Inmejorable manera de celebrar el final de la primera época de exámenes. Una treintena de miembros del Club del Automóvil Nebrija se reunieron en la exigente pista de Henakart para vivir una intensa competición de resistencia en la que imperó la colaboración en equipo. A continuación, un pequeño resumen de lo acontecido en esta inolvidable jornada (Click en título para más)
La emoción creía a marchas forzadas conforme la fecha de la cita iba haciéndose más y más inminente, ultimándose detalles sobre la distribución de los inscritos en equipos de 3 personas para afrontar una sesión de entrenamientos cronometrados de 30 minutos de duración (10 por piloto en la inmensa mayoría de los casos) y, tras ella, la imponente carrera de 1:15 h que, aun llevando consigo menos tiempo que las habituales de final de curso en Kartpetania, causó estragos físicos en todo el conjunto de pilotos a causa de la exigencia física y técnica requerida en esta pista si se desea lograr la mayor efectividad al volante. Antes de ello, Javier, encargado de la misma, impartió un completo Briefing en el cual todos pudimos meternos rápidamente en la dinámica a seguir a lo largo de la mañana mientras se nos recordaba con ímpetu la normativa básica a seguir para disfrutar al máximo de la experiencia. La atención y dedicación mostrada tanto por él como por el resto de integrantes de Henakart fue absolutamente encomiable, tomando nosotros buena nota de cara a la organización de eventos futuros gracias a lo que pudimos encontrar el pasado viernes. La atmósfera que se respiraba se avivó incluso más cuando pudimos apreciar tanto los trofeos dispuestos para los 9 mejores clasificados como la posibilidad de ir controlando todos nuestros tiempos mientras estábamos al volante, gracias a una aplicación y, obviamente, soporte para móvil puestos a nuestra disposición. Con todo ello, la verdadera prueba de fuego se acercaba a pasos agigantados.
La clasificación fue el primer momento clave empleado por los equipos para poner a punto estrategias mientras se comprobaba en vivo la evolución de todos los tiempos. Errores, salvadas y, al final, un mejor conocimiento de las condiciones de una pista tan amenazadora como el frío que perduró durante toda la mañana. Ya en carrera, la obligación de hacer, al menos, 2 cambios de piloto en boxes obligó a los combinados a exprimirse a fondo si querían sacar el máximo partido posible de la situación. A priori, 25 minutos por persona eran los ideales para que todos los miembros de cada escuadrón disfrutaran de la prueba como se merece, colaborando a la hora de establecer turnos y cualquier posible cambio sobre la marcha. La constancia y este trabajo en equipo terminaron mandando en una carrera plagada de luchas, talento, adrenalina y un sentimiento de ganas e ilusión en familia compartido por todos los allí presentes.
Vale mucho la pena aprovechar este tipo de oportunidades. Gracias al Club del Automóvil, Henakart y personas inscritas por dar inmejorable forma a lo vivido. ¡Por muchos más encuentros!