Entrevistamos a Beatriz Calvo, antigua alumna de Administración y Dirección de Empresas de la promoción 2008-2012. En esta entrevista Beatriz nos cuenta su experiencia como coordinadora adjunta del club de Emprendedores así como su experiencia profesional y sus funciones actuales como responsable de la Oficina Técnica de Proyectos de Garda Seguridad.
¿Qué destacarías de tus años en Nebrija?
Siempre he dicho que Nebrija obtiene su mayor diferenciación con el resto de universidades en la vida universitaria que tiene a través de los clubes y los eventos que estos realizan. Cierto que éramos, y somos, una universidad que busca la individualización en sus prácticas y el alumno se siente parte integrante de la universidad siendo un número limitado de alumnos por campus, pero los clubes hacen que nos conozcamos todos y seamos una pequeña familia donde no sólo obtenemos amigos de nuestro curso sino de otras clases y carreras.
Lo que con más nostalgia recuerdo son los grandes eventos de los clubes, la gran participación de todos los alumnos en apoyar las iniciativas de estos y la difusión que tenían.
¿Qué recuerdas con más cariño de tus años como alumna?
La amistad con mis profesores, el respeto mutuo que teníamos alumnos y docentes, el apoyo incondicional, la multitud de ocasiones en las que nos hemos apoyado en ellos, les hemos bombardeado con tutorías y no ha habido ocasión en que esas dudas no tuvieran hueco en sus agendas. Ese buen hacer de nuestros profesores es algo que no esperas y que sin duda marca la diferencia.
Tampoco puedo olvidar el encanto de la universidad en el Campus de Berzosa, un entorno idílico en medio de la naturaleza que hizo que los años de universidad fueran aún más especiales, estudiando en la pradera en verano, o en invierno viendo como llovía en el campo desde la ventana de nuestras clases.
Estuviste como coordinadora adjunta del Club de Emprendedores. Cuéntanos tu experiencia. ¿Por qué recomendaría a los alumnos involucrarse en los clubs?
Sí, estuve varios años como coordinadora adjunta gracias a la oportunidad que me dio la Facultad de Ciencias Sociales de realizar esa labor. Fue una tarea sumamente gratificante pues colaborábamos no sólo a nivel interno en favorecer la vida universitaria, sino que además realizábamos muchas tareas con colegios de la zona para dar a conocer las bondades del emprendimiento. Ver cómo los adolescentes se motivaban a la hora de resolver un ejercicio práctico o cómo pensaban en conjunto para idear un modelo de negocio a edades tan tempranas para nosotros era sin duda un logro.
Pero lo que nos tenía realmente en vilo todo el año era la organización del evento “Jóvenes Emprendedores” en el que participaban colegios de toda España y los veinte mejores venían a la universidad a mostrar sus ideas de negocio. El derroche de creatividad que podíamos ver en el certamen, las exquisitas exposiciones que realizaban alumnos de bachillerato, el pleno conocimiento que manejaban de sus estrategias de negocio, era, sin duda, un gran acicate para los alumnos de Nebrija y para ellos mismos.
El emponderamiento que te da como profesional poder desenvolverte en tu propio negocio, la dificultad que su realización supone, la aversión al riesgo que matamos a la hora de emprender, y el aprendizaje continuo que supone son tan sólo algunos de los ideales del emprendimiento. Nuestra misión en el club era, y es, generar conciencia de la importancia de la autorrealización en contraste con la voluntad de los jóvenes de o bien trabajar por cuenta ajena, o realizar unas oposiciones para funcionario del Estado, arquetipos que confrontan con ejemplos de países con alta consideración del emprendimiento y en cuyas economías se ve positivamente reflejado.
Apoyándonos en una pequeña idea de negocio, analizando todos los pros y contras de la misma, buscamos su estrategia de posicionamiento más conveniente, su target en el mercado, su posible rentabilidad, y es un proyecto que nos llevamos todos los que por el club hemos pasado como opción a nuestras carreras profesiones una vez salgamos al mundo laboral.
En referencia a tu experiencia profesional cuéntanos qué es lo que destacas de trabajar en el mundo de la seguridad privada.
El sector de la seguridad es un sector muy atomizado, intervenido y que precisa de un gran conocimiento para nadar entre sus aguas. Resulta complejo precisar las necesidades de seguridad que pueda tener la Administración Pública o una empresa privada de ámbito internacional, por lo que se requiere una gran profundización en los riesgos existentes y potenciales, o los requisitos que nuestros clientes tienen atendiendo a su actividad.
Lo que más destaco es la necesaria vinculación con la Seguridad Pública, donde la coordinación y colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es elemento preeminente en la actividad de este sector.
¿Cuál es tu día a día en Garda Servicios de Seguridad?
En Garda Seguridad soy la responsable de la Oficina Técnica de Proyectos, mi labor aquí se basa en el análisis de proyectos de seguridad y la realización de memorias técnicas para la presentación de concursos de ámbito nacional en temática de vigilancia, sistemas de intrusión, sistemas de protección contra incendios y videovigilancia. Desde el departamento se analiza la viabilidad económica, se plantean los recursos necesarios para cubrir las necesidades de seguridad que los potenciales clientes requieren y se prepara la documentación tanto técnica como procedimental de esos requisitos iniciales.
También lo combinas con ser profesora en UDIMA-EADIC y en la EAE Business School. ¿Cómo lo combinas?
He de decir que nunca es fácil. En estos años desde que salí de la carrera he estudiado dos másters, uno de Project Management y otro de Seguridad Privada Operativa mientras trabajaba. El Project Management en concreto, es un terreno de especialización en la gestión que muchas empresas está requiriendo últimamente, tanto así que la demanda de este tipo de certificaciones se ha multiplicado exponencialmente en España. Me ofrecieron participar como docente a nivel online con EADIC (Escuela Técnica de Ingenieros y Arquitectos perteneciente a la Universidad de Alcalá de Henares) realizando además las tutorías en formato webinar y por otro lado, en EAE Business School impartiendo presencialmente en el Master Weekend de Project Management.
Por suerte nunca coinciden en las mismas fechas, y siempre he tenido la oportunidad de combinar mi trabajo diario con el que realizo al llegar a casa (tutorías online) o el que realizo en los fines de semana.
Exige un fuerte compromiso por mi parte y una rigurosa planificación de mis tiempos y horarios, lo cual no siempre es sencillo. En mi caso, tengo la oportunidad ahora de hacerlo, tal vez el día de mañana no pueda, y no dejan de ser experiencias que uno se busca tener y que enriquecen mi formación como persona y como profesional.
¿Qué es lo que más te gusta del ámbito de la docencia?
Hay una cosa con la que me quedo, y es que a pesar de lo difícil que resulta combinarlo todo a veces hay un elemento siempre presente que hace de este recorrido algo mucho más sencillo, el agradecimiento del alumno.
¿Cómo ves tu futuro profesional?
Emprendiendo, ¡sin duda!
¿Qué recomendarías a los chicos que están en último año de carrera?
El último curso es duro, combinar las prácticas con el estudio, el Proyecto de Fin de Grado, etc. Aunque la incertidumbre intenta derribar nuestros objetivos, es preciso que su esfuerzo y sus ganas prevalezcan por encima de todo. Que vayan pasito a pasito cumpliendo hitos en sus metas, que parece mentira, pero todo se va resolviendo conforme avanzamos, no hay que desfallecer por el camino y siempre arrojando pasión por lo que hacemos.
Pero, sobre todo, que sean buenas personas, excelentes profesionales y grandes compañeros, porque marcará la diferencia con el resto de personas con las que se crucen en el camino laboral.