Mundial de Atletismo Doha 2019. La pértiga de la sueca Angelica Bengtsson se rompe en el inicio del salto. ¿Y ahora qué? Esta pregunta la lanza la pedagoga y coach Cristina Jardón a los alumnos que escuchan su masterclass en el Teatro EDP Gran Vía. Da tres posibles opciones para que continúen esta historia y voten con unas cartulinas verdes que habían recogido antes, todavía algo somnolientos. En la primera, la atleta agarra un cabreo de campeonato; en la segunda alternativa se viene abajo emocionalmente; y en la tercera reflexiona un instante, pide una pértiga nueva y lo intenta otra vez. Los estudiantes, convocados por el Instituto de Competencias Profesionales de la Universidad Nebrija, eligen por mayoría absoluta esta tercera opción. Un acierto… Bengtsson no solo logra sobrepasar el listón, sino que bate su propia marca con 4,83 metros.
¿Qué pasó por la cabeza de la atleta sueca para coger la pértiga de su compañera francesa y saltar? De nuevo Jardón se dirige al patio de butacas. Silencio. Toma de nuevo la palabra: “Por ella pasaron un montón de cosas en cuestión de segundos, pero paró y reflexionó. Podía haberse dejado llevar por la frustración… sobre la manera en la que se comportó ante una situación crítica tiene que ver la inteligencia emocional”.
La anécdota deportiva da pie a la pedagoga a explicar el llamado “secuestro emocional”, cuando los receptores de las emociones del cerebro toman el control en esos momentos en los que la pértiga sencillamente se rompe. “La emoción ocupa todo nuestro ser y se anula la capacidad de pensamiento, pero si estamos entrenados en inteligencia emocional somos capaces de parar un poco”, argumenta.
Aparece en escena el momento de la definición del concepto de inteligencia emocional, al que Cristina Jardón llega dando un rodeo por Doha: “Es el conjunto de habilidades para conocerte a ti mismo, gestionar tus emociones, motivarte con tus logros y desarrollar recursos internos para generar buenas relaciones con los demás y con el mundo que te rodea”. En su opinión, el 77 % de nuestro éxito se debe a lo que conocemos de nosotros mismos y por eso la inteligencia artificial nos puede ayudar a tener una imagen “de alta definición, nada borrosa” de nuestro interior y de lo que nos rodea.
Cinco peldaños
La irrupción de la inteligencia emocional es un hecho también en las empresas, doce años después de su introducción en Google, la pionera en estas lides. Además, a juicio de Jardón, los departamentos de recursos humanos, en la selección de candidatos, cada vez más indagan estas destrezas en preguntas como “¿por qué cree que tenemos que contratarlo?”.
Este proceso interior de inteligencia emocional “que utiliza la parte racional para entender lo que sientes y en el que te tienes que pringar” es, para Jardón, una escalera “gradual” de cinco peldaños: el autoconocimiento, la autorregulación emocional (donde ya se puede encarar los miedos, la frustración o la ira), la motivación interna (para conocer “tu poder interior y felicitarte a ti mismo”), la inteligencia interpersonal (para saber escuchar a los demás y empatizar) y el bienestar y la plenitud (aquí aparecen el optimismo, la resiliencia la gratitud…).
No obstante, la coach incide en que todo comienza en ese primer escalón. Responder a la pregunta de quién soy “construye el resto de nuestras competencias y habilidades para no ir por el mundo como un pollo sin cabeza”, porque “no puedes empatizar con el otro si antes no has empatizado contigo mismo”. A su juicio, en este momento de autoconocimiento resulta necesario parar para darse cuenta de lo que hay dentro y fuera de una persona. Ilustra esta reflexión con un ejemplo. Jardón vuelve a preguntar a los alumnos si se han fijado en el color de las paredes del teatro donde se desarrolla la masterclass o en el equipo humano de sonido que permite que se escuche su voz, incluso si sienten el dedo gordo de los pies o la espalda pegada a la butaca. “No nos damos cuenta de esto ni buscamos el latido de nuestro corazón ni nuestra respiración”.
Para finalizar su intervención, Cristina Jardón intenta resumir todas las ideas tratadas en una sola frase: “La inteligencia emocional depende de ti, pero si la entrenas va a ser parte de tu éxito”. Cientos de estudiantes salen a la Gran Vía, todo un escaparate para detenerse un momento en medio de la urgencia.
Texto: Javier Picos. Fotos: Zaida del Río.
Madrid, 18 de octubre de 2019
Muy bien estas espléndida, enhorabuena.
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