Los planeamientos urbanísticos de la Comunidad de Madrid cuentan con un nuevo aliado en la búsqueda de sostenibilidad y eficiencia energética. La calculadora de la huella de carbono, desarrollada por los investigadores de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad Nebrija Alexandra Delgado, Roberto Álvarez y Fernando Beltrán a instancias de Dirección General de Descarbonización y Transición Energética de la Comunidad de Madrid, permite una valoración tanto de los usos y actividades previstas en el futuro planeamiento urbanístico que generan emisiones de gases de efecto invernadero como de los cambios de uso del suelo que afectan a su capacidad como sumidero.
En la presentación de esta herramienta en el Campus de Madrid-Princesa a cargo de los profesores Alexandra Delgado y Roberto Álvarez, estuvieron presentes, entre otras personalidades, Paloma Martín, consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid; Mariano González, viceconsejero de Medio Ambiente y Agricultura; Fernando Arlandis, director general de Descarbonización y Transición Energética; José Muñiz, rector de la Universidad Nebrija, y Borja Gonzalez del Regueral, director de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad Nebrija.
Contra el cambio climático
La calculadora, a través de la introducción de los parámetros urbanísticos en una tabla de Excel, ayudará a visualizar los potenciales efectos que la planificación urbanística puede ejercer sobre el fenómeno del cambio climático, una circunstancia de obligado cumplimiento según reza la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental. La herramienta no solo resulta de utilidad para las decisiones políticas sobre el uso de un determinado suelo –si va estar destinado a viviendas, zonas verdes, o a los sectores secundario o terciario- sino también para los ciudadanos, otras administraciones y las empresas de la Comunidad de Madrid.
Los investigadores de la Universidad Nebrija explicaron la calculadora de la huella de carbono desarrollada por la Universidad Nebrija para los planes urbanísticos de la Comunidad de Madrid. De acuerdo con ellos, esta herramienta de “planificación científica y mesurable” puede ayudar para decidir la construcción de nuevos barrios o tejidos urbanos “que deben respetar las necesidades de las personas y la diversidad de ecosistemas”.
La distribución de la población, el sector inmobiliario, la estructura económica y el transporte influyen en las emisiones de efecto invernadero y la calculadora aplica, como argumentó Roberto Álvarez, “criterios de sostenibilidad para una sociedad mejor”. Alexandra Delgado, arquitecta e investigadora principal del Grupo de Investigación Nebrija La Arquitectura y el Urbanismo ante las Transformaciones Sociales, Económicas y Territoriales (At-the-oUTSET), mostró, durante la presentación, un caso práctico de la calculadora sobre el sector 11B de Alcalá de Henares, de 27,27 hectáreas.
Al finalizar el acto, Paloma Martín, subrayó la alianza entre universidad y administración pública en el reto que persigue la Comunidad de Madrid de “descarbonizar para seguir creciendo”. La consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura señaló que, aparte de 58 medidas concretas para lograr este objetivo, en materia de movilidad, la Comunidad de Madrid ha destinado 55 millones de euros para incentivar la compra de vehículos eléctricos y de movilidad personal y puntos de recarga.
Por su parte, José Muñiz destacó el compromiso de la Universidad “para resolver con investigación los problemas que plantea la sociedad”. Remarcando la relevancia de la calculadora de huella de carbono, el rector de la Universidad Nebrija declaró que “todo lo que no se mide se deteriora”.
Texto: Javier Picos. Fotos: Zaida del Río.