Los estudiantes de la Universidad Nebrija tuvieron la oportunidad de charlar con el artista en un encuentro celebrado el lunes 30 de noviembre en el Teatro Cofidis-Alcázar de Madrid.
“Tenéis que ser creativos”, animó Rafael Álvarez, El Brujo, a los alumnos de Artes Escénicas mientras explicaba cómo su hija había conseguido un sueño gracias a intentar diferenciarse de los demás. Para él, esa es la clave para conseguir llevar a cabo un proyecto.
El actor, que actualmente representa “El Lazarillo de Tormes” en el Teatro Cofidis-Alcázar de Madrid, mantuvo en pequeño encuentro con los alumnos de la Universidad Nebrija antes de la representación de la obra.
El Brujo hizo un repaso por sus comienzos en el mundo del teatro, las dificultades de los inicios y su paso por diferentes espectáculos hasta llegar a convertirse en el actor que es actualmente.
También habló de la perseverancia a la hora de perseguir un sueño, a pesar de lo que digan los demás. “Si fuera por mi familia no sería actor”, confesó. Por ello, habló de la importancia de marcarse un objetivo y continuar hasta conseguirlo.
Lazarillo
Rafael Álvarez y el Lazarillo llevan juntos 24 años: «Es muy especial. Lo llevo dentro. Tuve un sueño cuando lo ensayaba por primera vez y algo me decía que iba a estar mucho tiempo conmigo. Hay una relación afectiva total. No lo hago ya como un personaje, es como un ‘‘show’’. Comencé con la magistral adaptación de Fernán Gómez. Sobre su obra yo hice otra y él lo sabía. Contaba con su aprobación». «Aquí me enfrento al texto solo y es impresionante. Hago todos los personajes. La versión de Daniel Pérez es maravillosa. Seleccionamos las partes que mejor van dramáticamente. Destaco la descripción del licenciado Cabra y de la vida en la corte, pero, sobre todo, el manejo del idioma en Quevedo, que es brutal, la ironía, el sarcasmo, la retranca… Es la personificación de una España que se hunde».