“Creo firmemente que a los ingenieros nos entrenan para resolver problemas”

Nicolás Ruiz Santos, alumno de Ingeniería Industrial de Universidad Nebrija, acaba de volver de su estancia en la Ohio Northern University, donde ha puesto en marcha The ONU Re-Food Project. El objetivo de esta iniciativa es reducir la comida que cada día se desperdicia en los comedores de la Ohio Northern University. 

¿En qué consiste The ONU Re-Food Project?

El proyecto tiene un triple objetivo: Reduce, Reuse, Recycle.

Reduce: se desarrollaron diversos métodos para hacer llegar el mensaje de “ahorrar comida” en la cafetería de la Ohio Northern University (ONU). La técnica más innovadora fue la de desarrollar unas “Memes” con actores y caracteres famosos que llamaban la atención de los consumidores y transmitían el mensaje “Save Food”. Estas imágenes se mostraban 7 días por semana en las televisiones de la cafetería.

Reuse: antes, toda la comida en buen estado que sobraba acababa en la basura. Estamos hablando de cerca de 10.000 comidas que se desaprovechaban anualmente. Gracias a esta iniciativa, a principios del semestre que viene, todo este alimento lo servirá Ada Re-Store en sus comedores sociales. Ada Re-Store es una organización que, entre otras cosas, ofrece comidas 5 días a la semana a más de 25 personas diarias, de los pueblos de Ada (Ohio) y de los alrededores.

Recycle: se está estudiando la viabilidad de reutilizar el aceite de fritura de la cafetería de la Ohio Northern University para generar biodiesel que pudiese calentar los hogares de personas necesitadas o para mover los vehículos diesel de la universidad. A su vez, se podrían reutilizar todos los desperdicios de alimento que acaban en la basura para generar biogás.

¿Cómo surge este proyecto?

Un día de mediados de enero llegué tarde a la cafetería de la universidad. Cuando me estaba sirviendo comida en mi plato vi cómo estaban retirando las bandejas repletas de comida y las tiraban a la basura… Comida que aún estaba caliente y en buenas condiciones. Eso me dejó impactado.

Decidí preguntar a los empleados si esa era la costumbre. Me respondieron que les molestaba tanto como a mi, pero que era la política de la empresa encargada de suministrar la comida al buffet de la cafetería. Algunos de los trabajadores tenían problemas para llegar a fin de mes en sus casas y se les estaba terminantemente prohibido llevarse comida de la cafetería a casa. Para mi todo aquello no tenía ningún sentido.

Hablé con varios profesores de la universidad de Ohio y con el master chef de la cafetería y les propuse desarrollar un plan de acción para tratar de solucionar un problema muy grave que hay en nuestra sociedad: el despilfarro de alimento. Les pareció una gran idea y me ofrecieron toda ayuda que estuviese en su mano para lograr dicha meta.

Cuando llevábamos algunas semanas de investigación se me ocurrió que este proyecto era digno de exportación y que podría ser un gran proyecto de fin de carrera. Escribí a la Universidad Nebrija para hacerles la propuesta. Me contestaron entusiasmados que sí, que era un proyecto digno de presentarlo de vuelta a España.

Según datos del diario digital Hometownstations.com, más de 10.000 comidas de la cafetería de la Ohio Northern University se tiran a la basura todos los meses. Con estas cifras, ¿no hubo antes ningún proyecto para solucionar el problema?

Desgraciadamente, la gente no suele plantarse este tipo de preguntas. Los clientes que tienen hambre van a un restaurante, piden comida, sacian su apetito, disfrutan más o menos de la comida, pagan y se marchan. Ese suele ser todo el contacto que tienen con los alimentos. Así que desafortunadamente la respuesta es que no. Ningún estudiante de la universidad se había planteado antes esta pregunta. El personal de la cafetería sí lo planteó algunos años atrás, pero por falta de formación y de coordinación no se avanzó en la situación.

Eres alumno de Ingeniería Industrial, ¿cómo se relaciona el proyecto con estos estudios?

Es curioso porque probablemente esta sea la pregunta más frecuente que me han realizado. Creo firmemente que a los ingenieros nos entrenan para resolver problemas. No nos hacen expertos en nada pero nos hacen conocedores de diversas materias que, aunque son muy diferentes unas de otras, tienen algo en común: se nos plantea un problema y tenemos que dar con la solución.

Yo llegué a la universidad americana a principios de enero y me encontré con un gran problema de gestión de la producción. A fin de cuentas, la cafetería de la universidad no es más que una empresa que ofrece un servicio a unos clientes por un precio, que al final de cada día tiene cierto inventario que pueden reutilizar pero que en gran parte acababa siendo un gasto, una pérdida.

Puede decirse que he actuado de operation manager al detectar un problema que había en la empresa y al coordinar a los diversos grupos que cobraban una importancia vital en el proyecto: la universidad, Sodexo y Ada Re-Store.

¿En qué fase se encuentra Re-Food Proyecto ONU?

Se encuentra en una fase avanzada aunque delicada. Me gusta comparar ahora mismo al proyecto con un bebe recién nacido. Si nadie cuida de él, no tendrá ninguna posibilidad de sobrevivir.

Hemos obtenido el ok y las felicitaciones de todos (Sodexo Internacional, Ohio Northern University, United Way, West Ohio Food Bank, Universidad Nebrija…), pero ahora viene el momento de la verdad.

Con mi regreso a España necesitaba algún tipo de coordinador en la universidad que pudiese llevar un seguimiento del proyecto, y el profesor Paul Nutter, presidente del Departamento Tecnológico de la Ohio Northern University, quedó como coordinador jefe.

Pero la intención que tenemos es que la Ohio Northern University, Sodexo y Ada Re-Store sean capaces de funcionar sin necesidad de que intervengamos ni el profesor Nutter ni yo. El proyecto esperamos que esté en funcionamiento para principios de septiembre.

¿Con que apoyo cuenta el proyecto? 

El proyecto no habría sido posible sin mi coordinador, el profesor Paul Nutter. Gracias a él, nos pusimos en contacto con United Way, organización de ayudas sociales, que a su vez nos puso en contacto con Ohio Food Bank, banco de comida que distribuye a todo Ohio y que es miembro de Feed America, organización gubernamental que lucha contra el hambre en EEUU.

Me gustaría dar las gracias al presidente y la presidenta de la universidad, a Sodexo y su personal, a todos los profesores y alumnos de la universidad de Ohio, también a Ada Re-Store, United Way, West Ohio Food Bank, a la WLIO por la entrevista televisiva que me hicieron, a la Universidad Nebrija, por supuesto, a mis padres por darme esta grandísima oportunidad, y a todos aquellos que de alguna manera apoyaron el proyecto y me dieron ánimo.

¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de desarrollar este trabajo?

Probablemente, luchar contra el “eso no se puede hacer, eso es imposible”, que desafortunadamente tan arraigado está en muchas personas. Desde que era pequeño me han educado a luchar por mis sueños. Me han enseñado que en esta vida no hay nada imposible si le dedicas suficiente esfuerzo y le pones corazón. Y ha sido esa mentalidad la que me ha empujado a levantarme cada vez que me caía con algún que otro no que me decían.

El principal miedo que tienen las empresas alimenticias a la hora de donar alimentos es que la comida que donen pueda causar algún tipo de enfermedad a las personas que reciben el alimento y estas acaben demandándoles. Y para evitar problemas, mandan toda esa comida a la basura.

En los Estados Unidos, Bill Clinton sacó una ley en el 96 que protege a los donantes en este tipo de circunstancias. Pero aun así, las empresas no lo hacen por el posible desprestigio que pudiese tener la empresa donante…

Hay empresas como Walmart, la cadena más famosa de supermercados en EEUU, que están empezando a apostar por donar todos los alimentos que ellos son incapaces de vender.

Me gustaría motivar a todo aquel que lea este artículo a que luche por sus sueños. Las personas que tienen miedo siempre te dirán “eso es imposible”, “eso no se puede hacer”, “eso no te va a dar de comer”, etc.

Pero creo que no hay que tenerle miedo al éxito, ni tampoco al fracaso. Simplemente tenemos que tirarnos a la piscina porque nadie más lo hará por nosotros. Pasarse la vida preguntándose “¿qué habría pasado si hubiera hecho…?” no tiene sentido.

¿Vas a poner en marcha el proyecto en España?

El despilfarro de alimento es algo que, desgraciadamente, se da a lo largo y ancho de todo el globo. Se han detectado algunas organizaciones y empresas aquí en España que trabajan con Sodexo y nuestra intención es enseñarles el proyecto y hacerles la siguiente pregunta: “si esto ha sido posible con su empresa en EEUU, ¿por qué no habría de serlo aquí también?”. Ese sería nuestro primer paso.

Pretendo resolver una sencilla ecuación que da muchos quebraderos de cabeza: si hay personas que sufren hambruna en el mundo y a su vez hay empresas que tienen excedente de alimento que no saben qué hacer con él… ¿Por qué no poner a ambos en contacto? Por supuesto que hay complicaciones. Nadie ha dicho que vaya a ser una tarea fácil, pero nada en la vida que merece la pena suele serlo.

 

 

 

Comentario

  1. ¡Enhorabuena, Nico! Un excelente ejemplo – otro más – de que los graduados de la Nebrija en general y los ingenieros de la EPSI en particular sois A+++ en eficiencia, pues desde el primer momento sabéis combinar conocimientos (+), competencias (+) y valores (+) para aportar soluciones. Me ha encantado esta noticia.

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