Cara y cruz, día y noche, blanco y negro…, sábado y domingo en la aventura vivida por nuestro Nebrija Performance Engineering en el trazado oscense de Esplús. La frustrante contundencia de unas palabras que juegan a decir «Lo que pudo haber sido» y la realidad que trajeron consigo.
Las primeras tablas de tiempos de la escisión Junior coincidieron rápidamente en un denominador común: la presencia de Diego Martínez en las plazas de mayor privilegio. Los resultados cosechados desde los entrenamientos libres daban alas nuevamente a las expectativas más altas, ya que ni siquiera el empuje de los rivales o el lastre mecánico generado por algún que otro leve impacto durante las primeras mangas clasificatorias del sábado eran capaces de apartarlo de un Top 5 al que se agarraba con todas sus fuerzas.
La mañana del decisivo domingo, sin embargo, desequilibró la balanza hacia el funesto lado contrario. Un traspié en el último arranque previo a la esperada final lo dejó con una insípida 8ª plaza general que, a tenor de lo visto hasta ese inesperado error, Diego quiso enmendar a toda costa en el último asalto del fin de semana. Los riesgos afrontados al tratar de hacer justicia a su valía terminaron sentenciándolo a base de trompo y una última colisión que, pese a dejarlo con un amortiguador roto, no evitó que la joven promesa quisiera cruzar meta por última vez. El encomiable trabajo de todo el equipo hizo ver que la retirada en la final no era una opción ni ante un ocaso tan hostil como el que finalmente se dio en Esplús.
Gorka Ezenarro, por su parte, cuajó un fin de semana limpio y plagado de creciente consistencia dentro de una división de promoción que se saldó con la 8ª plaza al término del evento. La progresiva mejora se va consolidando en este alba gracias tanto a su buen hacer como al de los miembros de esta familia NPE que trabajan con los objetivos de aprendizaje, constancia y superación entre ceja y ceja. ¡Seguimos en marcha!
Fotos: CEAX y NPE