Si ya de por sí comenzar un artículo anunciando la vuelta de esta preciada actividad supone una increíble dosis de alegría, hacerlo tras haber disfrutado de una lista de participantes de dimensiones históricas deja sensaciones que no tienen parangón. Henakart fue nuevamente escenario de una pugna colosal.
El buen humor que trae consigo la víspera de un período vacacional como es la Semana Santa clamaba por una celebración única y memorable. Así, la organización llevada a cabo por el Club del Automóvil, respondiendo al deseo de una inmensa cantidad de miembros de esta gran familia rodante, terminó congregando a medio centenar de personas en el circuito madrileño de Henakart. La cita, por supuesto, obligaba a acudir con preparación física y mental suficiente para afrontar una carrera de resistencia entre 17 karts, nada más y nada menos.
Tras un interesante Briefing donde se profundizó en la importancia de respetar normas esenciales que terminan dando buena vida a competiciones de este estilo, los aspirantes ultimaron sus respectivas estrategias en equipo para afrontar las sesiones de clasificación (30 minutos) y carrera (1:15 h).
Cuestiones como el número de cambios de piloto a realizar o la importancia de no «sobreconducir» en los compases iniciales de la larga y decisiva lucha estuvieron en boca de los allí presentes, desembocando la situación en un agitado espectáculo cargado de batallas, aciertos, errores y, finalmente, un combinado compuesto por Julián Castaño, Nicolás Arce y Guillermo Pérez-Toril que se impuso con ostensible ventaja (más de 3 vueltas sobre el 2º equipo clasificado) gracias a su impecable mentalidad.
Todo tipo de lecciones dentro y fuera de pista terminaron encumbrando a una apasionante mañana que, desde noviembre de 2019, nunca dejó de ser un deseo utópico en la Comunidad Nebrija.