El Instituto Cervantes de Milán y la Fundación Nebrija (Universidad Nebrija), en colaboración con Fondazione Circolo dei lettori Torino y el Consulado de España en Milán, organizaron en el Círculo de Lectores, en Turín, una conferencia sobre Antonio de Nebrija y su influencia italiana.
Con el título italiano Antonio de Nebrija e la sua influenza italiana” y el significativo subtítulo “Conferenza a tre voci per far conoscere la figura di Nebrija considerato il primo umanista ispanico, el pasado martes 26 de septiembre tuvo lugar en Turín un evento cultural de calado. Formó parte de las actividades internacionales que la Comisión Nebrija 500 años está realizando en diversos países.
El acto tuvo lugar en un magnífico palacio barroco, el Palazzo Graneri della Roccia, construido entre 1681 y 1699, sede del Circolo dei lettori, en un gran salón abarrotado de personas, y fue moderado por la hispanista turinesa Veronica Orazi, del Dipartimento di Scienze Letterarie e Filologiche, Università degli Studi di Torino. Para hablar al público italiano sobre la influencia de la cultura italiana en Nebrija y la posterior impronta del propio Antonio de Nebrija en el humanismo italiano, fueron tres los escritores invitados al diálogo: Darío Villanueva (presidente del Patronato de la Universidad Nebrija, académico y exdirector de la RAE), Juan Luis Cebrián (académico de la RAE y presidente de honor del diario El País) y Diego Moldes (director de Relaciones Institucionales de la Fundación Nebrija), autor, además, del libro Antonio de Nebrija y su origen judeoconverso.
El acto transcurrió de forma bilingüe, en español e italiano, gracias a la traducción simultánea.
Antes de la conferencia a tres voces, dieron unas palabras de bienvenida María Jesús García Miguel, cónsul honorario del Reino de España en Turín, y Teresa Iniesta Orozco, directora del Instituto Cervantes de Milán.
La conexión con Cervantes
El primero en tomar la palabra fue Diego Moldes, que vinculó las figuras de Antonio de Nebrija y de Miguel de Cervantes a través del protagonista de una de las Novelas Ejemplares cervantinas más significativas, El licenciado vidriera. También explicó, en una segunda intervención, que “existen cerca de mil obras originales de Nebrija (manuscritos, impresos, incunables, libros datados entre las décadas de 1480 y 1590) en bibliotecas e instituciones italianas de más de 155 ciudades y localidades. Serían 157 ciudades si incluimos bibliotecas del Vaticano y San Marino. Un legado nebrisense en Italia impresionante.”
Juan Luis Cebrián analizó las intenciones de Nebrija al escribir sus gramáticas y diccionarios, tanto los latinos como su Gramática sobre la lengua castellana (1492) y describió la influencia de Nebrija no sólo en España, Italia y Europa, sino en toda América, con las gramáticas amerindias que los misioneros españoles hicieron en el Nuevo Mundo. También disertó sobre las relaciones entre las lenguas y la gobernanza de las naciones, así como la forma en la que el poder político hace uso de la lengua. Como ejemplo destacable mencionó que “a principios del siglo XIX, cuando las repúblicas americanas comenzaron sus procesos de independencias del Imperio Español, en todo el continente vivían unas 25 millones de personas y diversos lingüistas estiman que sólo hablarían el español como lengua materna entre un diez, doce, quince o, como mucho, veinte por ciento de toda la población americana. Es decir, cerca de dos millones de hispanohablantes. Muy pocos. Fueron las naciones americanas independizadas las que impusieron el español en las escuelas, no España.”
Su valor histórico
Por su parte su colega académico, Darío Villanueva, hizo valiosas aportaciones como reputado lingüista, que sirvieron para que los presentes comprendiesen el gran valor histórico que tuvo la figura de un humanista como Nebrija en la época del Renacimiento. Villanueva también detalló la importancia que tuvo la aparición de la imprenta en la vida de Nebrija, porque “es seguro que durante su estancia en el Colegio de España en Bolonia y en la Università di Bologna (Alma mater studiorum), la universidad más antigua del mundo, ya circulaban libros impresos que Nebrija tuvo que conocer y leer.” Aunque, precisó, la imprenta en Bolonia se acabó de instalar en 1471 y él dejó Bolonia un año antes, en 1470. Sobre lo afirmado por Juan Luis Cebrián respecto a la relación entre el español y las lenguas indígenas americanas mostró su acuerdo y explicó que no sólo los españoles no impusieron a sangre y fuego la lengua española sino que “Muy al contrario, Carlos V promueve desde 1522 el estudio y reconocimiento oficial de las lenguas amerindias; en 1573 Felipe II promulgó una disposición para sus nuevos súbditos en la que se afirma que “no parece conveniente apremiarlos a que dejen su lengua natural, más bien se pondrán maestros para los que voluntariamente quisieren aprender la castellana”, y en 1583 dispuso la creación de cátedras universitarias en Lima y México de “lenguas generales” como el quéchua, el náhuatl y el muisca.”
Ante dos centenares de personas, cerró el acto, con unas palabras de reflexión sobre Nebrija y de agradecimiento a los asistentes, Per Giulio Biino, presidente de la Fondazione Circolo dei Lettori y del Salone del Libro de Turín.
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