Ramón Fernández‑Rañada Menéndez, arquitecto superior por la E.T.S. de Arquitectos de Madrid, está especializado en restauración y urbanismo. Destaca su trayectoria profesional en el campo del urbanismo y la ordenación del territorio donde ha procurado la preservación del litoral así como la puesta en valor del patrimonio existente.
En el encuentro con los alumnos de Arquitectura dentro de la Semana de la Arquitectura y el Diseño Fernández‑Rañada explicó cómo se hizo el planteamiento territorial del litoral asturiano para proteger las costas y controlar la urbanización.
Fernández‑Rañada destacó que “el proceso de protección de la costa asturiana es extraordinariamente raro”. El planteamiento comenzó en 1991 con las primeras directrices de protección de la costa, muy temprano comparado con otras costas españolas, y cuando todavía no se había descontrolado la urbanización de estas zonas. “Las primeras directrices ya protegían los 500 metros de la costa hacia el interior, que era una novedad pero después pasó a ser un punto común en las políticas territoriales de otras costas”, explicó el arquitecto.
Pero, según mostró Fernández‑Rañada, los planteamientos territoriales no pueden ser iguales en todos sitios porque “intervienen varios factores como del terreno, su vegetación, el uso que se vaya a dar a la zona…”
El experto en urbanismo se lamentó de que en otras zonas intervinieran demasiado tarde para proteger la costa o no se atrevieran a implantar directivas tan restrictivas como en Asturias “porque se pueden ver fácilmente la diferencia entre unas costas y otras”. Fernández‑Rañada reconoció que no fue sencillo implantar estas protecciones porque “costó algún tiempo que la gente aceptase las nuevas medidas”. También afirmó que la presión del boom inmobiliario que sufrieron otras zonas fue menor por tratarse de la costa asturiana cuyo nivel de turismo no era tan alto como en el Mediterráneo.