La segunda edición de `Ellas dirigen´ reivindica el impulso de la mujer en el sector audiovisual

El ciclo `Ellas dirigen´ reivindica el impulso de la mujer en el sector audiovisual

El Ciclo Cine, Mujer y Educación – Ellas dirigen –, programado por la Cátedra en Cine, Mujer y Educación (CIMUED) de la Universidad Nebrija, EGEDA y Platino Educa, impulsó el Día Internacional de la Mujer en el Campus de Comunicación y Artes en Madrid-San Francisco de Sales y en la Fundación Casa de México.

Las cuatro sesiones de la segunda edición de Ellas dirigen, del 3 al 6 de marzo, mostraron los siguientes trabajos audiovisuales de actualidad dirigidos por mujeres:  La infiltrada (2024), de Arantxa Echevarría; Norbert (a) (2024) de Sonia Escolano y Belén López Albert; Nina (2024) de Andrea Jaurrieta, y El portal: La historia oculta de Zona Divas​ (2024), de Astrid Rondero y Fernanda Valadez.

Tras las proyecciones, las representantes de cada cinta debatieron sobre la participación femenina en la industria audiovisual, con el foco de ofrecer una mayor visibilidad al trabajo de las directoras y de las jefas de equipo que forman estas producciones. De hecho, la Cátedra pretende impulsar una industria audiovisual igualitaria, con presencia de la mujer en las doce categorías que componen el audiovisual: dirección, guion, producción ejecutiva, dirección de producción, dirección de fotografía, dirección de arte, montaje, VFX (efectos visuales), sonido, composición musical, maquillaje y peluquería y vestuario.

Romper estereotipos de género

“El ciclo nos permite analizar títulos que han marcado diferentes hitos en 2024, apoyar el trabajo de sus directoras, romper estereotipos en cuanto a géneros y temáticas y exponer junto a las profesionales los resultados de las investigaciones de CIMUED. La Cátedra cumple un año de trayectoria con 10 publicaciones científicas, 73 impactos en medios de comunicación y más de 20 actividades de divulgación, y con el apoyo de 14 universidades, públicas y privadas, nacionales e internacionales”, apunta Marta Saavedra, directora de la Cátedra. “La industria avanza, pero sigue estando masculinizada, con solo un 38 % de mujeres y desde CIMUED queremos potenciar acciones de divulgación, como el ciclo, que ayuden a tomar conciencia”, añadió.

“Nuestras investigaciones, así como los informes de CIMA (Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales) y otras organizaciones, inciden en que las mujeres encuentran mayores dificultades en dirigir thriller, acción, terror, animación… proyectos de gran presupuesto, en definitiva. Las profesionales sienten cierto encasillamiento en comedia romántica, cine social o documental”, explica Rocío Gago, investigadora de la Cátedra. “Es importante que las estudiantes, y el público en general, ya que es un ciclo abierto, piensen a lo grande, sin restricciones, y que imaginen un audiovisual variado, donde pueden, y deben, dirigir todo tipo de géneros, exponer temáticas y defender miradas diferentes”, completa el profesor Nicolás Grijalba, historiador de cine.

El ciclo también proyectó tres cortos de alumnas y antiguas alumnas de la Universidad Nebrija. Au (mejor cortometraje AdN 2019), dirigido por Victoria Velasco; Gazpachuelo, (mejor cortometraje AdN 2023), de Chari Li, y No pasa nada (mejor guion CIMA 10), de Isabela Gómez.

La mirada femenina de La infiltrada

La infiltrada, premio Goya a la Mejor Película, ex aequo con El 47, y premio Goya a la Mejor Actriz Protagonista (Carolina Yuste), abrió el fuego de Ellas dirigen. La cinta que narra el riesgo de una policía nacional al infiltrarse en los círculos de la izquierda abertzale, fue la cinta española más taquillera de 2024 y el título dirigido por una mujer con mayor recaudación de nuestro cine con 9,5 millones de euros hasta la fecha.

Sobre la película, basada en hechos reales, vertieron sus opiniones sus productoras Mª Luisa Gutiérrez y Mercedes Gamero; Cristina Linares, coordinadora pedagógica de Platino Educa, y Marta Saavedra, directora de CIMUED y vicedecana de la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad Nebrija. La moderación corrió a cargo del profesor Nicolás Grijalba.

María Luisa Gutiérrez, socia de Bowfinger y presidenta de la Asociación Estatal de Cine (AECINE), estimó que el viaje en forma de thriller de La infiltrada ha sido “muy bonito, complicado y muy arriesgado porque podría herir muchas susceptibilidades”, aunque “lo hemos contado con toda la sensibilidad posible”.

“La misma película en la cabeza”

A ese acompañamiento de la historia “desde sus orígenes” de documentación se refirió Mercedes Gamero, CEO de Beta Fiction Spain: “El equipo tenía la misma película en la cabeza y este es uno de los grandes éxitos de La infiltrada. Todos teníamos esta visión sobre cómo queríamos contar la historia en la que los espectadores conectasen con el viaje de la protagonista”.

María Luis Gutiérrez, que esbozó “su vínculo personal” con el País Vasco que le hace “no ser ajena” a la situación que policías y guardias civiles vivieron allí, destacó cómo la única que consigue infiltrase en ETA en esta historia es una mujer, “la mejor de todos, que deja su vida aparcada y no sabe si va a terminar en la cárcel o muerta”. La mirada femenina, según la socia de Bowfinger, configuró una de las claves del homenaje de la película “a todos los que estuvieron allí”.

Maria Luisa Gutiérrez. Mujer y cine

“Es muy difícil que se hable de las personas que luchaban contra ETA”, añadió Mercedes Gamero, que todavía se sorprende de cómo la infiltrada pudo soportar ocho años y ganarse la confianza del entorno de la banda terrorista. “Qué capacidad mental y física has de tener para aguantar esta situación, lejos del ego y del narcisismo, solo por el bien común”, se preguntó.

Cristina Linares y Marta Saavedra

Para Cristina Linares, la presencia de mujeres en el equipo de las películas es “fundamental” para el sector y para los estudiantes audiovisuales. Así lo cree también Marta Saavedra, que llamó la atención de cómo La infiltrada “contradice nuestras investigaciones” sobre la presencia de las mujeres en la industria.

Tanto Linares como Saavedra, al igual que las productoras, incidieron en la mirada femenina de la película “fuerte e inteligente y que nos invita a la reflexión y a la acción rebelde de la investigación”.

Identidad de género

Norbert (a) acaparó los focos en la segunda jornada del Ciclo con su codirectora Sonia Escolano y la actriz Adriana Ozores. La comedia, dirigida por Sonia Escolano y Belén López, aborda la vida de Norberto (Luis Bermejo) y María (Adriana Ozores) y los dilemas del primero sobre la identidad de su género.

“Los actores y actrices que parten de una pequeña inseguridad al ponerse delante de una cámara me parecen muy interesantes”, afirmó Sonia Escolano sobre la elección del elenco de la obra audiovisual. En la misma línea, Adriana Ozores añadió que la película no “solo va de lo que le pasa a Norberto, sino también a la gente que le rodea” y en “cómo tiene que entender muchas cosas a nivel emocional y físico, pero finalmente lo que está por encima de todo es el amor”.

Embaucadas por la ilusión y la multitud de preguntas de los estudiantes y futuros comunicadores de Nebrija, ambas incidieron en la necesidad de que cada vez haya más referentes femeninas en el sector audiovisual. “Ahora hay muchas más mujeres dirigiendo y produciendo que antes y creo que es muy positivo. Pero no me gustaría que esto se quede solo en un boom, sino que esto que está pasando no sea algo anormal”, advertía la codirectora de la obra.

Y precisamente ese espíritu es el que encarna también la Cátedra Nebrija-EGEDA-Platino Educa en Cine, Mujer y Educación (CIMUED), representadas en esta jornada por la investigadora y docente Rocío Gago y la vicedecana de la Facultad de Comunicación y Artes, Marta Saavedra. “Lo que queremos transmitir a los estudiantes es que los proyectos se hacen realidad, que se puede, independientemente del género o del lugar de donde procedas”, afirmó Saavedra.

Mujer y cine

“Alma de artista”

El punto álgido del encuentro desveló los secretos que se esconden tras el éxito de cualquier producción audiovisual. “Una de las claves reside en que todos los profesionales de producción que trabajen contigo tengan alma de artista, que entiendan el idioma, vibren con la película y tengan una visión del arte con mayúsculas”, destacó Adriana Ozores poniendo como ejemplo al histórico productor español Elías Querejeta.

Sonia Escolano fue un paso más allá y señaló que en este sector “si un día se te va el miedo, hay que retirarse de la profesión. El miedo es la adrenalina y el respeto que tienes que tener a lo que estás haciendo. Como el arte es un corazón que se está moviendo, tú te estás moviendo también. Es masoca, somos corazones”.

Tercera jornada

El miércoles 5 de marzo Andrea Jaurrieta participó en el coloquio organizado tras la proyección de Nina (2024), su segunda película. Habló de su trabajo, de su experiencia como directora novel y como mujer en la industria, acorde a la temática del II Ciclo de Cine, Mujer y Educación Ella Dirigen, programado por la cátedra CIMUED de la Universidad Nebrija.

Con el segundo largo, dijo Jaurrieta -cuya ópera prima, Ana de día (2018) se proyectó también en el campus de la Politécnica y Ciencias Sociales en Madrid-Princesa en su estreno- una cineasta “se juega muchísimo, hay mucha presión detrás”. La directora comparó las diferencias entre las oportunidades que les dan a los hombres noveles y a las mujeres también emergentes. A los hombres se les permiten más fallos, las mujeres tienen que demostrar mucho más a cada paso que dan para recibir reconocimiento y respeto, explicó.

Cine y mujer

Cuando Jaurrieta hacía cortometrajes al comienzo de su carrera, no notaba en su piel la desigualdad, estaba en un ambiente en el que su equipo eran sus amigos, es cuando llega al cine, alrededor del año 2015, cuando descubre que no le toman en serio. Después, con el MeToo hubo un gran cambio, tanto en las personas como en la industria. A partir de este cambio social y político que removió Hollywood y cuya ola llegó hasta otros países como España, surgieron estrategias de apoyo e inserción de mujeres en la industria. Jaurrieta señaló que de las políticas de apoyo y discriminación positiva se vio beneficiada Ana de Día, la había estado intentando mover desde hacía años, pero hasta que no hubo este cambio en la industria no pudo hacerla.  “Si no hubiera ayudas con discriminación positiva, pasarían de nosotras”, declaró.

Producción sin dinero

Jaurrieta también subrayó que cuanto más se adentra una en la industria, más difícil es todo (para las mujeres), sobre todo en lo económico. En la periferia se puede huir de eso, pero fuera apenas hay dinero. Apuntó además que, si no se siguen esas tendencias en las que se encasillan a las mujeres y se sale de esa norma, es aún más complicado, hay que elegir entre amoldarse o hacer una producción underground sin dinero. Ana de día se hizo con apenas 150 000 euros; con Nina pegó el salto y consiguió el apoyo de cinco productoras y una distribuidora nacional y otra internacional. Aun así, para su segunda película tampoco pudo disponer de los 3 millones con los que la había planeado, y acabó reduciendo el presupuesto a 1,5 millones.

Nina, ciclo cine y mujer

A lo largo del coloquio, el profesor Nicolás Grijalba, investigador de la cátedra CIMUED y profesor de la Universidad Nebrija, señaló que en las aulas sí hay mujeres, y que tal vez sean mayoría, pero el trasvase a la industria es lo que resulta más difícil.  Diego Prior, coordinador del Cineclub de la Universidad Nebrija, señaló que cuanto más cine actual programaban más y mejores referentes femeninos podían encontrarse; por el contrario, irse a años atrás en la historia del cine hacía más complicado encontrar referentes tan claros.

Continuar creciendo

Retomando el diálogo sobre su cine, Jaurrieta, a propósito de Nina, confesó cómo era consciente de la reapropiación y resignificación que estaba haciendo de los clichés del western. Comentó sus ideas, cuáles eran sus referentes -como Johnny Guitar (1954) de Nicholas Ray, pero también el cine de Eloy de la Iglesia-, y explicó el proceso de la película y cómo el final de Nina no terminaba así en el guion, si no que fue un hallazgo que encontró en el montaje.

El público le preguntó sobre la nueva serie que ha realizado para Netflix (de la que ha dirigido cuatro capítulos), y explicó que había aprendido dirigiendo lo que han escrito otros, que era la primera vez que trabajaba con guiones que no eran suyos, y en esta experiencia encontró nuevas posibilidades cuando imágenes nuevas se le iban generando en la mente. Asimismo, tenían más presupuesto, posibilidades técnicas, como el uso de grúas y la oportunidad de hacer movimientos de cámara que antes no le habían sido posibles por falta de material. Esto, dijo Jaurrieta, le ha servido de aprendizaje para futuros proyectos. Al público lleno de alumnos les señaló que “estás en continuo aprendizaje, sales de la universidad y sigues creciendo”.

Cierre en Casa de México

El último día del II Ciclo de Cine, Mujer y Educación Ellas dirigen tuvo lugar el 6 de marzo entre las paredes de la Casa de México. Esta sesión enlazó el ciclo que empezó en la Universidad Nebrija con otras proyecciones programadas por la Fundación Casa de México en España y que se extendió a los días 7 y 8 de marzo con motivo del Día de la Mujer.

La jornada final comenzó con la presentación de la investigación Las industrias audiovisuales de México y España. Radiografía de la participación femenina en dos mercados en expansión, realizada por la cátedra CIMUED. Mercedes Herrero y Cristina Ángeles, dos de las cuatro investigadoras que han elaborado este estudio, expusieron el contexto de ambas industrias. Algunos resultados están relacionados con la poca presencia de mujeres en la industria audiovisual mexicana -algo que llama aún más la atención siendo un país superpoblado-, y hay muchas menos que ocupen puestos de dirección o puestos creativos principales como los de guion o dirección ejecutiva.

“La introducción de las directoras en la industria ahora es más común, la problemática llega con su permanencia en esta. Una mujer en México puede hacer una ópera prima, pero tarda mucho en hacer una segunda, conseguir rodar una tercera se ve como un milagro, y parece que nunca le llegará el turno de realizar una cuarta producción”, se lamentaba Ángeles. La inclusión de mujeres es algo que se ha ido consiguiendo, pero estas no permanecen mucho tiempo.

Recelos ante grandes presupuestos

Los recelos a que una mujer se encargue de llevar adelante trabajos de gran presupuesto, la inseguridad y el recato impuesto en su educación e incluso prejuicios ante el color de su piel son algunos de los motivos de esta situación en México. Algo similar ocurre en España, con otros matices, pero labores como las de CIMA, de recopilación, análisis y difusión de datos denuncian esta situación y hay más conciencia e iniciativa de cambio, al contrario que en México, donde conseguir estos datos para el análisis resulta más complicado, aunque haya información sobre el último lustro.

Mujer cine

Para el análisis cualitativo la investigación realizó un focus group con profesionales de las principales categorías que se pueden detectar en la industria audiovisual de México y España, y según desvelaron las investigadoras, las mujeres mexicanas tienen más rabia y enfado a la hora de abordar esta injusticia. También hay otras diferencias con respecto a las cuotas de género impuestas, y varios puntos comunes como  la preocupación por establecer incentivos ficales que favorezcan la producción y la realidad de que España y México sean centros de inversión de Netflix para producciones hispanohablantes. La plataforma quiere producir talento local y El Portal: la historia secreta de zona divas es producto de estas nuevas políticas.

El piloto de esta serie cerró la última sesión del ciclo Ellas dirigen, tras un breve vídeo con la intervención de Adriana Castillo, miembro de la Comisión de Seguimiento de la Cátedra CIMUED.

La serie documental ha sido dirigida por Astrid Rondero y Fernanda Valadez – quienes ya habían colaborado en Sujo (2024)-, y producida por Laura Woldenberg, fundadora de la productora Mezcla, tres ejemplos de mujeres que han conseguido abrirse paso en la industria de México.

Ciclo cine mujer

“Una sociedad más justa”

La programación de la cátedra la han compuesto películas seleccionada con el objetivo de mostrar ejemplos que se salen del esquema que se ha trazado en su investigación, para demostrar también que, en el último año -y cada vez más en los últimos tiempos-, las tendencias están dando un giro radical, gracias en parte al trabajado de investigadoras como las de CIMA o CIMUED. “Labores como la de esta investigación van a resonar en una sociedad más justa”, concluyó Mercedes Herrero.

Texto: Amaia Zufiaur Ruiz de Eguino, Pablo Martínez Dorado, FCA y Javier Picos.

Fotos: Andy Tavárez, Amaia Zufiaur Ruiz de Eguino, Oli Heras y Nacho Nava.

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