Beatriz López Medina, coordinadora académica del Máster en Enseñanza Bilingüe
Pertenezco al reducido grupo de profesores que pudo testar la primera plataforma digital que se utilizó en Nebrija cuando aún se debatía sobre cuál era la que más se ajustaba a nuestras futuras necesidades. Ese fue mi primer contacto con una plataforma digital educativa y se remonta a principios de 2011. Meses después de esas pruebas, comencé a impartir docencia online en el primer programa de Nebrija que utilizó la plataforma para gestionar el aprendizaje de los alumnos de una forma que, aún hoy, consideramos innovadora. Un año más tarde, empecé a coordinar dicho programa, el Máster en Enseñanza Bilingüe. Hablo, por tanto, con un conocimiento de primera mano sobre el cambio en la forma de enseñar, aprender y gestionar que llegó a Nebrija para quedarse.
Pasar de la docencia presencial a la online o a la semipresencial implica inevitablemente comparar ambas modalidades e inclinar inicialmente la balanza hacia lo conocido. Implica -al menos en mi caso-, sobrevalorar la presencialidad en todos aquellos aspectos inalcanzables por razones obvias en la modalidad online: la calidad del contacto profesor-alumno, la detección inmediata de problemas o la ausencia de incidencias técnicas, que tanto nos preocupan al principio del cambio.
Fueron necesarias sólo unas semanas utilizando la plataforma para experimentar las ventajas del Campus Virtual que hoy conocemos todos. En el caso del Máster en Enseñanza Bilingüe, las clases a través de videoconferencias síncronas proporcionaban una calidad de interacción que los profesores valorábamos especialmente; observábamos, por ejemplo, como algunos alumnos se encontraban más cómodos hablando en inglés a través de videoconferencia que en las sesiones presenciales.
Desde esos primeros momentos hasta hoy, los profesores del programa hemos adquirido una mayor competencia digital y cada vez somos más exigentes con la plataforma. Nos apoyamos en la formación, cada vez más específica, proporcionada por Nebrija Global Campus y en nuestra gestora de programa. La experiencia, la práctica docente y la formación han contribuido a dar solidez al título.
Aún nos quedan muchos pasos que dar. Si en cuatro años se han multiplicado los programas semipresenciales y online en Nebrija, próximamente podremos crecer en la personalización de los entornos de aprendizaje. Personalmente, me gustaría que tuviésemos algún MOOC y que la plataforma introdujese técnicas de gamificación para los profesores que las demandasen. Seguro que ese futuro está más cerca de lo que pensamos. Desde el presente y tras estos años de experiencia en el cambio de modalidad, diría que el paso firme hacia lo online se da cuando un buen profesor del “qué” aprende a modificar el “cómo”.