El comercio exterior y la internacionalización de las empresas son campos vitales para el crecimiento de la economía española. Como tales, son objeto de análisis por expertos del sector que estudian el momento actual de mercado y diseñan estrategias capaces de impulsar a las empresas españolas en el exterior.
Con ese objetivo la Cátedra Global Nebrija Santander en Internacionalización de Empresas de la Universidad Nebrija, organizó el I Encuentro sobre comercio exterior de España. El director de la Cátedra, Gonzalo Solana, convocó a prestigiosos investigadores universitarios, a responsables de la Administración y a instituciones privadas para que examinaran juntos la marcha del comercio exterior español.
Inés Pérez-Durántez, subdirectora general de Estudios y Evaluación de Instrumentos de Política Comercial de la Secretaría de Estado de Comercio (Ministerio de Industria, Comercio y Turismo) fue la primera en exponer un diagnóstico. Pérez-Durántez afirmó que se puede percibir una desaceleración del crecimiento del comercio en el último año tanto en mercancías como en servicios que “se produce en un contexto de desaceleración mundial y que parece responder en gran medida a cambios coyunturales. Es relevante analizar los cambios que han tenido lugar en una dimensión más estructural, que confirman la mayor apertura de la economía española, y estar atentos a la evolución de las necesidades de las empresas, para ir adaptando la estrategia de internacionalización y las medidas de política comercial que incorpora a dichas necesidades”
Los últimos datos ofrecidos por la Secretaría de Estado de Comercio muestran que las exportaciones de mercancías han crecido en términos nominales un 3,2% en el periodo enero-septiembre de 2018, por debajo de la media de la UE que se mantiene en un 4,7% y un 4,6% en la zona euro. Las cifras de importaciones se sitúan en un 5,5% de crecimiento, mientras que en la UE han crecido un 5,3% y un 5,9% en la zona euro.
En dicho periodo destaca la aportación negativa al crecimiento de motores, aceites y grasas, aeronaves y automóviles. Aunque existen efectos coyunturales que explican en parte esta evolución, debe seguirse con atención los desarrollos en el sector de automoción, dado su importante peso en las exportaciones españolas.
Los asistentes a la jornada mostraron especial preocupación por las pérdidas en el sector automoción.
Este análisis de coyuntura se insertó en una visión más amplia de la que se desprende una considerable capacidad competitiva de las exportaciones españolas. Desde 2009 las exportaciones españolas de bienes y servicios han ido ganando peso en el PIB, y dicho peso supera en la actualidad el que presentan Italia, Reino Unido y Francia, al igual que en el caso de las importaciones, lo que según la Subdirectora General de Estudios indica que “nuestra economía es mucho más abierta de lo que era hace unos años y que la de sus países vecinos.
Además, podemos afirmar que la economía española es capaz de competir muy bien en el plano mundial”, aseguró Pérez-Durántez. Como aspecto mejorable, señaló la necesidad de “aumentar la diversificación de las exportaciones y el tamaño de los exportadores, que es menor que el de los países del entorno”.
Otro buen resultado del aumento de las exportaciones ha sido el sostenimiento de un saldo positivo en la balanza por cuenta corriente, a pesar de que la economía española ha crecido desde 2015 más que la media de la eurozona. Este resultado supone un cambio fundamental sobre otras épocas anteriores de rápido crecimiento económico en España, que casi siempre provocaron un aumento del déficit exterior.
José Luis Káiser, director general de Política Comercial y Competitividad y Alfonso Sahuquillo, jefe de área de Estudios de la Secretaría de Estado de Comercio, explicaron cómo se formula y evalúa la estrategia de internacionalización. Káiser afirmó que esta estrategia se diseñó a 10 años para unirla a los plazos de los presupuestos comunitarios y dentro de la misma se establecen planes bienales, sujetos a una evaluación, para fijar objetivos a más corto plazo. En su formulación “han intervenido todos los agentes que participan en el comercio exterior”. El principal objetivo de la estrategia es “impulsar la internacionalización prestando especial atención a las medianas y pequeñas empresas”, aseguró Káiser.
Sahuquillo presentó las principales líneas de investigación y análisis en las que está trabajando la Secretaría de Estado de Comercio, resaltando entre otras cuestiones la creciente relevancia de las exportaciones de servicios. Si se miden en términos de valor añadido, la importancia de los servicios dentro de las exportaciones españolas alcanzaría el 60% del total, dado que la industria incorpora un volumen elevado de inputs procedente de este sector.
Todos coincidieron en la necesidad de incorporar más mediciones y datos sobre servicios para poder diseñar mejor las estrategias frente a mercados poderosos como la competencia asiática “en la que no nos hemos situado bien”, según algunos de los expertos allí congregados.
Otra de los elementos novedosos de la estrategia de internacionalización es que, junto a actuaciones más generales y transversales, se incorpora “una estrategia sectorial específica para cada mercado, es decir, focalizar los sectores para cada mercado en los que vemos que las empresas españolas podrían tener mayor recorrido y representación”, explicó Káiser.
Por último, los asistentes pudieron escuchar la ponencia del economista jefe y director del departamento de investigación económica y estadísticas de la Organización Mundial de Comercio, Robert Koopman, quien confirmó la tendencia mundial de la desaceleración en los mercados. Además, pronosticó un crecimiento del comercio muy paralelo al del PIB mundial, una nueva pauta respecto al período anterior a 2007, cuando el comercio crecía de forma más rápida que la actividad productiva.
Rafael Myro, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, cerró la jornada con las conclusiones extraídas de las ponencias y los análisis expuestos. Myro afirmó que “la internacionalización ha sido un proceso muy exitoso hasta el momento para la economía española. Tenemos mucho que ganar porque es un buen negocio”. Para Myro, lo más interesante de este tipo de reuniones es “aunar esfuerzos entre las investigaciones académicas que aportan las universidades y la información y datos reales que ofrecen las empresas y administraciones públicas”.