Los servicios de nube (cloud service), “un pilar básico de la transformación digital”, permiten procesar, almacenar y gestionar datos de forma remota. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) define así un sector en auge que utiliza ya más del 30 % de empresas en España.
Para analizar estos desarrollos digitales recientes, el Grupo Nebrija de Investigación en Antitrust, Regulación y Economía del Comportamiento ARECO y el Real Instituto de Estudios Europeos (Universidad CEU San Pablo) organizaron en el Campus de la Politécnica y Ciencias Sociales en Madrid-Princesa el seminario El Derecho de la Competencia ante el sector del ‘cloud computing’.
Las autoridades de la competencia nacionales e internacionales están analizando los entornos de la computación en la nube acelerados por la integración de la inteligencia artificial en los procesos. En este sentido, se han sucedido diversas noticias que subrayan el interés legal y social del mercado de servicio de nube como reflejan las demandas ante la Comisión Europea por presuntas conductas abusivas contrarias al artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TUE) en relación con diversas prácticas llevadas a cabo por empresas dominantes en el sector, y la interpuesta en Reino Unido a Microsoft por “supuestamente cobrar de más por usar sus productos a empresas que usan computación en la nube de competidoras suyas”.
Informes y estudios pertinentes
Además, diversas autoridades de competencia en Europa y Estados Unidos han emitido estudios y análisis sobre este mercado. La CNMC publicará un informe sectorial en 2025 sobre los servicios de nube en España tras recabar en una primera fase los datos de una consulta pública.
Renata Sánchez de Lollano, vocal asesora en la Subdirección de Estudios e Informes de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, comentó en el encuentro que este documento “pormenorizado” integra “un punto de vista general que no remite a conductas concretas de determinadas empresas”, pero que recogerá unas recomendaciones para ahondar en el entorno competitivo en la prestación de estos servicios.
Consulta pública
La consulta pública, que consta de 36 respuestas de proveedores y otros agentes, confirma el gran potencial del cloud en España con el foco en temas como la seguridad y la sostenibilidad. Entre los principales factores que llevan a las empresas a contratar estos productos están las relaciones “históricas” con los proveedores, la facilidad de uso de las herramientas y las cualidades técnicas, no tanto el precio del servicio.
La falta de transparencia, los cambios unilaterales en las condiciones contractuales o la dificultad de prever los cortes del servicio también asoman en las respuestas de la consulta pública que derivará en un estudio que se completará con los requerimientos de más información a los proveedores.
El auge del cloud en España
En el debate, María Álvarez Caro, responsable de Relaciones Gubernamentales y Políticas Públicas de Google Cloud Iberia, recordó la actualidad de un sector mundial en el que las empresas europeas solo acaparan el 2 % del mercado.
Al interés de las grandes operadoras en España por cuestiones geográficas, por la buena conectividad y por el buen acceso a la red energética, se suman las estimaciones de Google sobre la inteligencia artificial generativa, que puede aportar hasta 120 000 millones de euros al PIB español en la próxima década. “La nube ha ido creciendo gracias a los nativos digitales, pero poco a poco las empresas más tradicionales han ido comprobando los beneficios de estar ahí”, argumentó Álvarez Caro.
El avance en un acuerdo marco en la contratación pública y el riesgo para las empresas de depender de un solo proveedor de servicios fueron otras dos de las preocupaciones que puso sobre el tapete la responsable de Relaciones Gubernamentales y Políticas Públicas de Google Cloud Iberia.
Tres categorías
Para Rafael Baena, socio del Departamento de Competencia, Regulación e Inversiones Extranjeras de Ashurt en España, hablar de cloud remite a varias aproximaciones y problemáticas. De hecho, desde el punto de vista del negocio, la nube se estructura en tres categorías: Infraestructura como servicio (IaaS), donde el proveedor surte al usuario de servidores y la capacidad de almacenamiento; Plataforma como servicio (PaaS), donde está disponible el software y las herramientas necesarias para desarrollar sus aplicaciones sin tener que crear o mantener la infraestructura informática necesaria; y el Software como servicio (SaaS), donde el usuario tiene acceso a todos los programas y aplicaciones contratados, que son gestionados en su totalidad por el proveedor. “El punto de partida es entender que hablamos de mercados muy distintos”, advirtió.
En su opinión, las autoridades de la competencia tienen “el ojo puesto” en el sector porque opera con infraestructuras críticas, porque los centros de datos son el “gran anhelo” de cualquier inversor, y porque “todo se está yendo a la nube”. Las licencias y su coordinación entre las grandes operadoras, la integración de los servicios de innovación, los precios abusivos en transferencias de datos y las restricciones técnicas a la operatividad son las preocupaciones, de acuerdo con Banea, de los garantes de la competencia.
Para ilustrar en la materia a los asistentes al seminario, los directores Fernando Díez Estella (Universidad Nebrija) y Jerónimo Maíllo (Universidad San Pablo CEU) repartieron diversa documentación legal y de actualidad sobre la computación en la nube. Precisamente en el artículo sobre el reto regulatorio de los ecosistemas digitales, publicado en el monográfico de abril de 2024 de Derecho digital e innovación (editorial LA LEY), Díez Estella apuntó que la articulación de las dos grandes regulaciones en la materia, la DMA (Digital Markets Act) y el artículo 102 de TFUE, “no parece que- de momento- esté bien estructurada”, si bien, todo apunta a que “sólo esta última va a ser efectiva en un futuro inmediato”.
Texto: Javier Picos / Fotos: Zaida del Río