Los estudiantes del Máster en Español como Lengua Extranjera: Didáctica e Investigación organizaron, junto a su profesora Rocío Santamaría, un taller introductorio de español dirigido a los residentes del Centro de Acogida Temporal para migrantes (CAT) de San Blas. Este proyecto contó con la colaboración especial de Margarita Planelles, coordinadora de la Cátedra Global Nebrija-Santander de Español como Lengua de Migrantes y Refugiados, quien impulsó esta iniciativa.
El taller se desarrolló en tres espacios distintos del centro y acogió a 13 participantes de diversas nacionalidades del norte de África, que mostraron un entusiasmo y motivación extraordinarios. Nueve estudiantes del máster asumieron el papel de instructores por unas horas, acompañados por tres Alumni de promociones anteriores y que actualmente son docentes en el Centro de Estudios Hispánicos de Nebrija: Iker González, Raquel Asenjo y Manuela Navas. Juntos diseñaron actividades prácticas para que los participantes pudieran desenvolverse en situaciones cotidianas de la vida en Madrid, tales como el uso del transporte público, la preparación de un menú y la compra en el mercado. También organizaron dinámicas de vocabulario y estrategia relacionadas con el fútbol.
Futbolistas reconocidos
La jornada se inició con una actividad de presentación en la que cada instructor tuvo un breve intercambio con cada asistente, estableciendo así un primer contacto y fomentando su motivación. Posteriormente, los participantes se dividieron en grupos pequeños y recorrieron diferentes rincones temáticos, donde aprendieron vocabulario y estructuras gramaticales y las aplicaron en situaciones prácticas. Para concluir la sesión, los instructores se cubrieron el rostro con máscaras de los futbolistas favoritos de los asistentes, quienes respondieron preguntas sobre lo aprendido. Aquellos que acertaban se tomaban una foto con el “jugador” elegido.
El éxito de la actividad fue resultado del compromiso y entusiasmo de los estudiantes del máster, que lograron que los residentes del centro disfrutaran mientras aprendían español. Este tipo de experiencias no solo favorece el aprendizaje del idioma, sino que también impulsa la adaptación plena y el intercambio cultural, enriqueciendo tanto a los participantes como a los organizadores.