El sector energético, el transporte y la construcción sitúan la gestión de residuos en la primera línea de la sostenibilidad

Reducir, reutilizar y reciclar son las tres ´r´ que consumidores y productores están incorporando en su día a día. La denominada economía circular y la sostenibilidad en su conjunto empiezan a ser tomadas en serio por parte de los ciudadanos y de las empresas, que las fijan en sus planes estratégicos. Para fomentar el intercambio de ideas en este eje económico y social, Álvaro Rodríguez García, director del Máster en Administración de Empresas – MBA de Nebrija Business and Technology School, reunió en una mesa redonda a representantes del sector energético, de transportes y de la construcción que pusieron el acento en cuestiones como la gestión de residuos y la eficiencia sostenible de los procesos internos de producción.

Antes de darles la palabra, la profesora Marina Mattera, con más de diez años de experiencia en consultoría en sostenibilidad e innovación, mostró un poco de contexto. La Unión Europea produce más de 2500 millones de toneladas de residuos al año. Esta realidad exige un cambio de modelo hacia una economía circular. Mattera recordó que la Unión Europea define la economía circular como “un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende”.

Después, los conceptos y los ejemplos se sucedieron en un debate que congregó a Carolina Ibañez Cacho, gerente del departamento de Desarrollo Ambiental en Repsol; Edith Guedella, responsable de sostenibilidad del negocio de Construcción de ACCIONA; Iván López de la Casa, jefe del Departamento de Infraestructuras Eléctricas de la EMT; y Susana Bokobo, asesora técnica en la Cámara de Comercio Internacional de España.

Los argumentos de Repsol, ACCIONA y EMT

Los cargos empresariales quisieron dar protagonismo a la gestión de residuos, un aspecto que a veces queda en segundo orden en los foros de discusión. Edith Guedella señaló que el sector de la construcción requiere gestores de residuos para avanzar también en la huella ambiental y en el trabajo con la industria local y con las materias primas secundarias, condiciones en “las que ACCIONA ha trabajado mucho”.

En ese sentido, Iván López de la Casa recordó que la EMT (Empresa Municipal de Transportes) ha firmado un acuerdo con el vertedero de Valdemingómez para comprar biometano para la movilidad de veinte autobuses de su flota. También Carolina Ibañez Cacho trajo a colación un proyecto de Repsol en Puertollano con el impulso de una planta de reciclaje de colchones que va estar operativa este año. “La cadena de productores, consumidores y gestores de residuos tendrá que funcionar”, resaltó.

Susana Bokobo, en la sesión celebrada en el Campus de Madrid-Princesa de la Universidad Nebrija, pidió una nomenclatura internacional en términos como `residuo´ para poder adoptar medidas comunes. El respeto a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, la promoción de un comercio internacional “responsable” y la organización de foros de expertos fueron algunas de sus reclamaciones a las empresas.

“Palanca contra el cambio climático”

Considerando la economía circular como “una palanca que nos va a permitir luchar contra el cambio climático”, Carolina Ibañez Cacho precisó cómo Repsol está avanzando hacia un modelo de producción que garantice un desarrollo sostenible a través de cuatro ejes: ecodiseño, optimización de procesos productivos, gestión de residuos y cambio de tendencias (alquiler de coches, mercado de segunda mano). “Nuestra parte más estratégica son los combustibles renovables, a partir de materias primas de origen residual, para transformar nuestras refinerías. Para que no solo se alimenten de crudo, necesitamos todas las tecnologías posibles y todos los combustibles posibles”, afirmó.

Además de todos los aspectos generales apuntados por su compañera de debate, Edith Guedella añadió que ACCIONA está volcada en un “compromiso” hacia la descarbonización y una estrategia de sostenibilidad y herramientas de economía circular entre las que se encuentran la optimización de todos sus procesos de producción.

Para Iván López de la Casa, la economía circular es “algo intrínseco” de la EMT, la empresa de autobuses de Madrid, que plantea que en 2035 todos sus vehículos sean “de emisión cero”. Según su jefe del Departamento de Infraestructuras Eléctricas, el 20 % de la flota de la EMT será eléctrica en 2024 (ahora hay con este sistema 180 autobuses). El montaje de 40 000 metros cuadrados de placas fotovoltaicas en sus instalaciones y una mayor sostenibilidad en sus procesos internos fueron otras de las medidas que anunció López de la Casa.

700 000 nuevos puestos de trabajo para 2030

La transición hacia una economía más circular, de acuerdo con los datos de la Unión Europea, provoca crecimiento económico y nueva creación de empleo. La UE cifra en 700 000 los puestos de trabajo para 2030 en su territorio.

“Es una oportunidad porque estamos en una crisis climática, necesitamos adecuar las profesiones para hacer los negocios más sostenibles”, expresó Edith Guedella. La capacidad de crecimiento de la economía circular integra, según Carolina Ibañez Cacho, investigación, desarrollo tecnológico y alianzas entre diferentes entidades. “Me da mucha envidia la gente que se está formando ahora; los estudiantes son muy afortunados en formarse en tema de sostenibilidad porque además va a haber mucho trabajo”, señaló. Intervino en este punto también Susana Bokobo: “La educación se está poniendo mucho las pilas en este sentido, ojalá todas las investigaciones tengan ya una mirada desde la sostenibilidad”.

Texto: Javier Picos. Fotos: Zaida del Río.

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