Tres meses después de la caída del régimen de Al-Assad, Siria está inmersa en una ola de violencia y su futuro es incierto. La reconciliación nacional, la ayuda externa y la supresión de las sanciones son claves para alcanzar una situación de estabilidad.
Fueron algunas de las principales conclusiones de la mesa redonda “Syria after Assad: Critical Reflections”, organizada por SEGERICO y la Cátedra Jean Monnet EUDEFENCE. En el encuentro, moderado por profesora Sonia Boulos, investigadora principal de SEGERICO, se analizaron las consecuencias y perspectivas derivadas del cambio de régimen en Siria.
Uno de los principales desafíos del futuro del país es interno. “La estabilidad de Siria necesita una reconciliación nacional”, dijo Mohammed Hosam Hafez, doctor en Derecho Internacional. El exdiplomático y exjefe de la Oficina Jurídica Siria del Alto Comité de Negociaciones explicó que uno de los principales desafíos del país es la fragmentación de la sociedad, con minorías políticas e ideológicas enfrentadas y una desconfianza general en la población que debe solventarse para alcanzar acuerdos de reconciliación. “Sin un acuerdo nacional, es difícil establecer un plan de futuro”, reconoció.
Injerencias internacionales en Siria
Para el doctor Ignacio Álvarez Ossorio, catedrático de estudios árabes e islámicos en la Universidad Complutense de Madrid, comparó la situación actual con la que tuvo lugar en la guerra civil, con una injerencia muy activa de las principales potencias internacionales y regionales que, después de la caída de Bashar al Assad también van a intentar influir en esta etapa tan delicada de transición. “Hay actores como Turquía, Irán o Israel, que quieren tener un papel en la nueva Siria y, por lo tanto, van a intentar interferir y desestabilizar todo lo posible para que sus intereses sean tenidos en cuenta”, advirtió.
Por su parte, la doctora Leila Nachawati Rego, escritora y profesora de comunicación de la Universidad Autónoma de Madrid, coincidió en los intereses de esas potencias globales y regionales para desestabilizar el avance de un país, “que está intentando salir después de tantos años de dictadura, de guerra y de una situación terrible”, apuntó. “Un día tenemos bombardeos israelíes, otro día tenemos incitación al sectarismo por parte de Irán y cada día hay juegos sucios por parte de Rusia. Y total impunidad”, lamentó.
Justicia transicional
La doctora Nachawati reclamó “un mínimo margen” para que los ciudadanos sirios puedan crear su proceso constitucional de justicia transicional, como se conoce al conjunto de acciones legales y políticas destinadas a enfrentar y remediar las graves violaciones de derechos humanos en países que han vivido conflictos bélicos, represión o gobiernos autoritarios. Una piedra en el camino son lo que calificó de “remanentes” del régimen sirio, “que continúan y van a continuar intentando sabotear”; y por ello consideró importante que haya rendición de cuentas y un control del Ejército por parte del Gobirerno central. “Es un proceso complicadísimo y, desde luego, hace falta apoyo y no intentos continuos de sabotear y de boicotear”.
Levantamiento de las sanciones
La situación en Siria es “completamente catastrófica”, devastada tras 13 años de guerra, con un 90 % de las infraestructuras dañadas, con un 90 % de la población que no tiene qué comer y solo dos horas de electricidad al día. Álvarez Ossorio consideró que la clave pasa no solo por inversiones internacionales sino principalmente por el levantamiento de las sanciones impuestas en su día por Estados Unidos y la UE, “lo que es clave para que, poco a poco, el país vaya renaciendo de sus cenizas y reconstruyéndose; porque, en caso contrario, tenemos un escenario muy peligroso y es que se intensifique otra vez más la guerra civil y la violencia sectaria”, dijo, el también codirector del Grupo de Investigación Complutense Magreb y Oriente Medio.
Por su parte, la doctora Nachawati coincidió en que las sanciones “ya no tienen razón de ser” y dificultan la recuperación del país. “La cuestión económica está también en el eje de todo”, manifestó.
Texto: Abigail Campos Díez / Fotos: Zaida del Río