El inminente futuro llama a una modernización a través del uso de tecnología de ínfimas dimensiones que, a su vez, sea capaz de recoger el testigo de innumerables dispositivos que, contando con un tamaño mayor, cumplen hoy con sus respectivos cometidos aun sin estar exentos de posibles fallos. Es por ello que el reto afrontado por el doctor A.Clausner y Fraunhofer IKTS duplica su importancia y trascendencia al acometer la tarea de investigar el comportamiento de materiales cerámicos mediante ensayos no destructivos que, a su vez, den lugar a tecnología microelectrónica que pueda ser integrada en prácticamente todo lo que nos rodea mientras se elimina cualquier tipo o riesgo de error. (Click en título para más)
El protagonista de la exposición puso también énfasis en un inmenso porcentaje de innovaciones (aprox 90%) surgidas a partir de avances en sistemas electrónicos que, prestando atención al entorno de un vehículo, deben solventar en un futuro problemas ligados a considerables temperaturas capaces de conformar mortales amenazas para unos chips que requieren resistencia perfecta para cumplir con su cometido dentro del extenso entramado. En definitiva, millares de diminutos y delicados pasos son necesarios para dar lugar a una microelectrónica llamada a ser nexo común entre las diversas opciones dibujadas en el horizonte de la automoción, meta convertida en un verdadero ordenador dispuesto de 4 ruedas y conectado a todo lo demás. Veremos cómo avanza la historia.