Contemplar el transcurso del alba en pleno desierto es una embriagadora experiencia que, además, gana incluso mayor belleza desde la perspectiva reservada a quienes encabezan la prestigiosa carrera que lo atraviesa. La primera semana brindó motivos para confiar en un devenir de los acontecimientos que, sin embargo, terminó haciendo ver a sus protagonistas que el precio de un nuevo amanecer en el océano de tierra arábigo puede llegar a ser desorbitado.
Traicioneros Espejismos
Conforme la cuantía de kilómetros a disputar quedaba más y más eclipsada por el itinerario ya recorrido aumentaban los riesgos de perderse en visiones que permitían acariciar una meta dispuesta realmente tras un sinfín de letales obstáculos. El destino del Dakar quiso que el bólido del equipo Astara ilustrase al resto de escuadras sobre la contundencia de estos abismos y acerca de la manera de sobrevivir o, directamente, resucitar tras su cautiverio.
La dupla Fuertes-Vallejo, espoleada por las positivas sensaciones cosechadas antes de la jornada de descanso, salió a morder tan pronto como le fue posible. El vasto desierto sobre el que ambos trataban de volar se encargó rápidamente de sosegar su impetuosa inercia mediante 2 pinchazos consecutivos que, en un abrir y cerrar de ojos, los obligó a ralentizar la marcha con extrema cautela. La 44ª posición en dicha etapa no evitó que se mantuvieran entonces en el Top 30 de la general, grupo psicológicamente aventajado que se convertiría en utopía al día siguiente. Una repentina maniobra en una duna terminó con un agresivo vuelco que provocó dolores físicos y serias hemorragias en la mecánica del Astara 01 Concept. Pese a los mínimos arreglos que los fatigados ocupantes consiguieron hacer en medio de la nada, la desventaja de varias horas (65ª plaza en la especial, 33ª en el Rally) y las condiciones en las que llegaron al parque de asistencia hacían ver que el abandono era la opción más racional y factible.
Es en este momento, estimados lectores, cuando lo acontecido en el siguiente capítulo de la carrera nos invita a recordar, por ejemplo, la moraleja de valiosos discursos como el pronunciado por un excelso Al Pacino en el aclamado filme “Esencia de Mujer”. La porquería estaba servida bajo la carpa de Astara, las extremidades del combinado español parecían fracturadas y…, ¿qué pasaba con su espíritu? La llama que emergió en los mecánicos del equipo se propagó creando un cerco alrededor de este corazón colectivo, un órgano que respondió ante las funestas circunstancias con más fuerza que nunca y haciendo que la realidad superara a la ficción más preciada en menos de 12 horas. Este plazo, el cual determinaría si el equipo era capaz de tomar la salida de la nueva etapa a la mañana siguiente, fue aprovechado de forma divina por una inolvidable escuadra que puso vida donde solo parecía reinar la muerte. La melodía protagonizada por aplausos, abrazos y llantos de emoción escoltó a una rejuvenecida pareja que, contra todo pronóstico, seguía a tiempo en carrera. La meta final aguardaba con un heroico sentimiento que trascendía lo meramente reflejado por cambios de posición, nubes de polvo, adelantamientos, pinchazos…, sucesos convertidos en nimiedades con el incesante paso de los kilómetros. La cima coronada en 34ª posición general dentro del apartado de coches (15ª en T1.2) hizo saber a todo el equipo que había conseguido culminar una histórica escalada forjada desde la más remota profundidad. Una historia de las de toma pan y moja se convierte ya en un recuerdo como ningún otro dentro de una edición comandada con mano de hierro por N.Al-Attiyah, quien se alzó escoltado por S.Loeb (2º) y el ídolo local, Y.Al-Rajhi (3º).
Nebrija Recoge el Testigo
La histórica peripecia con sello universitario forma ya parte del prestigioso tesoro del Dakar, aventura que deja paso a una ambiciosa travesía emprendida por nuestra Universidad Nebrija hacia nuevas metas aupadas por los significados de “innovación” y “sostenibilidad”.
La profunda investigación del combustible sintético, así como de su posible uso en otras disciplinas de competición, conforma una rama de trabajo complementada por un exhaustivo análisis de una de las unidades Astara 01 Concept que ha plantado cara al desierto a lo largo de este mes de enero, estudiando posibles cambios que la perfilen y fortalezcan para futuros desafíos en los que, visto lo visto, es tan importante sobrevivir al acoso de los rivales como al de la propia carrera.
Por aquí, damas y caballeros, se cuecen suculentas novedades que llaman a permanecer atentos a lo que os vayamos desvelando. ¡Seguimos creciendo y avanzando a vuestro lado!
Foto Portada: Avatel