José de Gracia, subdirector de la Subdirección de Redes delictivas de Interpol mantuvo un encuentro con los alumnos del Máster en Seguridad y Defensa en el que explicó el funcionamiento y la cooperación internacional en el intercambio de información que favorece la Interpol.
De Gracia afirmó que “el posicionamiento de la Interpol es complicado en el mundo ciberconectado en el que vivimos”. En el campo de la ciberdelincuencia la coordinación de información es difícil porque mucha está en manos de empresas privadas, por lo que compartir esos datos es más complicado, según explicó el subdirector, “es ahí donde Interpol ayuda en la cooperación”.
Una estructura mundial
Interpol tiene sedes en Bruselas, Lyon, Nueva York y Etiopía, pero también tiene oficinas ubicadas en todo el mundo. “194 países están conectados a través de una red segura”. Esto es importante porque “todos sabemos que la cooperación internacional es indispensable, pero Interpol no puede hacerlo sola, necesita la ayuda”, por eso cuenta con acuerdos de cooperación con 110 organizaciones en todo el mundo para compartir y analizar información y tendencias en el crimen organizado: “Esto aporta una visión global y panorámica que da una posición de liderazgo a la Interpol”, afirmó José de Gracia.
Tres programas de actuación
Interpol trabaja en varias ramas. Cuenta con varios programas de actuación y destaca tres entre ellos: ciberdelincuencia, lucha contra el terrorismo y delincuencia organizada y nuevas tendencias delictivas. Interpol hace que toda la información sobre grupos de crimen organizado esté disponible para todos los estados miembros. Además, ofrece a los cuerpos de policía conocimientos especializados que pone a su servicio para la búsqueda de prófugos, apoyo forense, análisis de la información criminal y centro de mando y coordinación en investigaciones.
Interpol facilita este intercambio de información, “pero solo el país es dueño de la información y puede autorizar su distribución”, puntualizó José de Gracia. El subdirector explicó que tras los ataques del 11S en Estados Unidos, Interpol se dio cuenta de que hacía falta un en tiempo real, día y noche a los datos esenciales para las investigaciones para favorecer los esfuerzos que hacían los países a la vez. Desde entonces el acceso a esta información está siempre disponible, pero protegido y encriptado.
Colaboración, punto fundamental
José de Gracia aseguró que desde Interpol “se está potenciando la colaboración con el sector privado que tienen en sus manos gran parte de la información y de la tecnología necesaria”. Y es que, además de recolectar datos, tener las redes de cooperación adecuadas y tener los partners necesarios en el sector público y privado es parte, también, de la labor de Interpol.
José de Gracia explicó que, además, “la cooperación de Interpol sirve para subsanar las carencias que tienen otros países a nivel de investigación criminal: “Se les da apoyo para que estos países aprendan cómo actuar en ciertos casos y que comprendan qué es la cooperación internacional”.
