La empleabilidad es el objetivo común en el que trabaja toda la Universidad Nebrija y, especialmente, Nebrija Alumni que está en contacto con todos los antiguos alumnos siguiendo sus carreras profesionales. El emprendimiento es hoy, más que nunca, una de las muchas salidas profesionales que más están creciendo gracias a las oportunidades que internet ofrece. Por eso, Nebrija Alumni ha organizado un ciclo de emprendimiento en el que han contactado con antiguos alumnos que pueden aportar su granito de arena a la hora de cómo emprender, cómo crear una marca personal y comercial y tener una estrategia de éxito.
“Para nosotros el espíritu emprendedor tiene mucho que ver con el espíritu universitario: son esas ganas de aprender, de compartir, de crear, de cambiar las reglas del juego…con proyectos nuevos, o dentro de las empresas en las que trabajamos. Tener un mundo lleno de posibilidades delante de nosotros y estar en un primer día con la mochila cargada de sueños, fe e ilusión. Este espíritu no solo nos ayuda cuando empezamos, también nos ayuda a evolucionar y reinventarnos. Estamos en un momento ideal para compartir de forma intergeneracional ideas para avanzar y para estar en consonancia con las necesidades y la realidad actual – aportar valor a la sociedad y a las personas con proyectos de nueva creación o en empresas. También en empresas se puede trabajar con un espíritu emprendedor”, explica Aldara Filgueiras, responsable de Nebrija Alumni.
Cómo crear una marca
En la primera sesión del ciclo Nebrija Alumni ha contado con la presencia de Zazu Rodríguez, antigua alumna de Artes Escénicas y Comunicación Audiovisual y experta branding. Zazu Rodríguez ha explicado que “el branding es gustar, qué soy, cómo comunicarlo y cómo llegar a mi público”. A la hora de crear una marca, Rodríguez ha dicho que es importante “ser conscientes de lo que estamos comunicando y ponerlo a nuestro favor”. No solo es importante la identidad visual, sino también lo que decimos porque “tenemos una atención limitadísima por lo que impactar a primera vista es difícil, tenemos poco tiempo”.
El primer paso, según esta experta, para comenzar a crear una marca es “organizar las ideas en torno a un objetivo”. Rodríguez ha hecho hincapié en que, para una marca comercial, “debemos desligarnos de nuestros gustos personales e ir a los gustos de nuestro público objetivo”. Para crear una marca personal, en tres claves, Rodríguez ha destacado: “no querer convertirnos en algo, la marca tienes que ser tú, fiel a ti mismo”. Por otro lado, ha recomendado “leer mucho y preguntar a especialistas” y “tener mucha constancia, esto es un camino a largo plazo”.
Un valor diferencial en tu comunidad
Las siguientes invitadas han sido Beatriz Segura y Andrea dos Anjos, creadoras de We the root, agencia de marketing digital. Estas dos emprendedoras han puesto el foco en la importancia de las comunidades con un propósito común detrás de las marcas. Ambas han explicado que crear una comunidad que tenga confianza en una marca es complejo, pero “no es algo etéreo. Muchos inversores requieren que una marca en la que van a invertir tengan una fuerte comunidad detrás. Es un valor diferencial para la marca, una estrategia de negocio”.
Estas comunidades son usuarios potenciales del producto o servicio de la marca y también serán prescriptores de la misma. “Además te ayudarán a modificar o adaptar tu producto a sus verdaderas necesidades, por eso son tan importantes”, han asegurado desde We the root.
Para crear y mantener estas comunidades es necesario “compartir el liderazgo de las decisiones de la empresa con la comunidad, empoderar a los usuarios y tener una escucha activa, creando y facilitando un espacio para que los miembros de la comunidad se puedan expresar”, han recomendado.
Experiencia emprendedora
El antiguo alumno Javier Ortego, creador de la empresa helpHousing -que ofrecer un servicio facilitador para que los estudiantes extranjeros encuentren casa en nuestro país durante su estancia-, ha compartido con los asistentes al encuentro su experiencia como emprendedor.
Ortego ha asegurado que el camino del emprendedor es de prueba y error e ir mejorando y aprendiendo de lo que no ha salido como esperabas. También ha destacado la capacidad de flexibilidad que debe tener un emprendedor. “En el ADN del emprendedor tienen que estar la capacidad de adaptación a todo lo que venga, no puedes quedarte atascado lamentándote, tienes que asumir el cambio”.
Su consejo es estar siempre en movimiento y aprendiendo para seguir mejorando y no preguntarse el porqué de las cosas que ocurren, sino cómo aprovecharlas.
El espacio de emprendimiento Nebrija, como explica Aldara Filgueiras, “ha nacido para descubrir, conectar, compartir. Qué mejor forma de descubrir que conociendo historias y experiencias de otras personas en un espacio distendido y de confianza. En familia. Queremos descubrir el talento emprendedor de los antiguos alumnos, sus proyectos y propuestas para mejorar la sociedad y las personas. Sabemos que más de un 30% de los antiguos alumnos son emprendedores”.