El `Behavioral Finance´ ilumina las esquinas de la inversión financiera

Invertir no deja de ser un proceso probabilístico en el que entran en juego múltiples factores de conocimiento del terreno, pero también condicionantes que llevan a tomar malas decisiones provocadas por los sesgos y los atajos mentales. El denominado Behavioral Finance, una mezcla de psicología social y economía que surge en los noventa como una respuesta a la teoría neoclásica -regida por la formulación y las normas-, está a la orden del día a la hora de gestionar los manejos del “poderoso caballero”.

Jaime Martínez Gómez, director global de Asignación de Activos en BBVA Asset Management, analizó las aplicaciones y conceptos básicos del Behavioral Finance (término que tiene sus símiles en español: finanzas del comportamiento, finanzas conductuales, psicología de los inversores o psicología del comportamiento financiero) durante la inauguración de los seminarios de investigación de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad Nebrija acompañado de su decana, Ana Fernández-Ardavín, y del gerente de Nebrija, Óscar Aguado.

El Behavioral Finance “percibe creencias no completamente racionales y usa preferencias más realistas al pasar de un concepto de homo economicus a otro de Homer economicus” que hace referencia al personaje de Los Simpson, que imponía sus instintos a la lógica. En cualquier caso, Martínez Gómez apeló, en esas decisiones financieras, a buscar constantemente a personas que piensen en contra de tu criterio y a registrar las experiencias positivas y negativas personales del pasado.

Behavioral Finance Nebrija

Exceso de confianza y anclaje

El experto del BBVA diseccionó un mapa de sesgos cognitivos que afectan a las decisiones financieras como el exceso de confianza, la representatividad, el conservadurismo, el de confirmación, el anclaje (“nuestra tendencia a utilizar información irrelevante en una situación de incertidumbre”) o la disponibilidad (el mecanismo de la publicidad).

Algunos sesgos emocionales como la contabilidad humana (“tendencia a organizar nuestra mente en diferentes cuentas separadas y no agregar los resultados de todos ellas”), el statu quo (la preferencia por mantener una situación tal cual está), el endowment effect (sobrevalorar algo por el hecho de que nos pertenece) o el present bias (preferimos la satisfacción inmediata que la futura) también emergieron en su ponencia.

Los treinta años de experiencia en la gestión de activos de Jaime Martínez Gómez salieron a relucir además cuando explicó algunos aspectos de la teoría prospectiva o teoría de las perspectivas (prospect theory) ideada en 1979 por los psicólogos Daniel Kahneman (Premio Nobel de Economía en 2002) y Amos Tversky. El dolor de una pérdida es mayor que el placer que proporciona una ganancia equivalente es una de las máximas aplicadas al sector financiero más conocidas de estos economistas.

Behavioral Finance Jaime Martínez Gómez

SOS, los sesgos nos acechan

¿Cómo sobrevivimos a todo esto, a este magma de sesgos y a esta constatación de la probabilidad como un compañero de la inversión? Según Martínez Gómez, modificando a la persona en cuestión o modificando el entorno. En la primera acción puede ayudarnos la educación, las estrategias cognitivas (como tener en cuenta las opiniones contrarias, la generación de alternativas o la reducción del optimismo) y los modelos de decisión trabajados (como la que muestra la película Moneyball).

Si probamos con el cambio del entorno tendremos que acometer incentivos económicos o sociales, o impulsar los nudges, pequeños refuerzos positivos que, al estilo de la mamá elefante cuando empuja con su trompa a la cría para que siga la senda adecuada, nos ayude a canalizar nuestras decisiones de la mejor manera.

[Jaime Martínez Gómez citó la web Good Judgment® Open, propiedad de Good Judgment, una empresa “que brinda a los tomadores de decisiones corporativos, gubernamentales y no gubernamentales el beneficio de la previsión”].

Texto: Javier Picos / Fotos: Zaida del Río.

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