¿Hasta dónde, Damas y Caballeros, es el ser humano capaz de luchar por superarse, traspasando incluso los propios límites de la lógica? Con mejor o peor resultado se zanjó esta cuestión en varias vertientes de un Rally sostenido exclusivamente por la incombustible pasión de unos artistas dispuestos a no cesar en su afán de maravillar al público con dotes heroicas, dentro y fuera del coche. Repasemos lo sucedido en la capital (Click en título para más)
La dantesca sucesión de noticias a lo largo de la pasada semana condujo finalmente a la supresión de la tabla nacional dentro de un Rally de Madrid que pareció haber cogido buena forma el pasado año. La controversia en torno al comité organizador del mismo en el presente curso terminó sin respuesta favorable para nadie, echando por tierra un kilometraje utópico y, por supuesto, la ilusión de participantes y afición, expectantes y esperanzados hasta aquel momento. De la noche a la mañana y denotando claros síntomas de embriaguez por prisas, apareció un nuevo itinerario bastante reducido (1 tramo de 11 km en la popular «Dehesa del Ejército» y 5 pasadas por el mismo que conformarían toda la prueba) que, sin embargo, todavía podía jactarse de contar con ilustres participantes de los apartados regional y Copa Kobe, dispuestos a hacer las delicias de los asistentes mientras plantaban cara al exigente y, en ocasiones, desmesurado terreno embarrado.
G.Eizmendi, de estreno con un impecable Skoda Fabia R5 de Calm Competició tras poner a la venta el encomiable Ford Fiesta R5, trató de olvidarse rápidamente del mal sabor de boca surgido tras vivir el peor final posible de una lucha en la que aspiraba (obviamente en Madrid) a convertirse en Subcampeón nacional absoluto de Rallyes de Tierra, condecoración que, finalmente, cayó de nuevo en manos de J.Pardo, ausente tras el lamentable giro de los acontecimientos. Con todo ello, la experimentada pareja Eizmendi-D.Sanjuán comenzó mandando con mano de hierro en la clasificación provisional, endosándose tanto el scratch del viernes por la tarde como el mejor registro del sector inaugural del sábado. Sin embargo, el siguiente bucle presentó rápidamente una nueva pesadilla de la que no pudieron escapar. Habiendo puesto ya en relieve que las condiciones del tramo no eran, ni mucho menos, idóneas, el Skoda terminó cediendo en una inesperada bañera (vídeo), la cual lo dejaría a merced de varias vueltas de campana que sobrecogieron a los allí presentes. Sin lamentar daños personales, D.Marbán, recobrando confianza a bordo del Volkswagen Polo GTI R5, recogería el testigo para alzarse tanto con los scratch restantes como con una nueva victoria que, a su vez, le brindaba la Corona Madrileña de Rallyes de Tierra. D.García (Peugeot 208 VTI R2), muy por detrás, cruzaría la meta final en 2º posición, siendo C.Fernández 3º con su Mitsubishi Lancer Evolution IX. U.García decantaría a su favor la agónica balanza en la Copa Kobe, resolviendo con triunfo el impasse mantenido frente a A.Martín (2º), 2 puntos por detrás antes de afrontar la carrera de Madrid.
Gratamente imposible dejar al margen lo acontecido con nuestro compañero del Club del Automóvil Nebrija, J.Martín, luchador nato quien, para sorpresa y admiración de oponentes como los Hermanos Vallejo (Bicampeones absolutos de España), renunció en todo momento a sucumbir ante las incontables adversidades mecánicas y físicas que se cruzaban en el temible camino. Los múltiples estragos que iban apareciendo en su BMW 316I no eran sino focos de confianza y motivación para afrontar los kilómetros restantes con mayor determinación si cabe, logrando rodar en la parte media de todo el grupo inscrito, así como mejorar el resultado cosechado el pasado año hasta brillar en 2º posición de la Copa Deyscom de Propulsión y 3º en la Clase 7, recompensas claramente merecidas tras ser capaz de alzarse más allá de los límites del entendimiento humano. Desde aquí, con inmenso orgullo y satisfacción, felicitamos tanto a Jesús como a María Ventura (copiloto) por los magníficos resultados y, por supuesto, por hacer que esta disciplina siga superándose gracias a ejemplos en los que, sin duda, la realidad siempre supera a la ficción. ¡Por muchas más aventuras!