Daniel Erhardt Alumnii de la Facultad de Ciencias Sociales nos cuenta en esta entrevista su experiencia enriquecedora en la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Croacia, así como sus aspiraciones profesionales dentro del mundo de la Diplomacia.
Cuéntanos tu experiencia en la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Croacia
Las prácticas en la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Croacia las realicé durante tres meses, entre octubre y diciembre del año pasado, hace justo un año. Fue una experiencia muy enriquecedora, ya que experimenté de primera mano el funcionamiento real de una entidad diplomática. Además fue también la primera vez que pude poner en práctica los conocimientos adquiridos en las carreras de Derecho como de Relaciones Internacionales. Entre mis funciones se encontraba investigar y actualizar la información sobre las leyes comerciales tanto de Croacia como de Bosnia y Herzegovina, ya que ambos países están cubiertos bajo la potestad de la Oficina Económica y Comercial de Zagreb. Fue una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel profesional como también a nivel personal. Asimismo, me facilitó la apertura de puertas hacia la experiencia en la que estoy inmerso en este momento, trabajando para el Centro de Comercio Exterior de la Embajada de Austria en Doha, Catar.
¿Qué aspectos positivos destacarías de trabajar en una Embajada?
Destacaría el continuo aprendizaje que implica trabajar con personas con un trasfondo cultural distinto. También destacaría la oportunidad que he tenido de conocer, desde dentro, cómo se desarrollan realmente las relaciones entre países. Uno empieza a darse cuenta de una manera más realista de los verdaderos componentes que condicionan dichas relaciones y cómo se desarrolla su fomento, adquiriendo así también una perspectiva mucho más holística de las relaciones internacionales.
¿Qué aprendiste durante ese periodo?
Durante ese período adquirí un conocimiento profundo del ámbito empresarial y de las relaciones económicas internacionales en general, y entre España y Croacia en particular. Además, me enriquecí culturalmente, ahondando en el conocimiento sobre el país de origen de mi familia, Croacia. Entre otras capacidades, adquirí un conocimiento mucho más detallado de las leyes y del léxico legal en croata, además de capacidades en el ámbito de la organización de eventos.
¿Te planteas estudiar la oposición de diplomacia?
Creo que como casi cualquier estudiante de Relaciones Internacionales, la diplomacia es lo primero que tenía en la cabeza como sector de futura dedicación cuando elegí la carrera. Así que quizás sí me lo planteo como meta a largo plazo. Es el ideal a seguir, pero en primer lugar pienso que he de adquirir una experiencia profesional previa, que me permita estar más preparado si decido dar el paso.
¿Animarías a los chicos de Relaciones Internacionales a que iniciaran su carrera profesional en la diplomacia?
Pienso que cualquier estudiante de Relaciones Internacionales debería tener en algún punto de su recorrido académico o profesional alguna experiencia de encuentro con las instituciones diplomáticas, ya que son, en la comunidad internacional, el canal institucional principal por el que dichas relaciones se desarrollan. Por tanto, sí que animaría a los estudiantes de Relaciones Internacionales a que se planteen una carrera profesional en la diplomacia. Ya que es de las salidas que más de cerca te permiten conocer y participar en las Relaciones Internacionales desde dentro, poniendo en práctica los conocimientos adquiridos y las capacidades propias de mediación intercultural.
De vez en cuando escribes artículos de interés sobre la diplomacia cultural…Cuéntanos tu interés en la diplomacia cultural y si te gustaría formarte en esta área para un futuro dedicarte a ello.
Mi interés en la diplomacia cultural viene de mi convicción de que es la principal base de las Relaciones Internacionales. Las relaciones y particularidades de cada cultura y su desarrollo histórico se ven reflejadas en todos los ámbitos de las sociedades, desde las relaciones políticas hasta los negocios. Por tanto opino que es uno de los pilares más cruciales de las Relaciones Internacionales, sobre todo en el ámbito globalizado en el que vivimos hoy en día. Mi experiencia con la rama periodística sobre la diplomacia cultural tuvo lugar durante mis prácticas en el Instituto de Diplomacia Cultural en Berlín entre julio y septiembre del año pasado. Durante este período tuve la oportunidad de vivir y escribir sobre múltiples eventos artísticos y culturales en una capital tan multicultural y vibrante como lo es Berlín. Precisamente durante estancias como en Berlín o, por ejemplo, Londres, en la cual residí durante mi intercambio de estudiantes de la carrera, uno se da cuenta de la importancia del diálogo y la convivencia intercultural. Es lo que realmente permite que se desarrolle el ambiente único de dichas ciudades, que promueve el conocimiento, el entendimiento y el respeto, a pesar de incidentes de odio y terrorismo aislados, de los que hemos sido testigos, por desgracia, en tiempos recientes.