Reencontrarse con un amigo, con esa compañera que nos dejó huella, con el profesor al que recordamos siempre, con un lugar. Todas esas emociones protagonizaron el Nebrija Alumni Day, una ocasión para el networking, los testimonios profesionales y la diversión.
El Campus de La Berzosa acogió este acto al que los niños eran muy bienvenidos. Se habilitó en los jardines del Campus un área para que los pequeños pudieran jugar en la hierba, meter algunos goles o saltar en un castillo hinchable. Familias enteras se sumaron a un evento que nace de lo profesional pero que subraya lo lúdico.
A su llegada, los antiguos alumnos y sus familias eran recibidos por un destacamento de “científicos locos” que, vestidos con batas blancas, les retaban a encontrar la mágica fórmula de la empleabilidad.
El Rector de la Universidad Nebrija, Juan Cayón, inauguró el acto recordando a los antiguos alumnos que Nebrija siempre sería su casa, por muchos años que pasaran. Aprovechó la ocasión para contarles que su alma máter ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años: “La universidad ha superado por primera vez la barrera de los 10.000 alumnos. Proceden de 62 nacionalidades” y eligen Nebrija, entre otras razones, porque “nuestra universidad es excelente en docencia, como atestigua el último U-Ranking elaborado por el BBVA y el Instituto IVIE, que sitúa a Nebrija a la cabeza en este campo”.
Profesionales de éxito comparten experiencia y buenos consejos
Del objetivo principal de Nebrija, la empleabilidad, hablaron los tres alumni invitados a compartir sus experiencias y conocimientos con el público. Abrió el camino María José Ramo, doctora en Derecho por la Nebrija y socia de la prestigiosa firma de abogados Garrigues. Ramo se ocupó de desarrollar uno de los pilares de la empleabilidad: la exigencia. Un motor que ha conducido tanto su vida académica como profesional y que la ha animado a afrontar grandes retos como hacerse cargo de un puesto en la Administración o integrarse en un gran bufete como socia.
Introducido por las también antiguas alumnas Alejandra Carrasco, periodista de La Sexta, y Laura Izquierdo, presentadora del tiempo en Castilla la Mancha Televisión, salió al escenario el ingeniero informático José Rodríguez Ruibal. Le tocaba hablar de transversalidad, un ingrediente imprescindible de la fórmula Nebrija que pasa por ser capaz de adaptarse a los retos del mundo contemporáneo. El propio Rodríguez Ruibal confesaba en su charla que no podía ni imaginarse cómo acabaría su carrera profesional, que le ha llevado a convertirse en CEO y co-fundador de la empresa de software para plataformas de envíos CangoBox.
La última ponente, Eva Astorga, estudió un MBA en Nebrija al mismo tiempo que viajaba por toda Latinoamérica como consultora de Recursos Humanos. Por eso su misión fue recalcar la importancia de la internacionalización en la formación y el ejercicio profesional. Eva animó a los presentes a hacer las cosas siempre con pasión y dibujó un futuro marcado por grandes transformaciones como el Internet de las cosas, la descentralización en todos los sentidos y el dato como vector que está revolucionando y va a revolucionar todavía más nuestro mundo.
El Nebrija Alumni Day es también el día en el que se entrega el premio al Profesor Emblemático Nebrija Alumni, elegido por votación popular de los alumnos. El escogido fue Rubén Darío Alves. Con mucho sentido del humor, Alves agradeció el premio y señaló que la docencia es dura pero también un privilegio.
A más prestigio de una universidad, más prestigio de sus egresados
Cerró la sesión Daniel Magaña, subdirector de la Fundación Antonio de Nebrija, que impulsa el Club Alumni. Magaña contó que en dos años el Club ha multiplicado por diez el número de miembros y avanza en su propósito de convertirse en un punto de referencia fundamental para todos los egresados de Nebrija. “Somos embajadores de nuestra Universidad, cuanto más fuerte sea la Nebrija, más fuertes somos nosotros”. También animó a los ex alumnos a comunicarse y participar en un Club que “existe por y para vosotros. Siempre tendremos las puertas abiertas para escucharos”.
Tras las breves ponencias, los presentes fueron desafiados a participar en una yincana por equipos con sustanciosos premios: ordenadores portátiles HP. Los ganadores fueron rapidísimos en la resolución del puzzle que se les planteó y subieron encantados al escenario a recoger sus PCs.
Además, los asistentes pudieron divertirse con un photocall que organizó Canon para poder inmortalizar los momentos más divertidos de la jornada y llevarse un recuerdo a casa.
Después, un estupendo cuarteto de cuerda cerró el Nebrija Alumni Day interpretando clásicos contemporáneos como la Canción de hielo y fuego de Juego de Tronos. Mientras, el público se ponía al día, interactuaba con otros interesantes alumni, charlaba con los amigos, jugaba con los niños y comía una paella junto a los antiguos compañeros de carrera o máster. En suma, vivía una experiencia enriquecedora, emotiva y diferente.