Gonzalo Solana, director de la Cátedra Global Nebrija-Santander en Internacionalización de Empresas, participó en el X Seminario Ibérico de Economistas, organizado por la Ordem dos Economistas de Portugal y el Consejo General de Economistas de España, que se ha celebrado el pasado 23 de mayo en Lisboa.
Gonzalo Solana presentó una ponencia sobre la internacionalización ibérica, destacando el alto grado de apertura de sus economías y su elevada internacionalización. Puso de manifiesto cómo desde la entrada en la Comunidad Europea se ha producido un cambio de modelo de desarrollo de las economías ibéricas, cada vez más orientado a los mercados exteriores, y cómo el sector exterior, tanto en España como en Portugal, se ha convertido en un dinamizador del crecimiento al tiempo que está teniendo una aportación positiva a la estabilidad macroeconómica.
Asimismo, mostró un resumen de las principales conclusiones del último informe editado por la Cátedra, con el patrocinio del Ministerio de Industria y Comercio de España, sobre Internacionalización Ibérica, España y Portugal en el mundo, en el que se pone de manifiesto el dinamismo del comercio exterior ibérico y cómo la península ibérica sigue siendo un destino muy atractivo para las inversiones extranjeras, que tienen una contribución muy relevante en la internacionalización de ambos países. También, cómo ambas economías han mantenido desde 1990 sus cuotas de exportaciones de bienes en el mercado, a pesar de la creciente participación de China en las exportaciones mundiales de mercancías y del impacto de la crisis financiera internacional, de la covid y de la guerra en Ucrania, lo que demuestra su elevada resiliencia y competitividad. En este proceso ha sido determinante la participación creciente de empresas ibéricas en las cadenas globales de valor, sobre todo en la del sur de Europa, que se va extendiendo a través de Portugal y España por el norte de África.
Gonzalo Solana terminó su intervención reclamando que las decisiones gubernamentales y de política económica tengan muy en cuenta la relevancia del sector exterior en ambas economías. Además, pidió un seguimiento sistemático de su evolución y de los numerosos retos, pero también oportunidades, que se presentan en un entorno internacional complejo. En particular, solicitó que se haga un frente común ibérico para reclamar una política comercial europea más activa en Latinoamérica y África, dos continentes en los que la cercanía cultural y el idioma son activos importantes para las empresas ibéricas.