Roberto Gómez Bueno, ingeniero y campeón del mundo de Resistencia con Porsche, visitó a los alumnos de la Escuela Politécnica Superior para compartir con ellos su experiencia en el equipo de competición Porsche Motorsport LMP1 Racing.
Gómez compartió el día a día de su trabajo y quiso dejar claro que el mundo de la competición es muy difícil: “Tenéis que tener claro hacia dónde queréis ir porque en la competición se sacrifican muchas cosas, no es un trabajo normal”. El ingeniero les recomendó empezar en los equipos pequeños “echando una mano en todo lo posible”.
Roberto Gómez también les aseguró que, aunque al terminar la universidad “piensas que ya eres ingeniero, es cuando empiezas a trabajar cuando te das cuenta de todo lo que te queda por aprender”.
El ingeniero les explicó cómo funciona la fábrica de Porche en Weissach, Alemania. Como curiosidad, Gómez contó que “las medidas de seguridad son muy altas y se las toman muy en serio”. Todos los coches que se prueban en las calles en Alemania “se vinilan de tal forma que las formas aerodinámicas del coche se camuflen para que si alguien hace una foto no se vea bien sus características”. Además, los trabajadores de la fábrica tienen prohibido hacer fotografías en las instalaciones, de hecho, “al entrar, los de seguridad te tapan la cámara del móvil para que no puedas utilizarla”.
Porche, dijo Gómez, “es un coche que se vende solo, es la empresa más rentable”. Así lo indican sus cifras, que según el ingeniero, dicen que “Porche gana entre 40.000 y 50.000 € por coche que vende”.
En la fábrica trabajan 6500 personas y tienen contacto directo y a tiempo real con los pilotos y los ingenieros que se desplazan a las carreras para poder analizar los datos y buscar soluciones.
“Del Porche LMP1 lo que más impresiona es su aceleración”, aseguró Gómez. A los alumnos les ha explicado cómo funciona el motor del coche y todas las especificaciones y lo que pueden hacer los comandos del volante. También ha querido explicarles cómo funciona el día a día en una carrera y el trabajo de los ingenieros en las pistas. Para encender uno de estos coches “se necesitan 25 ingenieros durante una hora para comprobar todos los sensores del coche”.
Del funcionamiento de la empresa Porche ha especificado que “todo está muy procedimentado. Para ellos es muy importante que todo esté por escrito y tenga un procedimiento para ejecutarlo”. Sin embargo, Gómez ha indicado que “en Alemania les interesan los ingenieros españoles porque consiguen pensar fuera del tiesto y solucionar los problemas de otra manera. Hay que juntar lo mejor de los dos mundos: procedimientos y creatividad”.
Durante la carrera y los calentamientos, todos los ingenieros de pista escuchan las conversaciones con los pilotos: “Todo el mundo tiene que tener la máxima información posible para mejorar de cara a la próxima carrera”.
El trabajo de Roberto Gómez durante la carrera es analizar los datos, la telemetría, “para mejorar todo lo posible la conducción del piloto”. Tras las carreras también tienen que realizar informes de cara a las siguientes temporadas.