La Escuela de Verano Universidad Nebrija – Foro Recursos Humanos cumplió cinco años con dos jornadas prácticas sobre inteligencia artificial (IA) sin perder de vista la inteligencia humana en la gestión del talento en las empresas y las organizaciones. Los debates se centraron en el intercambio de ideas en una “nueva era” que reclama “renovados” liderazgos con la ayuda de la tecnología más disruptiva y la interpretación más especializada de las profesionales de los recursos humanos.
El encuentro, dirigida por Eva Iglesias, directora académica del Máster en Liderazgo y Dirección de Recursos Humanos de la Universidad Nebrija, y Tomás Pereda, subdirector general de la Fundación máshumano, está organizada por la Universidad Nebrija y el Foro Recursos Humanos, con el patrocinio de EY y la colaboración de empresas como Fundación máshumano y DKV Seguros. Los expertos ejercieron una docencia práctica en formato híbrido, con sesiones presenciales por la mañana y virtuales por la tarde.
El rector, Jose Muñiz, y Ana Fernández-Ardavín, decana de la Facultad de Economía y Empresa, pronunciaron los discursos en representación de la Universidad Nebrija. Si para el primero, la Escuela de Verano es “una simbiosis entre la academia y la empresa, las dos caras de la misma moneda”, la segunda reivindicó el pensamiento crítico aplicado a la inteligencia artificial, “un tema fundamental en todos los campos y en todos los centros de debate”.
José Luis Risco y Francisco García Cabello
Por su parte, José Luis Risco, socio del área de People Advisory Services de EY España, recordó la interrelación de la inteligencia artificial con los otros tres tipos de inteligencia “necesarios” para gestionar personas: la emocional, la colaborativa y la proactiva. Francisco García Cabello, fundador y CEO de Foro RRHH, añadió la innovación, la creatividad, la pasión, la inquietud y la reflexión con ayuda del conocimiento como otras cuestiones “fundamentales” en la nueva etapa que se abre en el campo de los recursos humanos.
En este sentido, los codirectores de la Escuela de Verano Universidad Nebrija – Foro Recursos Humanos apostaron por una tecnología al servicio de la inteligencia humana. “En este foro vamos a salir con más dudas que certezas, llegaremos a una verdad provisional sometida a las sospechas, pero el pensamiento creativo y critico está en nuestro terreno y en los análisis de datos ya nos está ayudando la inteligencia artificial”, dijo Tomás Pereda.
Ante una posible irrupción de una “segunda Ilustración”, donde la revolución tecnológica nos lleve a la revolución del pensamiento, Pereda insinuó que a la inteligencia artificial “nunca se le va a poner la carne de gallina”. Eva Iglesias añadió: “La inteligencia artificial no nos va a quitar el trabajo, sino las personas que la sepan manejar, por lo tanto, habrá que `tocar´ esta tecnología para estar a la vanguardia”.
Buenas prácticas en empresas
Precisamente la primera mesa redonda de la Escuela de Verano, moderada por Eva Iglesias, introdujo a los asistentes en las buenas prácticas en la aplicación de la inteligencia artificial en las empresas. Del plano de las ideas al de las herramientas, tomaron la palabra Álvaro García, Partner Success manager (gerente de Éxito de Socios) en España de Talentia Software; Javier Iglesias, senior director de Westh-South & Emerging EMEA (director senior, EMEA Oeste-Sur y Emergentes) de Pegasystems; Beatriz Lucía Martínez. directora del área de Talent Analytics del Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC); y Miguel Sánchez Novo, AI Project Manager (gerente de proyectos de IA) de Psicosoft.
Tras repasar la historia de la inteligencia artificial, “la ciencia e ingeniería de hacer máquinas inteligentes”, la evolución apunta a que emergerá la SIA, la superinteligencia artificial en los próximos diez años, “capaz de emular la inteligencia de las personas, aunque siempre va a hacer falta la inteligencia humana”. Así lo cree Álvaro García, que hizo demostraciones de Théo, el asistente virtual de Talentia. Los chatbots, los programas informáticos con los que se puede mantener una conversación, el desarrollo de encuestas, los modelos de capacidades y desempeño y procesos como el de revisión salarial son, a su juicio, algunas de las herramientas de IA que el área de recursos humanos ya está poniendo en práctica.
La relación con los clientes
Para Javier Iglesias, las empresas, gracias a la IA, están mejorando su relación con los clientes y haciendo sus procesos internos “más ágiles y eficientes”. La personalización en tiempo real y la reasignación de trabajos y recursos están a la orden del día. En Pegasystems ya trabajan con simulación de clientes para entrenar a equipos. Cuando acaba esa interacción, el sistema es capaz de generar un informe de cómo ha respondido el agente a los requerimientos de ese cliente que no existe como tal pero que reproduce patrones de personas que entran en contacto con la empresa en cuestión.
“Al tener la visión global de la empresa, podéis ayudar al resto de departamentos sobre donde deben focalizar. Bucead, conoced las herramientas, pero definiendo los objetivos, Que la tecnología no os aturulle y revisad todo para comprobar que vamos por el camino que queremos. Me gusta la tecnología, pero cuando se aplica a las personas”, consideró Javier Iglesias.
Información cuantitativa interpretable
Desde el Instituto de Ingeniería del Conocimiento, sus expertos desarrollan herramientas tecnológicas de evaluación a medida de las empresas. Beatriz Lucía mostró algunas de ellas en la Escuela de Verano: modelos de predicción para el riesgo de salida voluntaria de los empleados, detección de expertos y referentes -para descubrir “líderes ocultos” de una organización-, u optimizaciones de proceso de selección masiva de personal. “Nuestros modelos devuelven una información cuantitativa interpretable y el técnico toma la decisión, no el algoritmo”, aclaró.
Por último, Miguel Sánchez Novo defendió que la innovación tecnológica “seguirá cosechando grande éxitos” en el campo de los recursos humanos. Concretamente, la IA alimenta proyectos internos y soluciones en el mercado a través de herramientas que desarrollan soluciones y automatizan procesos para luego tomar decisiones inteligentes”.
A través de plataformas y paquetes de Psicosoft, Sánchez Novo explicó cómo diferentes algoritmos pueden adaptarse al conocimiento de cada candidato en un proceso de selección, en la evaluación de programas de formación, en el desarrollo dirigido a empleados o en la completa retroalimentación de cualquier acción emprendida.
La sesión de tarde de la Escuela de Verano no abandonó el carácter eminentemente práctico. El uso de la inteligencia artificial para profesionales de la gestión del talento reunió en línea a Jose Juan Martín (Open HR), Ana Valera (PDA International), Mercedes Hortelano, consultora de IA generativa aplicada a recursos humanos, y Rocío Fernández Martín (Fénix / AI People).
Cambio de era
El componente humano en la era digital marcó la segunda jornada de la V Escuela de Verano y concretamente el pensamiento crítico aplicado a la gestión de personas. La mesa de debate en torno es esta cuestión, moderada por Tomás Pereda, congregó a Carlos Rebate, director de Innovación de Securitas Direct; a la filósofa Fátima Álvarez; a Jose María Ortiz, rector honorífico de la Universidad Villanueva; a Lucía Jaquotot, directora de Talento de EY; y a Albert Cañigueral autor de El trabajo ya no es lo que era y colaborador del Barcelona Supercomputing Center.
“Parece que estamos en un cambio de era, en esas fronteras de claroscuros, donde surgen problemas que conllevarán tomar decisiones sobre las personas y en poco tiempo”, observó Tomás Pereda.
El subdirector general de la Fundación máshumano alentó a recuperar “nuestra inteligencia” y “a orientar nuestro comportamiento para adoptar soluciones que nos afectan”. En la toma de decisiones, en su opinión, resultan fundamentales los procesos de verificación y justificación.
Copilotaje máquina-humano
Sobre el denominado copilotaje, la interactuación de la máquina y el ser humano, en la resolución de problemas, Albert Cañigueral defendió un equilibrio entre las herramientas y las responsabilidades humanas, pero “no debemos dormirnos al volante ni utilizar el piloto automático”. Advirtiendo de la “pasada de frenada” de mercados de talento eficientes, pero con el riesgo de mercantilizar y deshumanizar el trabajo, el investigador catalán subrayó la necesidad de divergir de las líneas mayoritarias en tecnología y de innovar desde las personas como centro de operaciones.
Otro de los aspectos que abordó Cañigueral fue el despliegue de uso de la inteligencia artificial. En ese punto, hay expertos que defienden introducir “fricciones” como retrasos a la hora de responder por parte de las herramientas para provocar con esa demora de unos segundos la reflexión de los humanos.
Carlos Rebate identificó con una metáfora el momento de velocidad tecnológica a la que estamos expuestos: “Somos conejos en medio de la autopista”. Nuestra “sacudida” capacidad de atención en “un siglo XXI equivalente a 20 000 años de progreso” habita, a su juicio, en tres mundos: sólido (físico), líquido (digital) y gaseoso (un mundo que no consume materia). “Este animal que imitamos con la IA no lo conocemos del todo” -dijo-, por eso “la competencia número uno del pensamiento crítico en el mundo y en las organizaciones es caracterizar, entender y ver cómo se comporta la complejidad del sistema”.
“Sondear misterios”
Carlos Rebate y José María Ortiz reconocieron sentirse “fascinados” por el momento de cambio que vivimos. El rector honorífico de la Universidad Villanueva fue más allá: “Los occidentales llevamos mal el misterio, nos hemos olvidado que lo humano no es resolver problemas, sino sondear misterios y eso nos pone nerviosos porque no debemos olvidar que el modo de conocer más humano es el corazón”.
Ante cuestiones como qué es la inteligencia o la sabiduría y ante un momento “acelerador de grandes preguntas antropológicas”, Ortiz recordó que el disruptivo es el talento “más valioso”, un valor que cultivan las personas “que intuyen, que tienen experiencia en saber cuándo es el momento y cuándo no”. En el intercambio de ideas de la Escuela de Verano, dejó otro mensaje: “Nos hemos metido en un mundo maravillosos en el que el debate nos mejora, lo nuestro es proseguir y el crecimiento; hay que acostumbrarse a vivir con esa tensión creativa”.
Sin miedo a la tecnología
La capacidad para alimentar el pensamiento crítico entre los profesionales de los recursos humanos protagonizó la intervención de Lucía Jaquotot. “La IA nos ayuda, con su ritmo frenético, pero tienes que meter ese punto diferencial, crítico. Somos desde EY, fieles defensores del copilotaje, hay que evolucionar y tener capacidad de adaptarse al entorno y no mirar con miedo la tecnología”, comentó.
En el coloquio, Fátima Álvarez hizo hincapié en “cómo vamos a colocar la primera piedra en las nuevas relaciones entre máquinas y humanos para que el edificio no quede torcido”. Dejando claro que las tecnologías están al servicio de las personas, aunque son modelos de negocios con sus intereses e ideologías, la profesora de Filosofía reclamó el criterio propio, la capacidad de discernimiento, la mesura, la prudencia y el conocimiento para no caer en “el riesgo de la conformidad” que pueden provocar las nuevas tecnologías.
Clausura de Antonio Fernández Galiano
Antes de la clausura institucional de Gerardo Mochales, vicerrector de Estudiantes, Empleabilidad e Internacionalización de la Universidad Nebrija, Antonio Fernández Galiano, expresidente y consejero delegado de Unidad Editorial, cerró la V Escuela de Verano con un alegato en favor de la libertad, la defensa de los hechos y el “predominio” de la razón frente a las emociones.
Texto: Javier Picos. Fotos: Zaida del Rio.