Juan Carlos Arroyo, director de la Politécnica Nebrija y presidente no ejecutivo de Calter, recogió el premio Caminos Madrid 2023 en la categoría de Mejor actuación en materia de proyectos de ingeniería u obra desarrollada por una pyme, que otorga el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid, por el proyecto y la dirección de obra de la estructura de las Torres Colón.
Durante una gala celebra en el madrileño Florida Park, Arroyo aseguró en su discurso que las Torres Colón, construidas entre 1967 y 1976 por el arquitecto madrileño Antonio Lamela y los ingenieros Leonardo Fernández Troyano, Javier Manterola y Carlos Fernández Casado, “tienen que durar otros cincuenta años y esa responsabilidad se queda en Calter y en un servidor, que firmamos el proyecto y la dirección de obra de la estructura”, una realidad propiciada por “la generosidad” del arquitecto Luis Vidal.
Su idilio y trabajo con este icónico rascacielos comenzó en 1970 cuando tenía cinco años y llegaba a Madrid porque sus padres se mudaban desde Cuenca. “En ese mismo año se paralizaron las obras de las Torres Colón con una orden de derribo. Tengo un recuerdo tenue de los dos núcleos erguidos y solitarios. Lo que sí recuerdo nítidamente es la actuación de 1990. Yo ya era ingeniero de caminos y recuerdo el descuelgue del vestíbulo entre las dos Torres y el gorro turquesa, el enchufe que apareció por sorpresa”, evocó.
En 2016 respondió con un “quizás” a la llamada de Luis Vidal para elaborar una remonta de las Torres de Colón, de 117 metros de altura. Después, todo el equipo emprendió “un largo camino: ocho años de trabajo, de discusiones, de ilusiones, de desilusiones y de sorpresas”.
Una nueva vida a un icónico edificio
Con cientos de sondeos, multitud de catas y de testigos y la acción de retesado de los tirantes para darle “una nueva vida” al edificio, Juan Carlos Arroyo tildó de “bella y difícil” la historia de una actuación “regida por el profundo respeto por la herencia de la maravillosa estructura de Javier Manterola”, el eje director de toda la actuación de Luis Vidal, de Mutua Madrileña, de Hill international, de DRAGADOS y de Calter.
Antes de dar los agradecimientos oportunos a empresas y entidades como la Universidad Nebrija “por darme la oportunidad de seguir disfrutando de ingeniería desde otro punto de vista”, Arroyo denunció que el sector de consultoría de estructuras “está muy poco reconocido y también muy mal pagado, salvo en el caso de esta estructura”.
La remodelación de las Torres Colón, propiedad de Mutua Madrileña, con proyecto arquitectónico de Luis Vidal Arquitectos, con ingeniería estructural y dirección de obra de Calter, cuenta con un presupuesto de 65 millones de euros. En el documento presentado como candidato a los premios, el equipo del director de la Politécnica Nebrija subraya que las Torres Colón son “una de las obras más importantes de la arquitectura internacional del siglo XX en lo que se refiere a su impacto para la ingeniería estructural de la edificación”.
Todo un desafío para la ingeniería de la época
Ese informe refleja que la estructura suspendida de las torres fue una solución “novedosa” y “todo un desafío” para la ingeniería de esa época. Muy pocos edificios en el mundo, ninguno en España, habían usado esa técnica que permitía tener unas plantas inferiores tremendamente diáfanas. Construir un edificio al revés suponía un reto técnico muy importante, de análisis y, sobre todo, de construcción”.
“Hoy – reza el comunicado- hemos recogido ese valioso legado para adecuar esa misma estructura a los retos del siglo XXI, para curarla de las patologías que el paso del tiempo ha generado en ella y para que Nuevas Torres Colon sea, entre otras cosas, la primera torre de negocios de España con consumo energético prácticamente nulo”.
“Respeto máximo de la estructura colgada”
En 2017, la actual propietaria, Mutua Madrileña, organiza un concurso restringido para darle una nueva vida a las torres y optimizar su aprovechamiento. Y plantea estas premisas: no modificar la superficie construida, ni la altura de coronación del edificio (parte alta del enchufe) y mantener intacta la estructura colgada de las torres, que es un patrimonio de los madrileños.
El concurso lo gana LVA+architects con el proyecto de estructura de Calter ingeniería. Una propuesta que dota a las Torres “de un máximo aprovechamiento arquitectónico y un respeto máximo de la estructura colgada”.
Texto: Javier Picos. Fotos: A.N.