Por remotas que parezcan las posibilidades a tenor de la pura física, la innovadora moneda que lanza al aire el equipo Astara en la carrera más exigente del calendario ajeno al asfalto parece seguir en su vuelo ese rumbo contrario a la lógica. La reflexión abordada en el ecuador de la antológica prueba nos habla de luces y sombras dentro de una valiente e histórica aventura a la que, por supuesto, la Universidad Nebrija quiso sumarse.
Un profeta de nombre «Astara»
Óscar Fuertes, quien ya compartió en 2019 velada con el Club del Automóvil de esta casa estudiantil, dio vida tras el primer azote de la pandemia a un equipo Astara aupado por una meta sin precedentes: resolver nada más y nada menos que un Rally Dakar con la menor huella de carbono posible. El consolidado piloto madrileño, Campeón de España con encomiables actuaciones en Rallyes de Tierra y Todoterreno, comparte la visión de la competición como un escaparate o prólogo que permite ir conociendo detalles sobre el horizonte al que se dirige el mundo de la automoción. Es por ello que el término «sostenibilidad» debía prevalecer a la hora de concebir esta nueva entidad. A diferencia de alternativas de indudable magnitud como Audi y BRX-Prodrive, las cuales aterrizan también con propuestas que buscan sonreír al medio ambiente con una sinceridad cada vez mayor, Astara opta por simplificar y prescindir de una gran cantidad de recursos a través de un combustible sintético basado en la utilización de agua (sometida a electrólisis) y dióxido de carbono existente en la atmósfera. El conocimiento aportado por la Universidad Nebrija tanto en materia de e-fuel como en dinámica vehicular ayudó a confeccionar este «lavado de cara» aplicado sobre los Century CR6 rebautizados como Astara 01 Concept. Incluso la decisión por parte del vanguardista equipo español de participar en iniciativas ligadas a la reforestación obra en pro de un equilibrio que, efectivamente, permita apreciar al término de la cita un resultado global neutro en emisiones contaminantes. Una evaluación mediante el protocolo de gases de efecto invernadero (base de la norma ISO 14064) realizada por un organismo externo dará a conocer los resultados finales de este primer intento, base de un prometedor crecimiento.
La dupla Fuertes-Vallejo remonta con decisión
Una de las claves que dieron tanto Óscar Fuertes como Diego Vallejo en sus respectivos encuentros con los alumnos de la Universidad Nebrija fue la idónea y ciega sintonía existente entre los miembros de un equipo. Piloto, copiloto y vehículo son un único ser en plena travesía, atravesando waypoints y controles horarios confiando en todo momento en la fusión de cualidades procedentes de cada uno de estos órganos. La 3ª edición disputada en Arabia Saudí pondría sobre la mesa un conglomerado de cambiantes relieves arenosos y montañosos que no tardaron en convertirse en prueba de fuego para todos los participantes. Las alas con las que muchas tripulaciones creían contar tras el «indefenso» y esperanzador prólogo se cortaron en una primera especial que sentenció a aspirantes de la talla de C.Sainz o S.Peterhansel. Los problemas originados en la confusa navegación se zafaron también con esta pareja de Astara, la cual, pese al buen hacer de Vallejo respecto a muchos otros candidatos, terminó precipitándose hasta la 32ª plaza general. Dicho resultado la obligó a partir desde una retrasada posición de salida en la siguiente etapa, sufriendo con adelantamientos a vehículos de todo tipo y problemas físicos que dieron continuidad a la desfavorable racha. Sin embargo, ambos sabían que el Dakar depara un sinfín de sensaciones que mutan en un abrir y cerrar de ojos. La llamada a mantenerse en pie con esperanza y una capacidad de improvisación afinada ante las infinitas adversidades e imprevistos se acentuó mientras la épica resurrección se iba haciendo realidad día tras día. No sin obstáculos tales como pinchazos, engañosos caminos e indicaciones que incluso llevaron al Astara a ser rescatado de un río se abrió paso este prototipo ecológico hasta la 24ª posición absoluta en coches (11ª en 4×2) al término de la 6ª especial. Los elogios al pilotaje, navegación y mecánica se intercambian con euforia dentro de un combinado que, como cara de la moneda, goza ahora del liderato entre los participantes españoles de esta categoría sobre 4 ruedas.
La pareja Calleja-Blanco colapsó antes del descanso
Una sorprendente y controvertida decisión fue tomada una dupla que, más allá de contar con numerosas historias dentro y fuera de este tipo de habitáculos (destacando incluso la victoria en 2 ruedas motrices cosechada en la última Baja Aragón), es conocida por su convivencia con aventuras de todo tipo a lo largo del mundo. La paciencia con la que afrontaron por 5ª vez una prueba como ninguna otra llegó a su tope a pocos kilómetros de la salida de la 5ª especial, momento en el que una avería mecánica con la correa de distribución terminó definitivamente con el ánimo de la exhausta y frustrada pareja, cruz de la particular moneda. La decisión de abandonar atentó también contra la moral de un equipo de trabajo que aguardaba en la asistencia tras persistir con el término «esfuerzo» tatuado sobre su espíritu. Los destellos mostrados durante el prólogo y en la 3ª etapa quedaron ensombrecidos por incidentes mecánicos y, además, un vuelco y otra polémica maniobra que casi termina en colisión con el Mini de V. Zala. En definitiva, un desenlace tan prematuro como desafortunado se hizo también hueco en este primer capítulo.
La última parte de la historia aguarda dejando nervios a flor de piel y ganas de ver cómo el verdadero espíritu de esta carrera se contagia entre quienes con optimismo se juegan el tipo para hacerla inolvidable. ¿Hasta dónde será capaz de llegar el ascenso de la dupla Fuertes-Vallejo? Si de trabajo e ilusión dependiera únicamente el asunto no cabrían dudas sobre el excelso resultado. Dentro de pocos días volveremos a meditar acerca del veredicto brindado por la desconcertante realidad.
Foto Portada: Astara