Reseña. Clasificación de Intervenciones de Enfermería (NIC)

La Clasificación de Intervenciones de Enfermería (NIC) es una herramienta que estandariza el lenguaje de enfermería haciéndolo sencillo y claro, pero también es un recurso clínico basado en la investigación más actual y sujeto a un desarrollo continuo cuyo objetivo es facilitar la elección de las intervenciones de enfermería en la práctica clínica.

La octava edición de Clasificación de Intervenciones de Enfermería (NIC, siglas en inglés de Nursing Interventions Classification) se caracteriza por ser una obra completa que incluye toda las intervenciones de enfermería desde la práctica general hasta las áreas de especialidades; a saber: fisiológica y psicosocial, tratamiento y prevención de enfermedades, fomento de la salud, intervenciones para individuos, familias y comunidades y cuidados indirectos; recogiéndose tanto intervenciones individuales como en equipo. Además, esta clasificación está relacionada con otras clasificaciones de enfermería como la NANDA-I, y ha sido desarrollada a la par que la Clasificación de resultados (NOC).  De hecho, esta nueva edición del NIC incluye como una de sus novedades, vínculos de la NIC y la NOC (siglas en inglés de Nursing Interventions Classification) con seis de las condiciones clínicas más costosas y frecuentes.

Otras novedades de esta edición que se han incorporado son dos elementos que no figuraban en las intervenciones anteriormente, y son: una estimación temporal en la ejecución de cada intervención y el nivel mínimo de formación que el profesional de enfermería necesita para realizar la intervención de un modo seguro y competente.

El número total de intervenciones que se recogen son 614, de las cuales 60 son nuevas, surgidas durante la pandemia para cubrir las debilidades del Sistema Sanitario y la necesidad de alcanzar una justicia social, inspirada esta última en el siguiente informe: Future of Nursing 2020-2030: Charting a Path to Achieve Health Equity (en español, Futuro de la enfermería 2020-2030: trazando un camino para lograr la equidad en salud) que implica la urgencia de pautas específicas de cuidados en enfermería para evitar desigualdades en la atención de los pacientes basadas, principalmente, en la edad, etnia y lugar de residencia (zonas rurales).

Por supuesto, además de revisar, también se ha ampliado el contenido de 231 intervenciones. Asimismo, de forma global se han modificado normas y la terminología de enfermería, reflejado esto último en la sección “Definiciones de términos” donde sustituyen el uso de términos como “paciente” y “médico” por términos como “persona” y “profesional sanitario”. E, igualmente, se ha renombrado varias áreas especializadas que reflejan también los cambios en los nombres de las organizaciones especializadas, tales como: “Enfermería ambulatoria” denominada ahora “Enfermería de cuidados ambulatorios” o “Enfermería de anestesia” por Anestesiología enfermera”, y así sucesivamente.

Y, por último, mencionar que las referencias bibliográficas, a pesar de estar actualizadas, no figuran de manera exhaustiva, pero se pueden consultar de manera íntegra accediendo a Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature (más conocido por sus siglas, CINAHL), MedlinePlus o en la base de datos de Pubmed.

Aquellos lectores, especialmente los estudiantes del Grado de Enfermería, que estén interesados en acercarse a estas novedades, y otras muchas más que esperan por descubrir, encontrarán disponible el libro en la Biblioteca de San Rafael-Nebrija y, además, pueden localizarlo a través del Catálogo-OPAC ~ Web Portal de la Red de Bibliotecas.

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