Silvia Matesanz se graduó en 2008 en ADE y mantiene un buen recuerdo de su estancia en la Universidad Nebrija, considerándola una de sus mejores etapas. Desde que finalizó sus estudios ha trabajado en varios sectores como el asegurador, consultoría, ventas, marketing, etc. Actualmente trabaja en Walt Disney Company como responsable de CRM. En esta entrevista nos cuenta qué significa para ella este nuevo reto profesional.
¿Cuáles han sido las experiencias laborales que más te han marcado desde que finalizaste tus estudios en Nebrija?
Comencé a trabajar mientras estudiaba tercero de carrera. En mis 8 años de experiencia, he estado en el sector asegurador, consultoría de I+D, automoción y entretenimiento en posiciones orientadas al cliente: ventas y marketing. De cada lugar y proyecto he aprendido, pero destaco ING, por ser mi primer puesto donde gestioné un equipo, mi experiencia trabajando en Shanghai, fue la mejor decisión que he tomado por todo lo que me ha dado y, sin duda, Walt Disney, por el reto de emprender una nueva área.¿Qué te condujo a trabajar en The Walt Disney Company?
En ese momento estaba en Volkswagen Financial Services, vi la oferta en Walt Disney y apliqué. Cuando entré, fue cuando me di cuenta de lo grande que es Disney y todo lo que podía aportar.
¿Habías soñado alguna vez que acabarías trabajando en una empresa de estas características?
Siempre he sabido el tipo de empresa en el que quiero desarrollarme. Una empresa líder en su sector y vanguardista te da una visión 360º del proyecto, no solo a nivel local sino internacional. Las oportunidades de profundizar en tu área y, a la vez, aprender cada día algo nuevo, ese dinamismo es un gran aliciente.
¿Cómo fue tu proceso de selección?
Fue algo rápido, la verdad. Vi la posición y el reto que suponía, la marca y apliqué. Tras varias entrevistas con diferentes áreas e interlocutores a las 3 o 4 semanas me llamaron para darme la buena noticia y acordar la fecha de incorporación. Recuerdo que no me lo creía… supongo que ahí empezaba la magia.
¿Qué cualidades profesionales y personales crees que son importantes para trabajar en The Walt Disney Company?
A nivel personal, la honestidad, la humildad y la tolerancia hacen que el ambiente sea muy positivo. Por otro lado, bajo mi punto de vista, la capacidad de innovar y de trabajo, la iniciativa y los idiomas son fundamentales para disfrutar y aprovechar al máximo el día a día. No hay una fórmula mágica, sino la combinación y la capacidad de adaptación para cada momento.
¿Qué significa para ti trabajar en una de las industrias de animación más grande del mundo?
Es un privilegio. Ver en la calle por donde paseas anuncios de películas, campañas en medios que hace unas horas estabas viviendo con tus compañeros… estar a la última en tendencias digitales y medios de comunicación… y ver como los personajes evolucionan junto con las ideas y los gustos de los consumidores es muy bonito.
¿Cuáles son tus funciones como responsable de CRM?
Mi posición y el área de CRM es nueva para todos. El reto reside ahí. Mi responsabilidad inicialmente es entender y contextualizar Disney en términos de usuarios, valor de clientes, clientes potenciales. Entender quién es el nuevo consumidor Disney y qué tipo de relación tiene con nosotros. Es una etapa más introspectiva. Una vez entendido eso, definir la estrategia de CRM para España y establecer una hoja de ruta que abarque un crecimiento sostenible de clientes, tanto en volumen como en rentabilidad, buscar propuestas de valor para los mismos y establecer un diálogo con cada uno de ellos mediante newsletters y otros canales cuando es posible.
¿Cómo es tu día a día? ¿Trabajas a nivel mundial o a nivel nacional?
Me siento muy afortunada porque me apasiona lo que hago y eso hace que tenga mucha energía. Cada día nada más llegar, estoy 5 o 10 minutos organizándome el día y la semana. Así sé qué priorizar en proyectos a nivel local y coordinarme con mi equipo de EMEA, en UK donde tenemos la central en Europa. Revisar el correo, asistir a reuniones con otras líneas de negocio, conferencias con mis homólogos en otros países y con la matriz y siempre hacer la pregunta: “¿No se puede porque nunca se ha intentado o porque realmente no se puede?” Y a partir de ahí empieza la aventura.
¿Cómo conseguís mantener viva la esencia de Walt Disney en la actualidad?
Disney es magia, imaginación y hacer sueños realidad. Todos los pasos que da la compañía tienen ese enfoque. Todos nos sentimos únicos y especiales y Disney consigue que nos sintamos así.
¿Cuál es el secreto para conseguir que la gente siga soñando?
Nadie quiere dejar de soñar…
¿Qué tres valores consideras que representa la compañía a nivel mundial?
Excelencia, creatividad, humanidad.
¿Cómo crees que está evolucionando la industria del cine de animación?
La industria de la animación tiene fuertes componentes de innovación, creatividad e investigación. Mientras esos ejes sigan liderando esta modalidad y evolucionando seguiremos disfrutando de buenas películas y no nos olvidemos de los gadgets tecnológicos para consumir este cine… ¡Hacen que sean experiencias geniales! Accesibilidad, las plataformas de contenido y toda su variedad de oferta, compartir lo que te gusta virtualmente con un amigo en New York, y que el mundo entero lo sepa en ese instante y a coste 0.
Hablando de Nebrija, ¿Qué crees que te aportaron tus años en la Universidad?
El cambio y la nueva etapa que se abre requiere de los mejores de los que aprender, desarrollarte y descubrirte como persona y el profesional que serás: saber dónde estás y dónde quieres llegar. En Nebrija cumplí esas tres premisas.
¿Qué recuerdos guardas tanto de profesores como de alumnos?
Tengo muy buenos recuerdos de esa etapa. El hecho de que los profesores estén en contacto con el mundo laboral ejerciendo sus disciplinas, te acerca a lo que vives después, aprendes con casos reales y te posicionan en primera persona para la solución. Además, me llevé grandes amistades.
¿Qué consejos darías a los chicos que han finalizado sus estudios en julio y ahora se enfrentan al mundo profesional?
Los comienzos son estimulantes y duros, así que en momentos complicados, coger perspectiva (para esto ayuda vivir en el extranjero) y siempre disfrutar de lo que se hace, creer en uno mismo… Si no lo haces tú, ¿quién sino? Y pensar que todo lo que haces te servirá cuando menos te lo esperes.