En anteriores artículos desde el Club Alumni Nebrija os hemos facilitado diferentes consejos para superar las diversas fases de un proceso de desarrollo del perfil profesional. Desde cómo afrontar el teletrabajo de manera exitosa, hasta cómo tener un buen rendimiento laboral o cómo definir correctamente el perfil profesional. También, os hemos detallado cómo afrontar un proceso de búsqueda de empleo y desarrollar estrategias y herramientas exitosas para superar los procesos. Una vez emprendidas todas estas acciones, un perfil ampliamente desarrollado avanzará hasta llegar a entrevistas decisorias en un proceso de selección laboral.
En este artículo queremos ofreceros recursos para impactar en las últimas etapas de un proceso de selección. Para no solo ser seleccionados, sino además transcender y generar oportunidades laborales de futuro en el trayecto.
Dress to impress
¿Cómo debo ir vestido a la entrevista? Tanto para lo bueno como para lo malo, la ropa es el regulador de autoconfianza de mayor importancia a lo hora de acudir a un proceso de selección. Tanto si afrontas una videollamada de selección, como si acudes a una entrevista en persona, lo ideal es vestir como acudirías al puesto un día que tuvieras que exponer frente al jefe. Y dependiendo de la empresa, los jefes pueden ser muy diferentes. Entonces, tu ropa también. ¿Esto en qué se traduce?
La ropa no puede destacar por encima de ti. Has de ir formal, pero a la vez cómodo, no vas a una cita, ni tampoco a un evento social. Es necesario ir arreglado y aseado, pero es muy necesario que la ropa te aporte confort y seguridad en ti mismo. Así, en cualquier empresa y puesto que no requiera alta formalidad, una camisa sencilla y clara, junto a un pantalón de tela -no vaquero- es una opción unisex de gran eficacia. Zapatos limpios, cómodos, -que uses con relativa frecuencia y que te ayuden a relajarte y a no sentir molestias-, son siempre otros buenos aliados. No obstante, si la empresa o el cargo requiere alta capacidad de trato al público o la empresa es muy formal, un traje de chaqueta simple es la otra opción unisex ideal.
Los detalles marcan la diferencia. Es necesario cuidar la formalidad, pero también es recomendable trasmitir tu personalidad de manera sutil, para no sentirte alienado o incómodo en la entrevista y no sentir esa sensación de ir disfrazado. De esta manera, sería aconsejable incluir accesorios, no demasiado llamativos, que puedan generar un toque de diferenciación e impacto. Un pequeño colgante que refleje tus aficiones, unos pendientes del color del logo de la empresa, un pisa-corbatas o gemelos personalizados, un pin que hable de ti… Todos ellos, pueden ser pequeños aliados que, a ojos de un reclutador que desea saber más sobre tu perfil, no pasarán desapercibidos.
El medio minuto que puede cambiar tu carrera
Poco más de lo que dura el siguiente anuncio es el tiempo medio que una persona tarda en generar un prejuicio o idea global inicial sobre otra persona. Los 30 segundos iniciales de un primer contacto pueden condicionar el trabajo de años de esfuerzo, si se empieza con mal pie un encuentro laboral. No queremos asustarte, pero queremos que tomes conciencia de lo importante que es agradar a la vez que impactar desde el minuto uno.
Una actitud relajada, confiada, proactiva, respetuosa y rematada con una amplia sonrisa es una buena manera de impactar desde el inicio del contacto en una entrevista laboral. En futuras formaciones abordaremos con más detalle todas estas cuestiones. Pero en general, lo que necesitas saber es que, si agradas a la persona estableciendo una pequeña conexión cotidiana desde el minuto uno, tendrás el 80 % del camino recorrido. Por ejemplo, si haces una pequeña apreciación personal a algún elemento del contexto, si lo acompañas con cercanía en la manera de hablar, lo enmarcas dentro de una amplia sonrisa, así como de una actitud respetuosa y decidida, hay una baja probabilidad de que la entrevista empiece con mal pie.
No obstante, esa actitud debe ir siempre acompañada de una exposición profesional, clara, resumida y que aporte valor a la empresa desde tu perfil. Darte valor, para aportarlo a la empresa, sería el complemento ideal a tu actitud, pasados esos 30 segundos.
Del dicho al hecho, hay un trecho
Muchos candidatos cuentan con grandes conocimientos o amplio potencial, pero no son capaces de hacerlo visible en una entrevista. Esto se debe a que “del dicho al hecho, hay un trecho”. Ser capaz de verbalizar, todas tus capacidades, metodologías, experiencias pasadas y personalidad en poco más de media hora, puede suponer todo un reto comunicativo.
En anteriores artículos os contamos cómo mejorar las herramientas laborales para que estas reflejen tus capacidades. Pero llegados al punto de una entrevista, los consejos que podemos darte son: sé sincero, exprésate en términos funcionales, de relación mutua y en todo momento aporta valor a tu perfil.
Esto significa, en primer lugar, que no mientas ni sobrevalores tus capacidades en una entrevista. Pueden tantearte para demostrarlo y los hechos acaban derribando a las palabras. Si te hacen una pregunta que desconoces, la honestidad aderezada de todo lo anterior. Por ejemplo: “Desconozco eso exactamente, pero soy una persona que aprende muy rápido, además de autodidacta. Creo que, con una breve instrucción por vuestra parte, podría llegar a cumplir esa función sin problemas”.
Para ser capaz de llegar a desenvolverte de manera eficaz y afrontar preguntas capciosas o poder enumerar capacidades y experiencias, te recomendamos que, antes de cualquier proceso de entrevistas, realices un esquema DAFO de autoconocimiento profesional que puedas repasar mentalmente en caso impasse comunicativo.
Si para completar este DAFO, como en el ejemplo anterior, te expresas en términos que impacten, que te den valor como profesional y siempre, en términos profesionales o de competencias, tendrás los detalles de la comunicación de tu perfil atados al éxito.
Esperamos que estos ejemplos y consejos os sirvan de inspiración y de progreso, de método de impacto y de éxito en cualquier proceso de selección. Profesional ¡nos vemos en el siguiente artículo!
Cristina Aparicio Rodríguez, Club Alumni Nebrija