Las nuevas tecnologías han cambiado por completo la forma de relacionarnos. Para colmo, la pandemia ha acelerado un nuevo modelo social centrado en la tecnología y la comunicación que venía gestándose desde hace tiempo. Si antes del covid muy pocos sabían de reuniones o eventos online, hoy nos relacionamos a través de las pantallas con toda normalidad. Así las cosas, existen voces que apuestan por redefinir las siglas TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) de manera que se pueda explicar una comunicación más humana a través de los medios digitales. Ya hay expertos que abogan por incorporar la R (Relación). Así nacen las TRIC, un nuevo acrónimo en el que la R lo cambia todo.
Basándose en la incorporación de esta nueva aptitud, Carmen Marta-Lazo y José Antonio Gabelas-Barroso han presentado en la Universidad Nebrija el libro Diálogos posdigitales. Las TRIC como medios para la transformación social (Gedisa) con el que invitan al lector a participar en un diálogo sobre la importancia de las R-elaciones en la Tecnología.
En la obra, los autores analizan el factor relacional como el eje que influye en nuestra interacción y consumo de internet. Durante la presentación, moderada por Cristina Villalonga, vicerrectora de Educación Digital y Tecnología, ambos autores coincidieron en que el concepto TIC se ha quedado obsoleto “La R es una forma de redimensionar la comunicación en una época en la que nos hemos convertido en prosumidores (productores y consumidores) de contenido”, señaló Marta-Lazo, catedrática de Periodismo de la Universidad de Zaragoza e investigadora principal del Grupo de Investigación en Comunicación e Información Digital (GICID).
Recuperar el humanismo en la tecnología
“Se trata de recuperar el sentido de la comunicación para recuperar el humanismo en la tecnología”, añadió la directora de la Unidad Predepartamental de Periodismo y Comunicación Audiovisual y Publicidad y de la plataforma digital Entremedios.
En este tercer libro, “su tercer hijo” conjunto, defienden que, como sociedad, “hemos superado la era digital porque convivimos con lo digital sin darnos cuenta”. Es casi nuestra segunda piel.
De manera que ahora centran sus fuerzas en la educación. Por ejemplo, en integrar el ChatGPT en la Universidad. “Es importante incluir la tecnología en las clases de manera que se produzca un diálogo entre la inteligencia humana y la digital”, matizó Marta-Lazo.
Cristina Villalonga condujo la presentación a modo de entrevista. Tras una introducción de los autores, solicitó a José Antonio Gabelas-Barroso que desmontara los mitos tecnológicos que tenemos arraigados de manera equivocada en la conciencia colectiva. Él quiso desmontar el mito de la religión, el mito de la diferencia entre nativo o inmigrante digital y un tercer mito, el debate tecnológico relacionado con la educación y la comunicación.
“La inteligencia nunca puede ser artificial, siempre será humana”, recalcó. “La distinción entre nativo o inmigrante digital tampoco funciona ya. Pueden ser nativos, pero si no manejan correctamente las relaciones no sirve para nada”. El profesor de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad de Zaragoza y socio-fundador del Grupo de Investigación en Comunicación e Información Digital (GICID tampoco se mostró partidario de hablar de buenas o malas herramientas.
“Creemos que va más allá. Pensar que la tecnología puede ser buena o mala dependiendo del uso que se le dé es un reduccionismo. Nosotros integramos métodos y técnicas diferentes, lo que llamamos intermetodología. Se trata de sacar la máxima esencia de las personas, de los alumnos. Se trata de hacerlos brillar. El que no vale para estar delante de la cámara, vale para otra cosa. No hay vivencia más bonita que conseguir algo que, a priori, parece imposible”, explicó el maestro al tiempo que insistió en que “cada uno tiene su valor y sus posibilidades y todas juntas acaban en una dimensión holística”.
La importancia de las emociones en la educación
Herederos ambos de los postulados de Joan Ferres i Prats, doctor en Ciencias de la Información, profesor jubilado de la Universitat Pompeu Fabra, además de especialista en comunicación audiovisual y educación. Entre sus obras destacan Educar en una cultura del espectáculo, Televisión subliminal. Socialización mediante comunicaciones inadvertidas o Televisión y educación.
Los autores de Diálogos posdigitales. Las TRIC como medios para la transformación social, como Ferres, defendieron la educación basada en las emociones. “Cuando en educación nadie hablaba de emociones, Ferres ya lo estaba haciendo. Es un referente que nos ha ayudado mucho”, subrayó Gabelas-Barroso.
“Los últimos años del siglo XX y el principio del siglo XXI han sido los años de las emociones y, desde mi punto de vista, no siempre para bien”, matizó el profesor. “Necesitamos que la emoción deje de ser un impacto emocional y que sea producto de una reflexión. Nuestro cerebro está formado por dos hemisferios conectados, no separados. Lo emocional y lo racional funcionan al unísono”.
La ‘R’ como factor de riesgo
Desde este punto de vista surgió la otra vertiente del nuevo factor R en las TRIC. La R como riesgo. El entorno digital da pie a que personas de todo el mundo participen y colaboren dentro de él. Sin embargo, hay ciertas formas de relacionarse que pueden convertirse en amenazas para los usuarios de la red. Este riesgo también lo contemplan Marta-Lazo y Gabelas-Barroso en su libro.
“Basando las competencias mediáticas de las TRIC en seis puntos, lenguaje, tecnología, ideología valores, producción, relación y estética, los españoles somos analfabetos digitales en alguno de estos aspectos. En el que menos en la tecnología. A pesar de que con la pandemia dicen que hemos avanzado casi tres décadas. Aún existen brechas territoriales”, recalca Marta-Lazo.
“Nosotros pedimos al Gobierno de Aragón una asignatura cuya finalidad fuera alcanzar la competencia digital completa, que sepan manejar la información y, sobre todo, combatir la intoxicación informativa Nos escucharon y en cuatro centros piloto han implementado todo lo relacionado con las TRIC. Es la primera experiencia piloto a nivel europeo. Se trata de conseguir que las personas sepan manejar el universo digital y que se recuperen los valores fruto del pensamiento crítico, que se recupere el humanismo. Esto será el cuarto libro”, bromeó la doctora.
Gabelas-Barroso invitó a los presentes a bucear entre las páginas del libro porque “no es un ejemplar teórico. Es un conjunto de retazos, fácil de leer, escrito en tono divulgativo que recoge las experiencias que hemos tenido en toda esta área transversal. Es un gran mural donde cristalizan todas nuestras experiencias anteriores”, concluyó.