Implementar una cultura preventiva en actividades de salud y bienestar de los trabajadores es clave para el éxito del futuro de las empresas. Los beneficios de las prácticas de prevención en riesgos laborales no solo se traducen en la prevención de accidentes, sino también “en un aumento de la producción, el bienestar personas y una mejora del clima laboral”.
Así lo advirtió Marina Parra, directora general de Trabajo de la Comunidad de Madrid y gerente del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo (IRRST), durante su participación en el acto de presentación de la Guía de Buenas Prácticas en Cultura Preventiva, celebrado en la Universidad Nebrija.
Parra recordó que la prevención de riesgos laborales “no es solo una obligación legal sino un compromiso ético y estratégico con trabajadores e integrantes del ámbito productivo”. Por su parte, la vicerrectora de Educación Digital y Tecnología de la Universidad de Nebrija, Cristina Villalonga, destacó la colaboración entre el ámbito académico y empresarial como un aspecto esencial para afianzar esta cultura preventiva.
Hoja de ruta para una cultura preventiva
Editada por E-coordina, la Guía de Buenas Prácticas en Cultura Preventiva incluye las experiencias reales, estrategias y casos prácticos de 14 empresas que han logrado integrar la prevención de riesgos laborales de manera exitosa.
La intención es que se convierta en una “hoja de ruta” y una herramienta que inspire a más empresas y logre reducir la estadística de siniestralidad, según apuntó Dolores Rico, experta en Cultura Preventiva y Comunicación Seguridad y Salud en el Trabajo del grupo e-coordina. En España hay una media de dos muertes diarias en entornos laborales, recordó.
Experiencias reales
En las mesas redondas recogidas en la presentación, la directora del servicio de Prevención en Riesgos Laborales del Banco Santander, Silvia de Loma Rodríguez, detalló el trabajo que ha realizado la entidad financiera para integrar la perspectiva de género en la cultura preventiva. El banco ha pasado de contar con un 39 % de la plantilla integrada por mujeres en 2007 al 50 % actual. En la legislación nacional e internacional, “la equidad de género no es un aspecto que se haya tenido en cuenta de forma real en la prevención de riesgos laborales. Solo se tenía en cuenta en los procesos de ámbito reproductivo de la mujer”, destacó.
La guía también recoge la campaña “Cruz Roja te escucha”, puesto en marcha por la organización para dar apoyo psicosocial a personas aisladas durante la pandemia de coronavirus, que luego se aplicó a los trabajadores de la casa. Nuestros equipos se iban saturando, sufren mucho a nivel emocional y rechazan la ayuda porque se vuelcan en los demás. Les afectaba a su salud e hicimos esa vuelta para que “Cruz Roja te escucha” abarcara también a personal propio”, explicó Óscar Pozuelo, técnico de Prevención de Riesgos Laborales del Servicio de Prevención Propio de Cruz Roja Española.
En el ámbito de la hostelería, José Antonio Ruiz, Health & Safety Manager de Minor Hotels Europe & Americas, detalló el caso por el que su compañía ha trabajado por mejorar la prevención de riesgos ergonómicos entre el colectivo de las camareras de piso, introduciendo elevadores de cama. “En un hotel hay muchos riesgos musculoesqueléticos. Limpiar un dormitorio y un baño 19 veces cada día es un trabajo muy físico, que obliga a adoptar posturas forzadas, manejar cargas, movimientos repetitivos, límites de tiempo”, admitió.
Un nuevo planteamiento
Más allá de implementar cambios, los expertos participantes en las mesas redondas coincidieron en la necesidad de replantear el trabajo de los departamentos de prevención de riesgos laborales, para integrar a todas las plantillas y conseguir concienciar de la necesidad de introducir modificaciones de mejora.
“Una de las principales barreras es la resistencia al cambio. Es importante decir que la prevención es útil”, indicó Alejandro Moreno, senior EHS Manager, Continental Europe de Johnson & Controls, compañía que ha creado un sistema bautizado “tool box”, que con la interacción de los trabajadores, identifica posibles mejoras de seguridad en el trabajo.
María Soria, responsable del área de Prevención de Riesgos Laborales y Sostenibilidad del grupo constructor Civity Group, detalló su experiencia para trabajar en esta área con presentaciones creativas, como invitar a los trabajadores a sesiones “con misterio” o con la utilización de piezas de Lego.
Implicación de la dirección de las empresas
Por su parte, Iván Sánchez, Health & Safety Manager de DIGI, relató que en su experiencia ha sido clave la voluntad de “separar la actividad preventiva de la idea de que los técnicos de prevención de riesgos laborales somos la policía “, apuntó. “Le dije a nuestro CEO que no era un departamento de seguridad sino un departamento técnico que da soporte, desde la cercanía y la accesibilidad al técnico”.
Juan Antonio Madurga, gerente nacional de Calidad & Medioambiente y Prevención de Riesgos Laborales de SECURITAS, consideró por su parte que la implicación de la dirección de las compañías es clave “para que haya un compromiso de reducir la siniestralidad”, y abogó por un trabajo “muy de mano izquierda” para ir constantemente modulando la concienciación.
El acto contó con la participación de Eva Mª Iglesias, directora académica del Máster Universitario en Liderazgo y Dirección de RRHH de la Universidad de Nebrija; y de Íñigo Cantera, responsable de Desarrollo de Cliente del grupo E-coordina, que actuaron como moderadores.
Texto: Abigail Campos Díez / Fotos: Zaida del Río