La jordana Dana Khaled Saleem Zaben, con su poema Menos mi propia casa,resultó ganadora del concurso Voces sin olvido en la categoría No Hispanohablante que otorga la Universidad Nebrija y su Cátedra Global Nebrija-Santander del Español como Lengua de Migrantes y Refugiados. En segundo lugar, quedó la italiana Laura Mansi con el vídeo A través de otras palabras.
Respecto a la categoría Hispanohablante, la ganadora fue Valentina Cardona, de Colombia, gracias a su vídeo titulado Bragas. El podio de plata se lo llevó Carla Ron Arévalo, de Venezuela, gracias a su relato titulado La bestia que me acecha.
En su cuarta edición, el certamen planteó a mujeres migrantes que viven en España, hispanohablantes o no, el reto de elaborar una composición poética, narrativa, musical o audiovisual a partir del tema Mi lengua, mi cultura, mi casa. “Este año se han recibido un total de 51 contribuciones de 20 países diferentes. Hay muchas mujeres, muchas experiencias migratorias, muchas voces, mucho talento”, desveló Juana Muñoz Liceras, directora de la cátedra.
El jurado, compuesto por Emilia Conejo, escritora y profesora con una amplia experiencia en el mundo de la enseñanza del español; Sophie Miller, representante de ACNUR en España y Juan Villoro, escritor y periodista, coincidió en “la dificultad que ha supuesto elegir entre contribuciones tan buenas y de tanta calidad”.
Entrega de premios ‘Voces sin olvido’
La entrega de los IV premios Voces sin olvido se realizó en una jornada en la que se celebró el Día del Español en la Universidad Nebrija. Este año, la Cátedra Global Nebrija-Santander del Español escogió el lema La lengua nos une. Como recordó Margarita Planelles, coordinadora de la cátedra, el español es lengua oficial en 21 países. “Se ha convertido en la segunda lengua del mundo por número de hablantes nativos (cerca de 493 millones). Es el segundo idioma de comunicación internacional (según datos del último informe del Instituto Cervantes). Y también es una de las lenguas más estudiadas por hablantes de todo el mundo”.
Pero, más allá de todos estos datos, el español es también la lengua de muchas personas que, por diferentes motivos, han encontrado en esta lengua un nuevo hogar. “El español es hoy, también, una lengua de migración. Este español, el que hablan millones de personas, que abandonaron sus países de origen y establecieron sus vidas en algún lugar del amplio mundo hispanohablante. Este español, el de aquéllos que dejaron atrás sus países, pero transmitieron su lengua y cultura hispanas a sus descendientes. Una lengua que recorre diferentes caminos e historias de vida y así se ha convertido en el hogar lingüístico para millones de personas a lo largo del mundo. Esto es lo que queremos reivindicar hoy”, subrayó.
Para hacer hincapié en el español como un espacio de encuentro, la jornada comenzó con una serie de dinámicas que fomentaron el conocimiento distendido entre los asistentes.
Dinámicas y talleres para alcanzar lo que nos une
Así las cosas, alumnos del Grado de Lenguas Modernas Aplicadas de Nebrija y usuarios de la ONG Accem se movieron con libertad por toda la sala hablando con distintas personas buscando aspectos en común.
En la segunda dinámica, buscaron sus puntos en común por grupos. “El objetivo principal del taller, además de conocerse, fue crear un ambiente cómodo para reflexionar sobre la pluralidad y la semejanza”.
Una vez apagado el fuego de la vergüenza, organizaron un taller bautizado como Lengua y cultura a través del teatro. En él los asistentes representaron diferentes situaciones de la vida cotidiana en la ciudad.
Tras la entrega de premios, la jornada finalizó con un Slam Poetry. Un concurso de lectura de poesía donde los usuarios de Accem leyeron poesías en sus lenguas de origen, al tiempo que ofrecieron una pequeña explicación o traducción al español.