Cierre de año en la histórica pista madrileña con 2 carreras de resistencia de 3 horas de duración en las cuales se vivieron verdaderas odiseas. Únicamente los favoritos fueron capaces de mantener el rumbo correcto a la hora de atravesar este inmenso mar de contrastes. Echemos un vistazo a lo sucedido en la última aventura del curso 2018 en la capital. (Click en título para más)
El frío y una atmósfera invernal que, sin embargo, quedaría exenta de lluvia, recibieron a los candidatos a hacerse con el último galardón del año, un trofeo de Navidad al que una parte de los allí presentes acudía con la vista puesta en dar con el mejor estreno posible de sus respectivos vehículos como, por ejemplo, Ismael Arquero (Campeón de la Comunidad en Montaña y Circuito) y su flamante Volkswagen Golf GTI TCR. En el lado contrario, el sector restante de la clasificación buscaba llevarse la última victoria del año como colofón o arreglo a temporadas que han podido desarrollarse con mejores o peores resultados.
Rápidamente supieron los aspirantes de la División 1 que el premio se vendería muy caro, cayendo en manos de un único equipo que cruzara la meta en 1º posición, superando a casi medio centenar de rivales en una carrera que apenas tuvo momentos de respiro. Ni siquiera 3 horas fueron tiempo suficiente para disgregar algunas nubes de coches que se formaron en la misma luz verde inicial y no zanjaron la batalla que los unía hasta la misma bandera a cuadros. El Peugeot 207 de Í.Moreno y A.García se alzó con una sólida pole (más de 1 sg de ventaja sobre el 2º clasificado) que, sin embargo, dejó paso a una pobre salida que los apartó del liderato de la carrera hasta pocas vueltas después, momento en el que se colocarían en una cabeza que nunca más cederían, llegando a meta con casi medio minuto de ventaja sobre su inmediato perseguidor, el Ford Fiesta ST de V.Vallés y J.Chicoy. Gran parte de los Toyota Aygo de la Copa Kobe volvieron a reunirse en este evento, protagonizando incesantes peleas en las cuales estuvieron inmersos los Antonio Albacete (padre e hijo, vigente Campeón de este novedoso certamen monomarca), entre otros. Tan grande era la cantidad de adelantamientos como reducido el espacio entre algunos vehículos que no se despegaron hasta el término de una prueba que dejaría paso a otro tipo de espectáculo.
La División 2 suponía la llegada de modelos de notables prestaciones y llamativos aspectos que protagonizarían una carrera a un ritmo mucho mayor que en el caso anterior, antecedente que, con todo ello, llegaría a albergar mejores combates entre pilotos. La Universidad Nebrija respaldó con miembros de su Máster de Vehículos de Competición al equipo capaz de abrir y cerrar la prueba en 1º posición, un combinado KTM en el cual J.Escobar y A.Albacete consiguieron revalidar su triunfo de 2017, esta vez con el aporte extra de J.Martínez Bueno. Como en el caso anterior, un inicio dubitativo dejó paso a una exhibición que no pudo seguir ni siquiera el otro KTM descubierto, de características similares y arrastrando diversos problemas con el transcurso de esta historia. 17 inscritos tomaron la salida, quedándose finalmente el público sin disfrutar del impecable Mercedes AMG GT3 de un equipo Drivex que sí contaría con un Volkswagen Scirocco que, sin embargo, tendría que retirarse antes de dar por finalizada la primera media hora de carrera. Los candidatos restantes se distribuyeron rápidamente por diversas zonas de la pista debido a sus rendimientos dispares, limitando en gran medida unas opciones de lucha que en el episodio anterior habían alcanzado su auge. Sería el Seat Cupra TCR de los Alexander Villanueva (Ruiz y Brox) el vehículo que llegaría a meta en 2º plaza, a más de 1:16 min de los consolidados líderes que, al lado de los representantes de nuestra Universidad, celebraron la consecución de su deseada victoria. Piel de gallina por poder aportar y ultimar los detalles de un vehículo al cual iba a subirse el tricampeón de Europa de Camiones, con dilatada experiencia en el terreno nacional de los turismos (Campeonato de España Clase II en 1991 y Subcampeón absoluto en 1993) . Pese a todo, los nervios y la tensión previa a la carrera cedieron el testigo al show mencionado, un liderato bañado en inmensa regularidad y un ritmo demoledor que no pudo ser cortado por impedimentos mecánicos. Inolvidable victoria para cerrar el año con la mejor de las sonrisas a la vez que se fija una buena base para futuras colaboraciones y experiencias que traigan consigo resultados tan destacados como los que este equipo pudo protagonizar hace muy pocos días. El presente vuelve a dar buen impulso a nuestra marcha hacia el futuro. ¡A seguir caminando!
