La sociedad está compuesta por un mosaico de diversidad de las personas que la formamos. No todos tenemos la misma personalidad, las mismas capacidades ni los mismos intereses, por lo que tampoco tenemos la misma manera de aprender. ¿Por qué entonces el currículo escolar es igual para todos los niños y no acoge la flexibilidad necesaria para adaptarse a las necesidades de cada alumno? Esto es lo que pide el Diseño Universal para el Aprendizaje para una educación inclusiva.
Diseño Universal para el Aprendizaje
Para conocer las pautas necesarias para adecuar y crear los programas escolares dentro de una educación inclusiva, Elena Pérez Hernández, profesora de Psicología Evolutiva y de la Educación del Centro de Psicología Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid ofreció una jornada magistral para todos los alumnos de grado, posgrado y doctorado de Educación.
Según explicó Elena Pérez, “el diseño inclusivo de la educación debe comenzar desde la el diseño del edificio”. No es una cuestión de adaptar lo ya existente a las variables, sino de crear desde cero un diseño que incluya todas las variables: “Asegurar que todos los alumnos pueden acceder a los recursos y conocimientos desde el principio, no una adaptación a posteriori. Es necesario que la inclusión forme parte del enfoque, diseño y desarrollo del currículo escolar. La educación inclusiva es contar con todos desde el principio”.
El Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) trata de crear el currículo escolar más acorde con la diversidad social que hoy se puede encontrar en un aula. “En el año 2002 ya se señaló que la población infantil era cada vez más diversa y que el plan de estudios único e inflexible para todos no produciría los logros académicos a la altura del siglo XXI”, explicó Elena Pérez. El DUA Se basa en procesos de la neurociencia, peor hay que llevarlos a la práctica en la educación, no puede ser de una manera estática y única, “el análisis profundo de los procesos de aprendizaje nos ayuda cada vez más a adaptar el currículo”.
Diversidad de opciones para una diversidad social
El DUA busca que se faciliten los contenidos y la información de distintas maneras para poder llegar a todos los estudiantes. El profesor debe fomentar compromiso y motivación de los alumnos con su aprendizaje con distintos métodos como resaltando las metas y objetivos de cada uno fomentando la autonomía con recompensas, promover la colaboración entre alumnos, variar las actividades, ajustar las expectativas y desarrollar la autoevaluación y la reflexión creando “estrategias y habilidades para afrontar el error de manera constructiva”.
Es también imprescindible “asegurarse de que todos los alumnos entienden y perciben los símbolos y lenguaje utilizados en el aula”. Las formas de representar los conceptos y las informaciones deben adaptarse a la diversidad existente. Una de las maneras es utilizando distintas herramientas visuales y auditivas para mostrar la información. Para facilitar la comprensión se puede activar conocimientos previos, destacar patrones ya conocidos e ideas principales que puedan servir de guía.
Al igual que la motivación es diferente para cada alumnos, también lo es su forma de expresarse. El DUA incita a ofrecer a los estudiantes distintas formas de comunicarse mediante herramientas variadas y que cada uno pueda personalizar para que encajen con él.
Estas herramientas pueden ser tecnológicas ya que, hoy en día, casi todos los niños están familiarizados con el uso de las tecnologías, aunque siempre debe hacerse con un control y asegurándose de que todos tienen acceso a las mismas herramientas.
¿Es posible trasladarlo al entorno virutal?
Uno de los principales problemas que atraviesa la educación con la crisis sanitaria que vivimos es realizar este diseño universal del aprendizaje de forma online. Elena Pérez afirmó que “las tecnologías son facilitadoras, pero no son imprescindibles”. Puede ser, de hecho, un arma de doble filo, porque “pueden suponer una barrera de acceso para los alumnos”. Antes de trasladar las actividades al mundo virtual, el profesor debe asegurarse de que todos los alumnos tendrán acceso a la tecnología, que tendrán una buena conexión y capacidad de uso de esas herramientas de manera autónoma, “hay muchos pre-requisitos que debemos tener en cuenta. El software puede favorecer la desconexión de los alumnos con el profesor al no poder ver las reacciones y eso lleva a una desmotivación mayor”, añadió la experta, “lo estamos viendo ahora en las circunstancias que estamos viviendo”.