Una marca de incuestionable renombre como Total no podía faltar a una cita cuyo objetivo consistía en introducir, de forma gratamente detallada, la ostensible valía de una sustancia que termina siendo sinónimo de «vida» para todo lo relacionado con la industria. Componentes, propiedades básicas, tendencias y mucho más sobre estos lubricantes quedó expuesto en esta gran ponencia.
Carlos Belvis, Jefe del Servicio Técnico de Automoción en TOTAL España, no escatimó en detalles a la hora de presentar un sinfín de cuestiones relacionadas con lubricantes, atendiendo tanto a sus funciones esenciales (reducción de rozamiento y desgaste, refrigeración, preservación de la limpieza, aumento de estanqueidad, aplacamiento de la corrosión…) como a los aceites base y aditivos añadidos que conforman esta particular sustancia, explicando junto a ellos el porqué de colocar también el acento sobre términos como «viscosidad» o «cavitación», entre algunos otros de notable trascendencia.
El paso por las grasas (espesantes incluidos) y aceites hidráulicos archiconocidos en las industrias terminó precediendo a un cierre acaparado por un término que, quizás, termina dejando caer su dominante sombra sobre todo lo demás: «mantenimiento».
Más allá de introducirlo junto a las alusiones referidas a la vida de los órganos que integran cada máquina, el énfasis se posiciona también sobre posibles métodos de análisis que, gracias a la posibilidad de anticiparse a dolorosas averías, traten de reducir los costes que esta vertiente lleva consigo. Al mismo tiempo, la sucesión de argumentos en torno a esta labor desembocó en un fin como ningún otro: el cuidado del medio ambiente.
Los lubricantes biodegradables son una realidad que clama por el protagonismo que merece en el devenir industrial más próximo, y es que, aun suponiendo una inversión particular más elevada que la relacionada con el compuesto tradicional, su papel dentro del coste total de mantenimiento sigue siendo muy reducido. Por contra, el beneficio acumulado que se puede llegar a alcanzar en pro de la sostenibilidad puede llegar a ser muy elevado.
Estas realidades, con todo ello, subyacían bajo una efectiva sentencia con la que Carlos, ya desde el inicio de la conferencia, terminó resumiendo todo lo que vendría después:
«El lubricante adecuado, en la correcta cantidad, que alcanza el punto a lubricar en el momento preciso y usando siempre el método más apropiado de lubricación»