El 2º Foro Internacional de Turismo de las Universidades Tecnológicas de México, que se celebra del 21 al 23 de septiembre en Guanajuato, contó en su jornada inaugural con un acto especial. La Universidad Tecnológica de San Miguel de Allende tributó un homenaje a Manuel Figuerola, profesor emérito e investigador de la Universidad Nebrija. Diferentes representantes académicos loaron su “trayectoria investigadora y su experiencia como consultor internacional” y sus antiguos alumnos y colegas destacaron su generosidad en divulgar su conocimiento, su capacidad de trabajo y su empeño por dignificar los estudios de turismo “siempre con una sonrisa” y con talante de colaboración.
En una conexión desde el Campus de Madrid-Princesa, Manuel Figuerola, que dirigió el doctorado en Turismo durante 17 años en la Universidad Nebrija, agradeció a todos el reconocimiento e hizo hincapié en el recorrido del turismo hasta alcanzar su estatus en los estudios plasmado por el Plan de Bolonia. En 1996 España reconoce el título universitario oficial de Diplomado en Turismo, “lo que abrió la puerta a diferentes investigadores”. El profesor emérito de Nebrija, desde todos sus cargos y especialmente desde la dirección general de la Escuela Oficial de Turismo (1996-2001), luchó para que el turismo ocupara la parcela social y académica que le corresponde actualmente en nuestro país. “Al principio me encontré con antagonismos y fui incluso mirado con extrañeza. `¿Un doctorado en turismo?´, me preguntaban, pero al final no había una estructura regularizada en ninguna parte del mundo como en España”, rememoró.
El conocimiento turístico, que “debe enriquecerse con un mayor inventario de documentación”, la mejora de la comprensión de la realidad turística, y una estructura que debe seguir adaptándose a la evolución de la demanda compusieron algunos de los asuntos sobre lo que versó su primera intervención, que terminó con la siguiente sentencia: “Hoy podemos decir que España ha elaborado un gran producto turístico que ha distribuido por todo el mundo, incluido por supuesto Latinoamérica”.
“Firme en su honestidad”
Entre las intervenciones, Fernando Tomé, vicerrector de Estudiantes, empleabilidad e internacionalización de la Universidad Nebrija, destacó que de Manuel Figuerola le sorprendió “la capacidad para corregirte de manera franca y honesta sin que te enfades -se mantiene firme en su honestidad-; y su capacidad de trabajo para seguir en la brecha y tirar del carro del turismo”.
Clara Martín Duque, profesora de Organización de Empresas en la Universidad Complutense de Madrid e investigadora externa en el Grupo Inteligencia Turística e Innovación de la Universidad Nebrija (Smarttour-INN), que compartió despacho con Figuerola, le consideró su maestro: “Aunque discutíamos mucho porque los dos teníamos mucho carácter, aprendía mucho de él; sin duda, es el mejor jefe que he tenido siempre”.
Laura Fuente y Ana Muñoz, dos exalumnas suyas, que hace 20 años que lo conocieron en La Berzosa, quisieron intervenir también en el homenaje: “Han sido muchos años, clases, proyectos y tesis doctorales. Gracias Manuel porque sin su apoyo y compañía no estaríamos donde estamos ahora, gracias por guiarnos en nuestro crecimiento académico y personal en este día en el que está rodeado de gente que lo admira”.
Hacia una nueva configuración del turismo moderno
Durante su conferencia magistral, titulada Hacia una nueva configuración del turismo moderno, Manuel Figuerola estableció un examen “exhaustivo” del futuro próximo del desarrollo turístico sin olvidar el análisis “en profundidad” del pasado del sector. Los procesos de elasticidad de la oferta y la demanda, a su juicio, proporcionará el crecimiento de las variables del turismo. En un discurso protagonizado por la relevancia de medir diferentes parámetros, Figuerola mostró una matriz doble, “que huye de las intuiciones”, con las claves de la evolución de la actividad turística. Este modelo tiene en cuenta fundamentos como la evolución sociológica, los cambios culturales, la renovación mundial, el cambio social, el progreso social, el avance territorial, la mejora de la riqueza, la mejora de la calidad social, el progreso de la calidad de vida, los cambios políticos, el avance cultural y el aumento de la renta. “No hay que seguir creciendo de cualquier manera, pienso que falta información”, concretó el profesor emérito.
Teniendo en cuenta el análisis de las tendencias históricas, la necesidad de un segundo análisis, la valoración de los puntos de inflexión de los cambios de tendencia y el control de las casusas de los bruscos puntos de inflexión, Figuerola planteó unas “exigencias de la configuración turística” marcadas por el equilibrio ambiental, la calidad social, el rigor en la calidad humana y la imaginación creativa. “Debe imponerse la disciplina en los procesos de ordenación turística, han de organizarse los diferentes elementos que constituyen su estructura”, argumentó.
Texto: Javier Picos. Fotos: Zaida del Río.