La Cátedra Global Santander-Nebrija en Internacionalización de Empresas de la Universidad Nebrija, con la colaboración del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI), organizó las II Jornadas de Investigación en Internacionalización.
Como en la primera ocasión, estas jornadas reunieron un gran número de investigadores de diferentes universidades y organismos de investigación españoles, entre ellos el servicio de Estudios del Banco de España.
Los objetivos de las jornadas eran compartir y debatir los trabajos de los expertos en el terreno del comercio y la inversión internacionales y establecer un coloquio continuo con quienes deciden sobre las actuaciones de las empresas en estos terrenos: los gestores públicos, fundamentalmente la Secretaría de Estado de Comercio, y los privados, asociaciones de empresas y departamentos negocios internacionales de las grandes compañías.
Durante las ponencias se analizó la preocupante situación del comercio mundial, como consecuencia de la guerra arancelaria iniciada por EE.UU. y se mostró los negativos impactos que pueden derivarse de ellas para cada uno de los países y las diversas regiones españolas, entre las que destacan el País Vasco y Cataluña por los potenciales impactos adversos. La primera por su elevada especialización en los metales y su transformación y la segunda por su elevado volumen de comercio.
También se mostraron los efectos adversos de las medidas proteccionistas no arancelarias tomadas por los EE.UU, que afectaron negativamente al crecimiento de las exportaciones españolas. Así mismo, se valoraron los potenciales impactos negativos del Brexit. En un escenario duro, España será uno de los países que más sufra por su elevada exposición al comercio con el Reino Unido y la alta dependencia del turismo procedente de este país.
Más allá de los factores que cobran interés en la actual coyuntura, se discutió el papel relevante de otros factores en la evolución de las exportaciones. En primer lugar, se analizó el impacto del comercio chino sobre la competitividad de las exportaciones españolas, sin detectarse diferencias importantes con respecto a la presión competitiva que ejercen los demás socios comerciales, salvo quizá un mayor impacto en el cese de la actividad de empresas.
En segundo lugar, se resaltó la importancia crucial de las importaciones de bienes y de servicios intermedios – los que se dirigen a la producción de otros bienes y servicios – que lejos de ser una carga de la que deben liberarse los países, son un instrumento de mejora de calidad de los productos y de reducción de sus precio, así como de incremento de la productividad de las empresas exportadoras. Hasta el punto de que las empresas españolas más productivas y más exportadoras son también grandes importadoras, encontrándose mejor insertas en las cadenas globales de valor que las restantes.
En tercer lugar, se destacó la importancia de la sofisticación tecnológica y la calidad de los productos. España ha perdido complejidad tecnológica en sus producciones y esto es algo que puede pasar factura a su capacidad competitiva.
En cuarto lugar, se clarificó y resaltó el importante papel de los activos intangibles – know how, digitalización y capital humano – sobre la internacionalización de las empresas, detectándose que en las empresas españolas pesan en exceso los activos tangibles frente a los intangibles, y se analizaron los efectos favorables de la cooperación tecnológica con empresas multinacionales establecidas en España
Finalmente, fue debatido el papel de la crisis en la positiva marcha de las exportaciones españolas, mostrándose que la atonía del mercado interior incitó a muchas empresas, sobre todo a las que ya exportaban, a buscar mercados en el exterior.
Las II Jornadas de Investigación en Internacionalización se cerraron con la ponencia del director de Estudios de Banco de España, Oscar Arce, quien hizo un recorrido amplio de la evolución del sector exterior español, centrada en la brillante ejecutoria de las exportaciones y en el superávit del saldo de bienes y servicios conseguido y sostenido incluso en los cuatro años de crecimiento elevado que se cuentan desde 2015. Pero también mostró su preocupación, por todos compartida, acerca del exiguo crecimiento de las exportaciones españolas durante 2018 y el primer trimestre de 2019. El comercio internacional crece poco, pero España muestra una particular dificultad.