La incipiente y prometedora Escudería Centro, compuesta en todo su ser por Comisarios de la Real Federación Española de Automovilismo, acudió a la Universidad Nebrija para exponer a los asistentes cómo es y cómo opera uno de los pilares esenciales sobre los que se sostiene la Competición sobre ruedas que tanto nos apasiona. Facetas, responsabilidades, anécdotas…, todo lo esencial, en resumidas cuentas, quedó expuesto en este interesante encuentro.
Ricardo Sánchez y Miguel Hidalgo, al timón de esta Escudería organizadora de pruebas como el Rally de Tierra de Madrid (puntuable para la Copa de España de Rallyes de Tierra y Súper Campeonato de España de Rallyes), además de Comisarios permanentes de la RFEdA, no quisieron perderse una cita en la que, junto a Alberto Lindon (alumno de Nebrija y Comisario de Competición) y Jesús Martín (alumno de Nebrija y piloto), se abordaría con gran detalle la figura de un profesional que brinda control y protección a todo tipo de eventos relacionados con Circuito, Rally, Karting, Raid, Montaña, Eslalon, Autocross… .
La seguridad de la que se habla en estas líneas no queda limitada a la protección física que, por supuesto, entra en acción cuando los miembros de este equipo intervienen en incidentes surgidos en plena carrera, sino que también se extiende al ámbito deportivo, velando siempre por el cumplimiento del reglamento originado a partir del CDI (Código Deportivo Internacional) para que, sobre el escenario, todos los talentos se enfrenten bajo el amparo de las mismas reglas del juego.
Comisarios de Ruta, Cronometradores y Oficiales Técnicos son la base de una pirámide que conduce en su ascensión hacia cargos como el de Director de Carrera (máxima responsabilidad organizativa) o Comisario Deportivo (máxima responsabilidad deportiva), puestos que no hacen sino impresionar por la gran trascendencia que tienen en el mundo de la competición.
Las responsabilidades de cada vertiente, así como ejemplos reales y experiencias personales, se expusieron en esta cita con el fin de cautivar y enseñar a unos asistentes que, sin duda, verán desde ahora la competición con otros ojos, sabedores del cuidado que reside detrás de lo que el mundo admira en vivo o desde el televisor.