413 años después, diez mujeres reinterpretan con las nuevas tecnologías un bodegón de Clara Peeters

Clara Peeters pintó Bodegón con flores, copa de plata dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre en 1611. El hecho de ser mujer solo le permitía crear obras dentro de una temática considerada de arte menor. Respondiendo a un proyecto del Museo del Prado, y más de cuatro siglos después, ocho alumnas de la Universidad Nebrija, coordinadas por las directoras del  Grado en Bellas Artes y el Grado en Diseño Digital y Multimedia, Lorena Palomino y Amaya Hernández Sigüenza, han reinterpretado el cuadro desde las nuevas tecnologías haciendo hincapié en temas como la ecología, el feminismo y la identidad.

Las diez creativas se pusieron manos a la obra para llegar a finales del año pasado a la versión actualizada del bodegón de Peeters: Bodegón con flores, smoothie, dulces, comida basura, móvil y cigarrillos, en el que tras un arduo periodo de concepción de bocetos, modelados, diseño, animación y posproducción llegaron a una propuesta que realzara la fugacidad de la vida y los elementos perecederos en contraste con la perdurabilidad de materiales como el plástico.

Lorena Palomino, Amaya Hernández Sigüenza y la estudiante Alicia Aragón -en representación también de sus compañeras Alejandra Fernández, Andrea Abril, Apel (África Puente), Bárbara Cirujeda, Elisa Maglienti, Melina Fernández y Mónica Escartín- explicaron los pormenores del proceso en el taller ¿Cómo reinterpretar una obra de arte a través de las nuevas tecnologías/diseño digital? dentro de la programación del Madrid Design Festival, la gran cita anual del diseño de Madrid, que se celebra hasta el 31 de marzo en la Institución Libre de Enseñanza.

Una iniciativa del Museo del Prado

Con motivo de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea durante el segundo semestre de 2023, el Museo del Prado puso en marcha un grupo de trabajo de con el Foro de Asociaciones de Diseño READ para impulsar el proyecto El Prado en Vol. El reto consistía en elaborar un diseño en 3D a partir de una obra artística del Museo Nacional del Prado. La reinterpretación, la originalidad y el aporte de valor a la experiencia del espectador eran tres de las claves de una iniciativa a la que rápidamente contestó la Universidad Nebrija con una convocatoria abierta a los estudiantes para participar en el proyecto.

Después de la contextualización de Lorena Palomino y Amaya Hernández Sigüenza, Alicia Aragón comentó que la versión “rebelde y atrevida” de la obra de Peeters esconde una sorpresa interactiva. Igual que la pintora flamenca pintó su autorretrato -tres veces en la copa y cuatro en la jarra- en el bodegón, las estudiantes quisieron, a través de un filtro interactivo de Instagram, que los espectadores pudieran dejar su fotografía en la pantalla del móvil. Por un lado, hay un homenaje a Peeters y por otro, las artistas introducen un componente cotidiano de nuestra vida: el selfie (autofoto).

Dos preguntas al cuadro

En la última parte de la charla, y ante un público que expresó “inquietud” por el tema, las dos profesoras de la Universidad Nebrija mostraron Narciso (Caravaggio) y Las tres Gracias (Rubens) para incentiva el debate sobre la reinterpretación de las obras clásicas que pasa por plantearse dos preguntas: ¿qué aspectos relevantes trata la obra? y ¿qué herramientas podemos usar para crear nuestra versión?

Texto: Javier Picos. Fotos: Nacho Nava

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