Verdi y su baile de máscaras visten el ciclo `Hilvanes de ópera´

El Teatro Real y la Universidad Nebrija sacan lustre a la temporada de ópera en Madrid con el ciclo de conferencias Hilvanes de Ópera, que vincula el diseño de moda con el vestuario escénico. La profesora María Redondo, con su lección Un baile de cine negro” levantó el telón cultural de Un ballo in maschera, de Giuseppe Verdi.

En los prolegómenos de esta cita online, Sonia Lázaro, coordinadora del grado de Diseño de Moda en la Universidad Nebrija, definió la colaboración entre las dos instituciones como un “proyecto motivador e ilusionante” y agradeció al Teatro Real por “abrirnos sus puertas”.

Redondo, docente de Historia del traje y Sociología de la moda y experta en el vestuario del siglo XVIII, calificó la ópera de Verdi como “una mezcla de géneros, un triángulo melodramático en el que fluyen el amor imposible, los celos, la política, el crimen y el tema de la máscara”. Aunque Verdi la estrenó con gran éxito el 17 de febrero de 1859 en el Teatro Apollo, de Roma, tuvo que sortear varios contratiempos y censuras como la vaticana que obligó a que la acción de la trama se trasladara fuera de Europa. Esta ópera llegó al Teatro Real de Madrid el 6 de marzo de 1861. La actual versión del director de escena Gianmaria Aliverta, en cartelera hasta el 14 de octubre, mantiene el hilo argumental en Estados Unidos, pero lo desplaza al siglo XIX. En cualquier caso, según la profesora de Nebrija, esta pieza, “una de las obras más singulares de Verdi”, se erige en “la ópera más emblemática del enmascaramiento”, circunstancia a la que alude hasta el título, Un baile de máscaras.

Meticuloso trabajo

Después de advertir el esfuerzo de los intérpretes por salir al escenario en tiempos de la covid-19, que les obliga a no abrazarse ni besarse, a mantener las distancias y a portar mascarillas impresas con sus rostros cuando la acción se lo permite, Redondo quiso poner el foco en el figurinista Carlos Tieppo, en el jefe del Departamento de Vestuario y Caracterización del Teatro Real Ovidio Ceñera y en sus respectivos equipos. “Las óperas se preparan mucho antes. Hay un arduo y meticuloso trabajo detrás del escenario”, concretó y citó una de las frases de Ceñera que mejore resume esta labor entre bambalinas: “El Teatro Real quiere hacer realidad todo lo que los figurinistas quieren”.

En Un ballo in maschera, Redondo hizo hincapié en la flexibilidad, adaptación y “la magia” de estos profesionales. “Lo que más me ha impresionado es poder ver los trajes de cerca, las terminaciones hechas a mano, artesanales”, confesó.

Antes de departir sobre la evolución de la moda estadounidense en el siglo XIX desde la sobriedad y la influencia francesa de las revistas femeninas, María Redondo diseccionó el vestuario de esta ópera de Verdi en la que se distinguen dos mundos: las clases privilegiadas y las humildes. El vestuario pone en evidencia este antagonismo en los coros de los hombres ricos con sus colores verdes, morados y malvas y sus levitas, gabanes, chalecos, sombreros de copa y fracs (en el baile) y en los de los hombres del pueblo con colores más apagados y con prendas más sencillas. En escena también hay un desfile de esclavos del algodón, militares, lacayos y ayudantes de la pitonisa Ulrica.

Redondo, directora de Caligrama Proyectos Culturales -empresa de gestión cultural especializada en diseñar, ejecutar y evaluar programas didácticos, culturales y lúdicos- no se olvidó de la indumentaria de los protagonistas: Ricardo, el gobernador ilustrado de Boston, que sorprende su línea de hombre rico con una vestimenta de pescador en una escena con Ulrica; Renato, de clase alta pero con un atuendo más apagado de color; Amelia, esposa de Renato y amada por Ricardo, con sus dos vestidos de día y de noche; Ulrica, hechicera afroamericana que en esta versión lleva guantes de color rojo; y Óscar, chico del pueblo y vendedor de periódicos, que medra con Ricardo y “cuyo vestuario sufre una evolución drástica desde la sobriedad hasta el frac con sombrero de copa”.

El ciclo Hilvanes de Ópera cuenta con otras tres conferencias: El cuerpo como escultura. El vestuario escénico escultórico (Ópera El Nacimiento del Rey Sol), La ambientación del vestuario escénico (Ópera Sigfried) y Descubriendo los hitos de la historia del traje desde el siglo XIX al XXI a través del vestuario de los protagonistas de Tosca (Opéra Tosca).  Aquellas personas que asistan a las cuatro conferencias recibirán un diploma acreditativo al final del ciclo, y además podrán disfrutar de una visita guiada al taller de Sastrería del Teatro Real.

Inscripciones: www.actosnebrija.es

Texto: Javier Picos. Foto: J.P.

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