Como si de uno de los pasajes Bíblicos más famosos se tratase, la dantesca situación vivida bajo la lluvia de Daytona se resolvió sin necesidad de cruzar la bandera a cuadros final. Con todo ello, hubo tiempo suficiente para coronar a unos Reyes que, en el cómputo de estrategias y adversidades causadas tanto por el agua como por algunos de los 179 pilotos inscritos, se alzaron con sangre fría en la búsqueda de uno de los galardones más codiciados del calendario mundial. A continuación, un breve resumen de lo acontecido. (Click en título para más)
47 vehículos separados en 4 categorías distintas que, sin embargo, se medían al mismo tiempo en el trazado de 5.7 Km, creando múltiples situaciones de peligro en las cuales diversos candidatos con la volátil condición de favoritos se veían obligados a visitar a sus respectivos mecánicos en más ocasiones de las previstas. El plantel nos presentaba una titánica batalla entre Acura, Mazda y Cadillac en DPI (Daytona Prototype International) al tiempo que Porsche, Ferrari, Ford, Corvette y BMW medían sus fuerzas en GTLM. Imposible olvidarse de los polos de la carrera, unas categorías LMP2 y GTD en las que 4 vehículos Oreca y 23 modelos de diversos fabricantes, respectivamente, se cruzaban en la búsqueda de la ansiada victoria final.
Una fugaz sesión de clasificación en la cual, gracias a la renovación de monturas instaurada por Michelin, cada una de las 4 poles rebajó ostensiblemente el registro del pasado año, cedió el turno a la esperada exhibición final. El inicio de este show llegó marcado por la alternancia en el liderato DPI entre O.Jarvis (poleman con récord de la pista) y el veterano J.P.Montoya (7 victorias en F1 y 3 en 24H Daytona), eludiendo la interminable caravana de GTs. El suceso más llamativo en los primeros compases de la carrera tuvo lugar en este grupo de turismos, colisionando en boxes el Corvette de O.Gavin contra el vehículo de su compañero de equipo, J.Magnussen (compartido con A.García), obligado a perder el liderato de GTLM y algunos giros para completar las consiguientes reparaciones. Este hecho permitía que el Ferrari de, entre otros, M.Molina (partiendo en 4º plaza), acariciase durante algunos minutos la 1º posición de la categoría, al igual que otro nombre conocido por su presencia en la F1, P.Maldonado, en LMP2. Sin escapar del abrigo del Gran Circo del automovilismo, J.Taylor cedía el volante del Cadillac a un F.Alonso deseoso de dar continuidad a su gesta en carreras de resistencia de 24H. Al igual que hizo en Le Mans meses antes, el bicampeón mundial asturiano remontaría hasta acaparar un férreo liderato durante parte de la noche, estableciendo una ventaja de más de 50 sg sobre su inmediato perseguidor. Sin embargo, los incidentes estaban a la orden del día y, como consecuencia, un nuevo “Caution” acabó con esta diferencia entre los candidatos a la victoria en prototipos, un selecto grupo del que se cayeron los aspirantes de Mazda tras fugas de gasolina en el número 55 y un reventón del turbo en el 77. Difícil papeleta para los más veloces en la sesión clasificatoria. En LMP2 saltaban chispas entre los aspirantes de DragonSpeed al tiempo que Ferrari y Porsche, con BMW y Corvette a pocos sg, se disputaban el liderato GTLM de la misma forma en que Lexus, Mercedes, Audi y Lamborghini se alternaban el de GTD en distancias físicas muy reducidas. En la parte más alta, el Cadillac de F.Nasr (exF1) y el Acura de H.Castroneves (3 veces ganador de la Indy 500) destacarían en el preámbulo de la verdadera odisea de la prueba.
La lluvia arreciaba al amanecer y Nasr, en una destacada apuesta de su equipo que no fue secundada por ningún otro combinado DPI, se adelantó en un cambio a compuestos de mojado que, al poco tiempo, obligó a sus homólogos de Cadillac y Acura a realizar una parada adicional, obteniendo el brasileño una ventaja notable en el liderato absoluto de la prueba. La situación derivó en la vuelta al volante de Alonso tras ceder Taylor ante el acoso de Nasr en una gran batalla. De nuevo, el español impondría un ritmo que no fue igualado por ningún otro aspirante hasta la neutralización de la prueba, la 1º bandera roja de la carrera que acercó al resto de pilotos al Cadillac número 10 y al Ferrari 62 (Molina), además de a las correspondientes cabezas de LMP2 y GTD, sumidos estos últimos en constantes batallas con mejor o peor resultado. El relanzamiento de la prueba en medio del incesante diluvio dio lugar a un caos en el que destacados nombres como D.Vathoor o R.Dumas caían víctimas de diversos incidentes en los cuales, de una manera surrealista, se llegaron a decidir incluso los lideratos de GTLM (colisionando Ford y Porsche bajo la lluvia), LMP2 (sufriendo ambos DragonSpeed ) y DPI, sufriendo Nasr una salida de pista tan, a priori, leve como mortal que permitió a Alonso recuperar la 1º plaza. Una situación en la que más de 20 vehículos se vieron implicados en accidentes y pérdidas de control desembocó en la decisión de una nueva bandera roja que no desaparecería hasta el término de la prueba, dando lugar al movimiento de una bandera a cuadros bajo la cual ningún aspirante cruzaría con su motor en marcha. La monotonía de 2018 quedó transformada en lo inimaginable, un año después.
Con todo ello, 3º victoria consecutiva de Cadillac en la histórica prueba, brillando con un DPI que, sin ser el más rápido, gozó de un setup que respondió como ningún otro en las situaciones adversas. A los mandos del Konica Minolta ganador de W.Taylor (2 veces campeón de la prueba) comandaron R.Van der Zande (Campeón Fórmula Renault 2.0 holandesa y Weathertech Sportscar Championship, competición que ampara esta prueba, en 2016), K.Kobayashi (3º en GP Japón F1 2012 y Ganador en 6H Fuji 2016,2018 y Shanghái 2018), J.Taylor (Ganador 24H Daytona 2017, 12H Sebring 2017, 24h Le Mans 2015 y 2 triunfos en Petit Le Mans, 2014 y 2018) y F.Alonso (Bicampeón F1 y Ganador 6H Spa 2018 y 24H Le Mans 2018), claro dominador de la prueba tras protagonizar sendos stints memorables. En LMP2, victoria del Oreca DragonSpeed de P.Maldonado, R.González, S.Saavedra y R.Cullen tras el descalabro de sus compañeros, 3º al final. El triunfo GTLM del BMW M8 GTE de A.Farfus, C. De Phillippi, P.Eng y C.Herta tras la mala fortuna de Ford (remontada culminada con parada en boxes justo antes de la neutralización final) se convirtió en el mejor homenaje a la gran figura de C.Lamm, quien fuera jefe del equipo Schnitzer, fallecido hace pocos días. En GTD, el Lamborghini Huracán GT3 de R.Ineichen, M.Bortolotti, R.Breukers y C.Engelhart se impuso en una loca carrera en la que supieron demostrar una gran gestión de las interrupciones y otras situaciones de considerable presión.
En el apartado español, M.Molina tuvo que conformarse con una agridulce 2º plaza tras cortarse el buen ritmo de Ferrari con la última neutralización. Peor fueron las cosas para un A.García que, sabiendo lo que significa ganar en Daytona (2009), tuvo que enfrentarse a la desdicha del inicio de carrera y, más tarde, a la falta de combustible cuando rodaba en la cabeza de GTLM. Sin embargo, la 6º posición final fue bastante mejor cosecha que la obtenida por A.Riberas en GTD. Su Audi R8 LMS, a pesar de mejorar la 19º plaza de partida, tuvo un incidente con el Acura DPI pilotado por S.Pagenaud que lo dejó en el puesto 12º de su categoría. Visto lo visto, todos estos nombres pueden estar satisfechos por conseguir sobrevivir a un diluvio que, en cierto sentido, es digno de ser entendido como la reencarnación de la historia de Noé.
Foto portada: AS