Entrevistamos a Roberto Bra Pardo, antiguo alumno del Grado en Comunicación Audiovisual y ayudante de montaje en la película Las Niñas, quien nos cuenta su experiencia, lo que supone su profesión y lo que ha sido trabajar en una película que cuenta con diversos premios y nominaciones consagrados.
De Galicia a Madrid con el sueño de trabajar en el cine…no suena fácil, ¿cómo describirías esta aventura?
Tú lo has dicho: una aventura. Siempre tuve bastante claro que quería trabajar en el mundo del cine y tuve la suerte de que en mi casa siempre me apoyaron en esa decisión e hicieron un esfuerzo enorme para que yo pudiese intentar cumplir ese sueño yendo a estudiar a Madrid. Lo que vino después creo que ha sido una combinación de esfuerzo, constancia y un poco de suerte. Me siento un afortunado.
Cuando pensabas en hacer cine, ¿pensabas en trabajar en la parte del montaje? ¿O es algo que ha aparecido en tu camino?
Siempre fue una de las áreas que más me llamó la atención, aunque tardé bastante tiempo en darme cuenta que era lo que quería hacer. Al final cuando eres estudiante de Comunicación Audiovisual siempre tiras más por la dirección o la dirección de fotografía, pero también por el desconocimiento hacia las posibilidades de otros departamentos como montaje o sonido. De todas formas, me acuerdo perfectamente del momento en el que mis dudas se esfumaron y supe que esto era lo que quería hacer: la primera vez que vi JFK de Oliver Stone.
Hay quien dice que el cine pertenece a los editores, que una misma grabación en distintas manos da películas muy diferentes… ¿Cómo puede ser esto?
Porque al final una película se reescribe en la sala de montaje: se quita diálogo, se añaden ADRs (grabar los diálogos de los actores en un estudio de sonido, una vez ha terminado el rodaje) para ayudar a comprender mejor la trama, se cambia la estructura de la película…al final eres un guionista en la sombra. Del mismo material pueden salir diferentes interpretaciones de una secuencia dependiendo de cómo esté montada, en este aspecto es muy interesante ver la interpretación que dos montadores hacen de una misma secuencia.
Cuando estamos trabajando en una película es muy habitual que el montador te diga que vayas premontando secuencias o incluso te pase algunas que él ha hecho para que le des una vuelta, y cuando nos sentamos a verlas en ocasiones pasan cosas muy interesantes: los planos elegidos varían, tú has decidido montar una mirada de un personaje a la que el otro no le ha dado importancia, pero que enriquece la escena o le añade tensión, has quitado una línea de diálogo que consideras innecesaria o has añadido un ADR que explica mejor algo que no se entendía muy bien. Es un proceso colaborativo interesantísimo que hace que el material mute y ofrezca varias posibilidades con las que ir jugando.
¿En qué consiste tu trabajo como ayudante de montaje y que es lo que más disfrutas haciendo de tu trabajo?
Mi trabajo consiste en preparar el material para el montador una vez que llega a la sala de montaje desde el rodaje: ingestarlo en el proyecto de montaje, sincronizarlo y ordenarlo. Una vez hecho esto, dependiendo del montador/a, también vas premontando secuencias que luego pasas al montador para que él las visione y ajuste como crea que es correcto. Cuando el corte de montaje está cerrado, es decir, cuando la película se ha terminado de montar, también me encargo del envío de los materiales que cada departamento necesita: sonido, VFX, doblaje, etc…
La película Las Niñas, en la que has trabajado, cuenta con diversos premios y nominaciones a premios ya muy consagrados como el Festival de Málaga y los Premios Feroz ¿Os esperabais esta acogida?
La verdad es que ha sido un subidón la acogida que ha tenido tanto a nivel de premios como a nivel de público. Cuando estás haciendo una película nunca estás pensando en los premios, pero es verdad que mientras la hacíamos te dabas cuenta de que había algo muy especial en el material: en las actrices, en sus miradas y en como hablaba directamente a una generación de mujeres que fueron niñas en los años 90 y que hoy son mujeres.
¿Tienes algún montador, guionista, director de referencia en el cine?
Michael Kahn, Frank Capra y Steven Spielberg
Un buen montador según tu criterio, ¿qué características debería de poseer?
Paciencia, comprensión y ser muy trabajador.
¿Cómo ha influido tu paso por la Universidad Nebrija en tu desarrollo profesional y personal? ¿Cómo ha sido?
Fue el primer sitio donde toqué un ordenador con AVID así que creo que ha influido bastante -asegura entre risas-. Me ayudó a confirmar que la decisión que había tomado de estudiar Comunicación Audiovisual había sido la correcta, además de un círculo personal por el que me siento muy afortunado.
¿Qué le dirías a un alumno o alumni que está comenzando o que le gustaría hacer cine?
Que le ponga muchas ganas, que en este mundo, y sobre todo en nuestra industria, no solo vale con que lo que haces te guste: tiene que apasionarte. Y sobre todo, lo más importante: ver mucho, mucho, cine.
Ya has participado en una película que la crítica alaba… ¿cuál es tu siguiente sueño?
La verdad es que con la situación que estamos viviendo mi sueño es seguir trabajando con la misma regularidad con la que lo llevo haciendo los últimos cinco años. Si hablamos de sueños difíciles: trabajar en una película de Hollywood. Hay que apuntar alto.