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El motor de la lengua española impulsa la integración de los migrantes

La Semana de la Facultad de Lenguas y Educación de la Universidad Nebrija colmó de actos el campus Madrid-Princesa. Uno de los platos fuertes del menú fue la V Jornada Lengua y Migración, un foro de intercambio de experiencias e ideas entre investigadores, profesores, alumnos y profesionales. Haciendo acopio de la declaración de intenciones de la Cátedra Global Nebrija-Santander del Español como Lengua de Migrantes y Refugiados, organizadora del encuentro, junto a la Semana de la Ciencia y Santander Universidades, “la lengua es el primer y principal motor para tender puentes entre culturas y garantizar así una correcta atención a las poblaciones migrantes”.

La mesa redonda en torno al proyecto de investigación IN.MIGRA2-CM, que reflejó el aspecto multidisciplinar y complejo del tema de la Jornada, reunió a Celia Rico y Luis Guerra, catedráticos de Tecnologías de la Traducción y de Lengua Española de la Universidad Europea, respectivamente, y Susana Martín Leralta, decana de la Facultad de Lenguas y Educación de la Universidad Nebrija.

En la primera sesión, Celia Rico consideró que las tecnologías de la traducción en migración y refugiados han pasado “desapercibidas”. Con el fin de mitigar esta situación, a la que tampoco contribuye la naturaleza “impredecible” de las emergencias ni que ocurran en zonas del planeta en las que se hablan lenguas “con pocos recursos digitales”, restricciones económicas e infraestructuras “deficientes”, la investigadora de la Universidad Europea instó a todos los actores a fomentar el desarrollo de estas herramientas en el ámbito de la ayuda humanitaria, a pesar del “poco interés comercial”.

Cuatro zonas humanitarias

En la cadena humanitaria se distinguen cuatro zonas de contacto. En la primera, entre los donantes y las ONG, los procesos de traducción se derivan en personal voluntario o en servicios de contratación externos. “Aquí a veces el donante no termina de entender que su aportación económica vaya a estas acciones de gestión que facilitan que la ayuda llegue”, aclaró Rico. En la segunda y tercera zonas de contacto, entre las ONG, los socios locales y los beneficiarios, la comunicación oral resulta fundamental, “pero la comunicación escrita es también clave para transmitir información porque las lenguas locales no se incorporan en el ciclo de la traducción y los beneficiarios al final no reciben ayuda en su lengua materna”. Rico apuntó en este espacio tres iniciativas: Nowall, una aplicación móvil para agilizar los papeleos administrativos a los refugiados; Bureaucrazy, para traducir formularios en alemán; y HABABY, una página electrónica en diferentes idiomas sobre cuestiones pediátricas.

Por último, en la cuarta zona de contacto entre los beneficiarios y las ONG, Rico esbozó dos posibles soluciones complementarias: la actuación como traductores de los propios ciudadanos o la creación con antelación de recursos de traducción. En este segundo campo existen ya herramientas como la Plataforma Kató (una comunidad de 26000 traductores profesionales y 250 combinaciones de lenguas), aplicaciones con glosarios por temas para idiomas con menos recursos digitales o la Wikipedia Medical Translation task forcé (con traducción de aproximadamente 2,37 millones de palabras sobre información médica en diferentes lenguas).

El grupo de investigación, dentro de IN.MIGRA2-CM, de Luis Guerra se ocupa de los medios de comunicación y de cómo estos recogen las imágenes de los diferentes colectivos de inmigrantes, deformándolas en algunas ocasiones en estereotipos. Con una ingente muestra de noticias de 7500 diarios y publicaciones periódicas, cuatro criterios de búsqueda, y en un espacio de tiempo que va desde 2013 a 2017, las tendencias y las conclusiones del estudio convergen en cuatro puntos: las piezas periodísticas se concentran en Europa y América –otras zonas del mundo son “irrelevantes” desde el criterio de su publicación-, se consolida la consideración de la inmigración como una cuestión política, los asuntos supranacionales desplazan “paulatinamente” a los locales, y la asociación entre terrorismo e inmigración aparece por primera vez en el corpus de noticias españolas en el año 2016 y se repite al año siguiente.

Las implicaciones de LAELE

La anfitriona del acto, Susana Martín Leralta, expuso las líneas maestras del Grupo de Investigación Lingüística Aplicada a la Enseñanza de Lenguas Extranjeras (LAELE) de la Universidad Nebrija, entre las que se encuentran la elaboración de materiales y didácticas para facilitar la integración sociolingüista y sociocultural de los migrantes, basándose en las 1500 muestras orales y escritas de personas de más de 50 nacionalidades compiladas en el diploma LETRA (Lengua española para trabajadores inmigrantes). “Nos dimos cuenta de que en el español como lengua de migrantes y refugiados son importantes las circunstancia psicoafectivas”, afirmó.

En este sentido, la Universidad Nebrija ha puesto el foco en la expresión de la emoción como uno de los garantes para que este sector social no quede excluido. Martín Leralta recordó que, con una orientación basada en la psicolingüística y la lingüística aplicada, la Universidad ha diseñado, entre otras acciones, cursos específicos para refugiados y para niños chinos y vietnamitas adoptados, talleres de teatro, seminarios para trabajadores chinos y seminarios de investigación con un enfoque multidisciplinar.

También de la Universidad Nebrija, Margarita Planelles, coordinadora de la Cátedra Global Nebrija-Santander del Español como Lengua de Migrantes y Refugiados -que dirige Juana Muñoz-Liceras- y Anna Doquin, coordinadora académica del Doctorado en Lingüística Aplicada, explicaron los tres proyectos de investigación de la citada cátedra. INMIGRA recoge en dos etapas (2007-2010 y 2016-2019) estudios de la población inmigrante de la Comunidad de Madrid. En EMILIA los investigadores están trabajando hasta 2022 en aspectos como la expresión de la emoción, la memoria, la identidad lingüística o la autopercepción. El tercer plan en liza, Ser y Estar, contempla el teatro como una herramienta de transformación social.

Acto seguido, tres investigadoras con sus tesis integradas en estos tres proyectos de la Cátedra Global Nebrija-Santander del Español como Lengua de Migrantes y Refugiados, dieron a conocer los ejes de sus estudios. Cristina Herrero (INMIGRA) argumentó hasta qué punto es relevante cómo nos perciben los demás. “El éxito de lo que queremos conseguir es la cortesía y a veces esta la marca la prosodia”, dijo. A través de audios y otro tipo de documentos, los docentes que trabajan con inmigrantes o refugiados, gracias a la investigación de Herrero, podrán ayudar en la integración de los mismos en nuestra sociedad. Por su parte, Teresa Simón (EMILIA), que recomendó la lectura de los tratados de Jean-Marc Dewaele y A. Pavlenko, se encamina al análisis de la expresión de la emoción en español por sinohablantes, con el fin de contribuir a su bienestar, su identidad lingüística y acogimiento. Eugenia Flores (Ser y Estar) utiliza las técnicas del Teatro del Oprimido, elaboradas por Augusto Boal, para dar cuerpo “a las metáforas emocionales ira y felicidad”. El objetivo, aparte de abordar la interculturalidad en el aula –de hecho, ahora trabaja con un grupo de veinte senegaleses en Madrid-, se encamina a generar un cambio social y a disminuir el bloqueo de cada persona que participa en estos talleres escénicos.

Cultura implícita

Asimismo, en el acto enmarcado dentro de la Semana de la Ciencia de la Comunidad de Madrid, hubo presencia internacional con Nildiceia da Rocha, que departió sobre la acogida de refugiados venezolanos en Brasil, “una realidad sumamente nueva para mi país”, y con Jozefien De Leersnyder, investigadora del Center for Social and Cultural Psychology KU Leuven, de Bélgica, que desveló las claves del proceso de aculturación emocional. Sobre este aspecto, De Leersnyder solicitó abrir el foco hacia la “cultura implícita” de cada individuo, que implica poner atención sobre el concepto que uno tiene de sí mismo, los patrones emocionales, los valores que nos preocupan o las tendencias motivacionales. Todo esto, en su opinión, constituye “la parte sumergida del iceberg” frente a la zona visible que sería la cultura explícita, representada por los comportamientos, las actitudes o las creencias.

La V Jornada Lengua y Migración concluyó con la muestra-taller Una vida que se mueve: drama in education en la enseñanza de español a refugiados, con la colaboración de Accem y Cross Border Project. Eugenia Flores, Margarita Planelles, Betrand Kang y Evgenia Kabina aplicaron técnicas teatrales para narrar una historia propia a través de “la interacción de lo ficticio con lo real en mundos imaginarios, pero con emociones reales”. Todos los presentes participaron, no sólo en el desarrollo de la “obra”, sino también en el calentamiento previo que provocaba bailes, risas, encuentros, ritmos y canciones.

Texto: Javier Picos. Fotos: Zaida del Río.

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