La primera edición de los Premios Pasión por la Empresa, promovidos por la Fundación Villacellino y la Fundación Antonio de Nebrija, ya tiene ganadores. En la categoría de Mejor Iniciativa empresarial incipiente, CEN Cuidados Integrales, desarrollado por Nuria Pecharromán, Cristina Pecharromán y Ernesto Roura, fue el proyecto premiado. Por su parte, Diego Gutiérrez Rodríguez-Manzaneque y Miguel Grañena recogieron el galardón por su proyecto Screensor a la Mejor Idea Empresarial.
Durante el acto de entrega de los Premios Pasión por la Empresa, celebrado en la Universidad Nebrija, los emprendedores agradecieron las distinciones y concretaron en qué punto se encuentran sus iniciativas.
CEN Cuidados Integrales está orientado en la selección y gestión de personal para el cuidado de personas mayores y/o dependientes, sin excluir otros servicios para la dependencia como el seguimiento por profesionales sanitarios, la terapia ocupacional o las gestiones administrativas. En un contexto en que las personas de más de 65 años supondrán el 26,5 % del total de la población española en el año 2035, CEN Cuidados Integrales conforma una filosofía pionera de cuidado y una atención personalizada. “Nuestro proyecto, que tiene mucho de corazón, trata de dignificar el cuidado y la figura del cuidador”, comentó Nuria Pecharromán.
Screensor representaría un nuevo soporte en las redes del suburbano a través del desarrollo de un nuevo sistema de comunicación adaptado al entorno del convoy del Metro. La idea potencial del proyecto versa sobre la instalación de pantallas transparentes adosadas a las ventanas de los vagones de Metro donde se proyectaría, sin sonido, publicidad, información puntual y otros tipos de mensajes relevantes al viajero. Esta acción solo se activaría mientras los vagones se encuentran en los túneles. “Queremos romper con el mundo tradicional de la publicidad, con los estándares, aunando nuevas tecnologías y creatividad”, argumentó Diego Gutiérrez Rodríguez-Manzaneque. Tanto él como su socio Miguel Grañena ya han iniciado conversaciones con LG y Metro para hacer realidad este proyecto que, con el Premio Pasión por la Empresa, ha recibido “un impulso de motivación que reafirma nuestro esfuerzo en el recorrido”.
Transferencia de saberes
Durante la recepción de los galardonados, el rector José Muñiz recordó el compromiso de la Universidad Nebrija por la transferencia de saberes y conocimientos a la sociedad: “Estamos muy interesados en insuflar este espíritu de pasión por saber y pasión por emprender”. Recreando la actitud de Antonio de Nebrija, del que este año se conmemora su quinto centenario, el rector reconoció no saber cómo se generan las ideas, pero que una vez generadas hay que impulsarlas. “La característica fundamental del emprendedor es el optimismo, porque ¡cómo una empresa va a contratar a un amargado!”, dijo.
Gregorio Martínez, director de la Fundación Antonio de Nebrija, apelando a la coherencia, “a la fidelidad de un proyecto educativo como el de la Universidad Nebrija”, dio un consejo a los que superan dificultades y emprenden un proyecto: “Hacedlo con pasión, no de manera resignada. Nada está escrito, y, aunque suene a tópico, el futuro es vuestro. Tenéis el privilegio y la oportunidad de controlar vuestro propio futuro”.
Los Premios Pasión por la Empresa, según Gregorio Martínez, quieren “propiciar el espíritu empresarial, que puede tener algo de aventura, pero que se basa, sobre todo, en el trabajo, en el estudio, en la responsabilidad y, claro, en la pasión”.
Durante la ceremonia, Gonzalo Villa Moreno, patrono de la Fundación Villacellino, animó a los premiados a “generar un gran impacto en la sociedad poniendo en el centro a las personas”. Tras recordar las tres áreas de actuación de la Fundación Villacellino –asistencia social, ayuda a la educación y emprendimiento-, Villa Moreno cedió la palabra a Ana Fernández-Ardavín, decana de la Facultad de Economía y Empresa, que entregó el Premio a la Mejor Idea Empresarial. “La diferencia entre el sueño y una startup o una nueva empresa es el trabajo y un buen plan de negocio”, recordó.
“Aguantar, aguantar y aguantar”
Otros representantes de la Universidad Nebrija como Alfonso López de la Osa, decano de la Facultad de Derecho y de Relaciones Internacionales; Diego Moldes, director de Relaciones Institucionales de la Fundación Antonio de Nebrija; Mª Jesús Prioz, directora de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad Nebrija, y los profesores del Departamento de Economía y Empresa Helena López-Casares y Andrés Jerónimo Arenas aludieron a las opciones reales y proactivas de los proyectos ganadores de unos Premio que, en sus orígenes, también contaron con el apoyo de sus colegas José María López Pina, Daniel Magaña y María Gil. Además, López Pina fue miembro del jurado y máximo organizador de los Premios.
Gregorio Martínez cerró el acto aludiendo, en ese afán emprendedor, al talento, a la ilusión y a los recursos necesarios para hacer realidad una idea, pero sin olvidarse de la perseverancia, “el aguantar, aguantar y aguantar”.
Talento y riqueza
La Fundación Antonio de Nebrija y la Fundación Villacellino confían en contribuir a la mejora de la cultura empresarial en nuestro país. “En ambas instituciones creemos que el talento generado en la universidad es un motor de progreso para la sociedad, pues crea valor y riqueza que pueden ser una gran aportación para el mundo empresarial”, aseguró Manuel Villa-Cellino, presidente de la Fundación Villacellino, del Consejo Rector de la Fundación Antonio de Nebrija y del Consejo Rector de la Universidad Nebrija, cuando se presentaron las bases de los Premios Pasión por la Empresa.
El galardón consistió en un diploma acreditativo de la capacidad empresarial demostrada para cada una de las categorías. Adicionalmente, cada uno de los premios objeto del concurso, tuvieron una aportación económica de 1.000 euros como regalo al proyecto ganador.
Texto: Javier Picos. Fotos: Zaida del Río.