, programas y situaciones urbanas entre sí.
¿Y qué sueños le gustaría realizar?
Conocer con más calma los lugares donde hemos construido estos años, Namibia, Zambia, El Salvador, Paraguay y Puerto Rico, ya que no hemos tenido tiempo de disfrutarlos.